De entre todas las misiones de la NASA, durante las últimas décadas, ninguna ha podido comenzar a colonizar un cuerpo celeste. Es verdad que el programa Artemis tiene como objetivo final desarrollar diversas labores en la Luna, pero dado que aún quedan muchos pasos por recorrer para alcanzar este hito, tendremos que ir conformándonos con las ideas procedentes de trabajadores de la agencia espacial estadounidense, que además de interesantes, abren importantes debates.
Las línea de ferrocarril magnética de la Luna
Su nombre es Ethan Schaler y es ingeniero mecánico en el Jet Propulsion Laboratory. Dentro del programa NIAC de la NASA, acrónimo de Conceptos Avanzados de Innovación, Ethan ha compartido con la agencia la idea de crear un sistema de ferrocarril para el transporte en la Luna, al que ha bautizado como FLOAT, una palabra que en inglés significa flotar y que se corresponde con Levitación Flexible en una Pista.
Tal y como el ingeniero asegura en la página web de la NASA, el objetivo de su proyecto sería construir el primer sistema de ferrocarril de la Luna, que sería utilizado para el transporte de cargamento y que debería contar con tres características: ser confiable, autónomo y eficiente.
Si la agencia espacial estadounidense quiere tener a su disposición una base lunar en la próxima década, según la información proporcionada por Ethan Schaler, será necesario idear un método de transporte. No hablamos del movimiento de personas en este caso, sino del transporte de regolito minado para fabricar nuevos materiales y de cargamento entre las diferentes zonas de la base o entre la zona de lanzamiento y la base.
Recreación de cómo sería el sistema de transporte FLOAT funcionando en la Luna
El sistema de Levitación Flexible en una Pista utilizaría robots que no necesitarían de energía para funcionar y una pista con tres capas diferenciadas. Por una parte, existiría una capa de grafito que permitiría a los robots flotar de manera pasiva. La segunda capa generaría el impulso electromagnético para controlar a los robots y, por último, una capa extra permitiría incluir paneles solares para dotar de energía a la base lunar.
Las pistas se transportarían enrolladas hasta la Luna, donde se desplegarían, evitando construcciones de carreteras o pasajes para los vehículos que conocemos en la actualidad, como podrían ser el caso de los rover. Los robots podrían transportar hasta 30 kilogramos por metro cuadrado a una velocidad de unos 2 kilómetros por hora. En total, se podrían mover 100 toneladas de regolito o cargamento cada día.
Este concepto sería la primera fase, a la que le seguiría una fase de diseño y fabricación de prototipos de estos robots, con lo correspondiente demostración en un terreno que tenga condiciones similares a la Luna. También se quiere abordar el posible impacto del ambiente lunar y mejorar las simulaciones de todo el sistema. Es un concepto prometedor, que demuestra que los planes de la NASA van mucho más allá del presente.
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El artículo Este sistema de ferrocarril magnético es una de las propuestas de la NASA para el transporte en la Luna fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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