Por qué el Ford T de Henry Ford fue el primer coche que sacudió la industria automovilística

Hoy la firma de automóviles Ford no requiere ninguna presentación. Es bien conocida por haber diseñado un coche que funcionaba con energía nuclear o aquel superdeportivo que jamás salió de fábricas. La marca estadounidense hoy ofrece sistemas de estacionamiento sin manos. Ahora bien, a principios del siglo XX fue la gran empresa que revolucionó el automovilismo con su magnífico e icónico Ford T.

En 1908 el empresario estadounidense Henry Ford desarrolló el Ford T. Este coche fue el primero de su especie, ya que tenía la característica única de poder ser producido en masa. Para aquellas fechas el automóvil ya empezaba a ser conocido en muchos lugares. Su invento se debe a Carl Benz y el primer prototipo salió de fábrica en 1886 y tenía una forma muy curiosa, además de tres ruedas.

Un coche producido en masa para todo el que quisiera conducir

Sin embargo, desde finales del siglo XIX la historia del automóvil fue ganando altura en un vuelo que le ha llevado hasta los modelos actuales como el Cybertruck, aunque este último sea bastante polémico en la red. Ford cambió el paradigma de entonces al lograr construir un coche que pudiera ser fabricado en masa, lo que era un salto de gigante.

Esto pudo conseguirse gracias a la brillante idea de Henry Ford de levantar una fábrica donde el proceso de producción se hiciera mediante una cinta que iba trasladando el producto de una sección a otra. En cada una de las secciones los operarios se encargaban solo de un proceso específico. Así, la fabricación aumentaba la velocidad y también se ahorraban costes derivados de esta.

En 1909 y 1910, un turismo de cinco plazas valía en torno a 850-950 dólares. Lo que para la época era una auténtica fortuna. No obstante, y a partir de la implementación del proceso ideado por Ford, la reducción de precios fue constante. En 1916 un Ford T costaba apenas 360 dólares, mucho menos de la mitad que cinco años antes.

¿Qué ofrecía el Ford T a sus propietarios? Pues brindaba la oportunidad de tener un automóvil con una mecánica en general confiable, sencillo de usar y ante todo barato. El motor era muy básico, de 2,9 litros e incorporaba una potencia de 20 CV. A pesar de eso, el diseño mecánico de cambio de marchas y embrague era mucho más intricando que en los modelos actuales.

Desde 1909 hasta 1923, el Ford T dominó el mercado del automóvil estadounidense. De las primeras 10.000 unidades vendidas al principio se pasó a las dos millones en el último año citado. En total y en todo el mundo se vendieron algo más de quince millones de unidades. Después de eso las ventas decayeron gradualmente hasta que en 1927 se produjo la última unidad en Detroit.

El Ford T fue el primero de su especie y ello resultó en unas ventas inauditas. En cambio, el diseño contenía problemas básicos que no fueron solucionados lo que a la postre derivó que la competencia de Ford fuera capaz de mejorarlo y vender nuevos automóviles igual de baratos, pero con sustanciales mejoras.

Así para cuando el último Ford T salió de fábrica el mercado de automóviles en Estados Unidos rebosaba nueva vida con otras marcas que se metieron en la carrera por ofrecer coches buenos, bonitos y sobre todo baratos. Aun así, el Ford T ya era para entonces historia del automóvil.

El artículo Por qué el Ford T de Henry Ford fue el primer coche que sacudió la industria automovilística fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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