La reciente tormenta solar no sólo iluminó el cielo nocturno, sino que fue captada en el fondo del mar

El Sol es una fuente de energía muy poderosa y en ciertas ocasiones libera llamaradas, cuyos efectos alcanzan millones de kilómetros de distancia, en lo que se denominan tormentas solares. Estas tormentas, como bien sabrás, provocan las conocidas auroras boreales, pero también pueden llegar a penetrar la atmósfera terrestre y ser detectadas en lugares inesperados.

La detección de tormentas solares en el fondo marino

La iniciativa Ocean Networks Canada, perteneciente a la Universidad de Victoria, ha publicado en la página web de la institución canadiense cómo ha sido posible la detección de la pasada tormenta solar bajo el mar.

Tanto la costa este como la costa oeste de Canadá cuenta con observatorios en el fondo marino, que forman parte de esta iniciativa. Los instrumentos que ayudan a los científicos llegan a estar ubicados a 2,7 kilómetros de profundidad y, algunos de ellos, han permitido obtener el registro de la actividad solar de hace unos días en un entorno que pocos podían esperar.

Y estamos hablando, básicamente, de brújulas colocadas en el fondo marino, que han permitido contemplar el efecto de las llamaradas solares. Las brújulas que más movimientos mostraron en el cambio magnético, en un rango de entre +30 y -30 grados, fueron las localizadas a 25 metros de profundidad en el área de Folger Passage, lugar que pertenece al observatorio ONC NEPTUNE.

Estructura interna del instrumento utilizado para medir la incidencia de la tormenta solar bajo el mar

Kate Moran, CEO y presidenta de Ocean Networks Canada, ha hablado acerca de la detección realizada en el fondo marino y expone la grandiosidad de tormentas solares de gran calibre, como la que hemos presenciado hace días. Según sus palabras:

El alcance de estos registros de datos a kilómetros bajo la superficie del océano subrayan la magnitud de la llamarada solar durante el pasado fin de semana y sugiere que los datos podría ser útiles para entender mejor la extensión geográfica e intensidad de estas tormentas.

El descubrimiento de las perturbaciones magnéticas en las brújulas de la ONC surgió a partir de controles de calidad realizados en los instrumentos ADCP, que son aquellos que utilizan ondas sonoras para medir la velocidad y dirección de las corrientes marinas. Alex Slonimer, científico de la organización, fue quien primero detectó la anomalía y afirma que:

Busqué si se trataba de un posible terremoto, pero no tenía demasiado sentido, ya que los cambios en los datos duraban demasiado y ocurrían en diversas localizaciones. Después, comprobé si se trataba de una llamarada solar, dado que el Sol había estado activo recientemente.

El artículo La reciente tormenta solar no sólo iluminó el cielo nocturno, sino que fue captada en el fondo del mar fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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