Cómo calcular la depreciación de un coche paso a paso

Todos los coches se deprecian con paso del tiempo. A excepción de clásicos como el Porsche 959 o el Lancia Delta Stradale, que envejecen y se encarecen como el buen vino, los dueños de turismos más convencionales tenemos que lidiar con la dichosa depreciación. Cada año que pasa, nuestro coche vale menos dinero.

Pero, ¿cómo se calcula la depreciación? ¿Valen igual todos los vehículos del mismo modelo y año, o hay diferencias? Todas estas dudas, junto a muchas otras, son las que vamos a resolver a lo largo de estas líneas.

¿Qué es la depreciación de un vehículo?¿Para qué sirve calcular la depreciación de un vehículo?Reventa del vehículoContabilidadDecisiones de compraCoste de propiedad¿Qué factores influyen en la depreciación?Cómo calcular la depreciación de un cocheMétodo de línea rectaMétodo de saldo decrecienteMétodo de suma de dígitosTablas y calculadoras en línea¿Es lo mismo depreciación y valor venal?

¿Qué es la depreciación de un vehículo?

Aunque no muevas el coche del parking, tu coche valdrá menos cada año

Cuando hablamos de depreciación, hacemos referencia a la disminución del valor de un automóvil a medida que pasan los años y se acumula kilometraje. La gran mayoría de los automóviles se deprecian con el tiempo. Solo los vehículos de lujo exclusivos y algunos clásicos con pocas unidades en circulación sobreviven a esta erosión paulatina de su precio de mercado.

¿Para qué sirve calcular la depreciación de un vehículo?

Como particulares, cuando compramos un coche de 25.000 euros, tendemos a pensar que sigue valiendo ese dinero. Al fin y al cabo, en muchos casos incluso seguimos pagando la cuota al banco por él. Pues bien, por triste que parezca, un coche comienza a perder valor de reventa desde el primer año.

Calcular la depreciación y las tasas que se aplican para hacer el cálculo es muy útil en estos casos:

Reventa del vehículo

Un coche es, en resumidas cuentas, una herramienta. Hay veces que necesitamos un utilitario para movernos de casa al trabajo por pura necesidad. Con el tiempo, nuestras necesidades pueden cambiar, por lo que se puede pensar en la compra como una posesión temporal. Adquirimos, usamos y vendemos cuando ya no nos hace falta.

Conocer la depreciación de determinados coches, marcas y modelos puede marcar la diferencia a la hora de poner el automóvil en el mercado de ocasión. No todos se deprecian igual, así como también vamos a evitar poner un anuncio a un precio demasiado alto como para que un comprador se fije en él.

Contabilidad

Para una empresa o un autónomo, un coche o una furgoneta son también herramientas. A diferencia de un particular, que a los 5 años va a seguir con la mentalidad de que su coche vale 25.000 euros, las empresas calculan la depreciación y lo reflejan en sus balances.

Esto se usa tanto a nivel fiscal como a nivel de contabilidad. Los vehículos, pese a ser activos, pierden valor con el tiempo, por lo que sería incorrecto reflejar en las cuentas el valor que se pagó por los mismos. Si hubiera que liquidar la empresa, la furgoneta de 15 años por la que se pagó 25.000 euros, ya tendrá un valor residual. Calcular la depreciación servirá para no engañar con la contabilidad, al mismo tiempo que también es posible deducir este «gasto virtual» como gastos de empresa.

Decisiones de compra

La depreciación puede ser también muy interesante de cara a elegir un coche u otro. Por ejemplo, los utilitarios y los city car tienden a depreciarse menos que las berlinas grandes. Del mismo modo, el temor por la degradación de las baterías se refleja también con una mayor depreciación a medio plazo de los coches eléctricos frente a los de combustión de toda la vida.

Coste de propiedad

Por último, hallar el coste de la depreciación también es útil para valorar el punto en el que ya no nos sale rentable poseer un vehículo. Esto puede parecer muy técnico, pero es la fórmula que usan muchas personas para ahorrar dinero.

¿Cómo haces el cálculo de lo que te cuesta mantener tu coche al año? Lo normal es sumar el coste anual de llenar el tanque, sumado a los mantenimientos, posibles reparaciones, el seguro y el aparcamiento. Pues bien, añadiendo a esta cuenta el precio de la depreciación como un coste más, podrás hacer un cálculo mucho más preciso que te hará valorar si merece o no asumir el riesgo de mantener el coche o cambiarlo por uno nuevo. Al fin y al cabo, siempre hay un punto en el que el coste de mantener el vehículo supera con creces el valor residual del mismo.

¿Qué factores influyen en la depreciación?

Un coche de lujo pierde más valor porque su público objetivo puede permitirse adquirirlo en el concesionario de la marca

Antes de hablar sobre los distintos métodos que podemos usar para hacer el cálculo, es importante que conozcas las distintas variables que van a acelerar o disminuir el ritmo de la depreciación de un vehículo. Existen muchas distintas, pero las más comunes son las siguientes:

Marca del vehículo: la percepción que la gente tiene de determinadas marcas hace que sus vehículos se devalúen más o menos. Por ejemplo, a día de hoy, la gente está dispuesta a pagar más por un Toyota de 15 años que por un Renault. A veces, esto tiene una base demostrable, y en otras, es solo cuestión de modas.Modelo del vehículo: incluso dentro de una misma marca, hay modelos que se deprecian más que otros. Por ejemplo, siguiendo con Toyota, se deprecia menos un Yaris o un Prius que un Avensis, que es un coche más grande que no tiene tanto mercado de ocasión. Determinados modelos con más o menos fama también verán afectada su depreciación por eso mismo.Edad y condición del vehículo: los coches más nuevos y en mejor estado tienden a depreciarse menos que otros que sean más antiguos, o que hayan sido peor tratados.Kilometraje: todos hemos visto alguna vez un coche que parece que está nuevo, pero que en el cuadro tiene tantos kilómetros como los que hay desde aquí hasta la Luna. Los kilómetros hechos en carretera siempre son bienvenidos, pero a la hora de hacer números, casi siempre acaban restando.Tipo de vehículo: un coche de lujo como un Porsche Cayenne o un Lamborghini Huracán van a depreciarse bruscamente. No solo son máquinas caras de mantener, sino que, además, si alguien se los puede permitir, va a preferir adquirirlos de concesionario. Lo mismo ocurre con distintas tecnologías, como el caso de los eléctricos que hemos contado hace unas líneas.Condiciones del mercado: esto último es lo más variable y también lo más impredecible. Hace un par de décadas, un monovolumen se depreciaba poco porque todo el mundo quería uno. La tendencia actual es el SUV, por lo que, el que tiene un monovolumen, prácticamente tiene que regalarlo para quitárselo de encima. Las preferencias de las personas, el ciclo económico y otros factores de la sociedad pueden afectar enormemente a la depreciación de determinados vehículos.

Cómo calcular la depreciación de un coche

Cualquiera de estos métodos te van a dar un resultado más acertado que poner un precio a ojo

Hay varios métodos para hacer cálculos de depreciación.

Método de línea recta

Es el cálculo más simple que podemos hacer, y también es el más ampliamente utilizado. Hay que tener en cuenta que es realmente imposible determinar el valor exacto que tendrá un coche de aquí a unos años. Por tanto, tanto en este método como en los demás, trabajaremos basándonos en estimaciones.

El método de la línea recta da por hecho que la depreciación del vehículo va a tener una distribución lineal con el paso del tiempo. El cálculo en sí mismo no es perfecto, pero la tasa constante de depreciación permite que no nos pasemos con los precios ni en exceso ni por defecto. La fórmula que sigue es la siguiente:

Depreciación anual = (Coste original – Valor residual) / Años de vida útil

Para hacer este cálculo, simplemente debemos rellenar los valores de la fórmula sobre la base de unos parámetros:

Los años de vida útil se pueden estimar de forma sencilla, con lo que consideramos que va a ser el periodo que nos va a dar servicio el vehículo.El valor residual va a ser el precio que tendrá el automóvil al final del periodo. Este valor se puede sacar de vehículos equivalentes en el mercado de segunda mano.

Con la fórmula, podemos extraer distintos valores que nos servirán para hallar la depreciación en función de los años. Si tomamos como ejemplo un coche que compramos por 25.000 euros y que valdrá 10.000 euros pasados 5 años, la fórmula nos dará una depreciación anual de 3.000 euros. Por tanto, el valor del vehículo quedará distribuido de la siguiente forma al final de estos periodos:

Año 1: 22.000 euros (25.000 – 3.000)Año 2: 19.000 euros (22.000 – 3000)Año 3: 16.000 euros (19.000 – 3000)Año 4: 13.000 euros (16.000 – 3000)Año 5: 10.000 euros (13.000 – 3000)

Método de saldo decreciente

Este otro método es más preciso para calcular la depreciación de coches más nuevos. La fórmula del saldo decreciente asume que la depreciación es mayor durante los primeros años del vehículo. Luego, la tasa se estabiliza hasta que se llega a un valor residual.

La fórmula con la que se hacen estos cálculos es esta:

Depreciación anual = (Valor contable – Valor residual) * Tasa de depreciación

En este caso, tenemos dos diferencias respecto al modelo anterior: – La primera es el valor contable. El primer año, usaremos el valor del coste del vehículo. En los siguientes, usaremos el valor del coste del vehículo depreciado tras el primer periodo. Si no lo entiendes ahora mismo, no te preocupes, porque te lo ilustraremos en un momento con un ejemplo. – Tasa de depreciación: se obtiene dividiendo por 1 los años de la vida útil estimada. Luego, simplemente hay que aplicar esta fórmula para cada año de propiedad del vehículo.

Vayamos con el mismo ejemplo que hemos puesto con el método anterior, es decir, un coche de 25.000 euros que se va a depreciar en 5 años:

Calculamos la tasa de depreciación: se consigue dividiendo 1 entre la vida útil. Nos saldrá 1/5, que se puede representar como 0,2 o 20%.Aplicamos la fórmula:Para el primer año, sustituimos los datos de la fórmula: (25.000 – 10.000) * 0,2 = 3.000 euros. Luego, restamos esto a coste original para obtener el valor contable al final del primer periodo, que será de 22.000 euros.Repetimos la fórmula. En este segundo caso, utilizaremos 22.000 como valor contable.La fórmula quedará distribuida de la siguiente forma:Año 1: Depreciación = 3.000 euros. Valor contable = 22.000 eurosAño 2: Depreciación = 2.400 euros. Valor contable = 19.600 eurosAño 3: Depreciación = 1.920 euros. Valor contable = 17.680 eurosAño 4: Depreciación = 1.536 euros. Valor contable = 16.144 eurosAño 5: Depreciación = 1.229 euros. Valor contable = 14.915 euros

En este caso, esta fórmula nos dice que 5 años no son suficientes para alcanzar el valor residual establecido. En la práctica, la depreciación del último año se ajustaría para que el valor contable final sea igual al valor residual.

Método de suma de dígitos

Similar al caso anterior, se asume que el vehículo se va a depreciar más durante los primeros años. La diferencia es que, en esta ocasión, se usa una fórmula diferente, algo más compleja.

Para poder explicar el método, vamos a ir directamente al mismo ejemplo. Supongamos que compramos un coche de 25.000 euros y calculamos que tras 5 años, tendrá un valor residual de 10.000 euros. El proceso que seguiremos será el siguiente:

Aplicación de la suma de los dígitos: colocamos el número de años y sumamos en orden descendiente los valores que le siguen hasta llegar a 1.En este caso: 5 + 4 + 3 + 2 + 1 = 15Aplicamos la fórmula: (Vida útil / Suma de los dígitos) * Valor residualAño 1: (5/15) * 15.000 = 5.000 eurosAño 2: (4/15) * 15.000 = 4.000 eurosAño 3: (3/15) * 15.000 = 3.000 eurosAño 4: (2/15) * 15.000 = 2.000 eurosAño 5: (1/15) * 15.000 = 1.000 euros

Restando estos valores, nos quedará que el coche pasará a valer 20.000 euros tras el primer año, 16.000 euros tras el segundo, 13.000 euros pasado el tercero, 11.000 euros al final del cuarto y 10.000 pasados los cinco años que habíamos establecido.

Tablas y calculadoras en línea

Además de los cálculos manuales, existen tablas de depreciación predefinidas y calculadoras en línea que pueden simplificar el proceso. Estos recursos a menudo requieren información básica sobre el vehículo y proporcionan una estimación de la depreciación basada en datos del mercado. Esto es similar a lo que ya te contamos sobre cómo valorar un coche de segunda mano con las tablas de Hacienda.

En Internet puedes encontrar infinidad de calculadoras, que suelen dar un resultado más personalizado que las propias tablas. En ellas, puedes utilizar varias fórmulas de depreciación, así que puedes utilizar los métodos que te acabamos de explicar para hacer el cálculo de forma automática.

¿Es lo mismo depreciación y valor venal?

Aunque son términos que parecen similares, cada uno se usa en un ámbito diferente

Después de todo este repaso a conceptos financieros que deberían explicarnos a todos en el colegio, es posible que todavía tengas algunas dudas, cosa totalmente normal. Una de las cuestiones más repetidas es si tiene algo que ver el valor venal de un coche con su depreciación.

Lo cierto es que no. Mientras la depreciación es el descenso progresivo del valor de un coche debido al uso, al envejecimiento y al desgaste general, el valor venal es un término que prácticamente solo vamos a ver en la industria de los seguros, y que se usa para determinar la cantidad que debe ser pagada al asegurado en caso de que el coche sea destruido o robado.

Es cierto que las tablas que se utilizan para determinar el valor venal de un coche también pueden ser utilizadas por otros profesionales, tal y como te contamos en el artículo sobre qué es el valor venal y cómo se calcula. No obstante, si lo que vas a hacer es vender un coche de segunda mano, haz tus números usando la depreciación.

Y finalizando con la depreciación, te dejamos un artículo de lo más interesante. ¿Te has preguntado cuáles son los coches que menos valor pierden en España?

El artículo Cómo calcular la depreciación de un coche paso a paso fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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