Los automóviles con sistemas de asistencia a la conducción se valen de cámaras y sensores para obtener información sobre el entorno. En cada segundo se registran y analizan los datos recopilados con el objetivo de ver qué cambios se han producido respecto al anterior fotograma. En base a ello, se actúa en consecuencia adoptando un radio de giro distinto o aumentando o disminuyendo la velocidad. De esta forma, nos encontramos ante una tecnología que puede cambiar para siempre la conducción. Ahora bien, ¿qué tal si aplicamos la IA en la ecuación?
Sensores dotados de IA permiten anticipar el tiempo de respuesta ante hechos inesperados
Los sensores de los coches se basan en tecnología radar con ondas que rebotan en los obstáculos que hay presentes en la carretera. En niveles tres o superiores de conducción autónoma, la dotación tecnológica se basa en la integración de una centralita capaz de gestionar toda la información recibida a través de estos puntos de entrada. La introducción de la inteligencia artificial (IA) puede ser el pilar central para que una herramienta de estas características sea diferencial en materia de seguridad.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Zúrich acaba de desarrollar una cámara capaz de anticipar lo que ocurrirá con una tasa de éxito muy alta. De acuerdo con la investigación, esta nueva innovación puede detectar obstáculos, tales como peatones, animales u otros vehículos, hasta cien veces más rápido que los sistemas de conducción autónoma actuales. Al contrario de lo que ocurre en otro tipo de tecnologías, esta propuesta se basa en la predictibilidad tras la incorporación de múltiples situaciones en su base de datos.
De igual modo, esta nueva solución permite diferenciarse respecto a otras tecnologías en su capacidad de procesamiento. Al contrario que las limitaciones que hay actualmente en lo que se refiere a la gestión de datos, este sistema necesita mucha menos potencia a nivel computacional. Además, no es necesario un incremento del análisis de los fotogramas a nivel de volumen, sino que durante la transición de la filmación la tecnología hace lo necesario para introducir la variable de aleatoriedad para poner en alerta a todo el sistema mecánico del vehículo.
Esto último es particularmente interesante si el vehículo se desplaza a gran velocidad, ya que el tiempo de reacción debe ser mínimo si se pretende actuar ante una situación de peligro. En este tipo de ocasiones, cualquier milésima de segundo puede ser la diferencia entre sufrir un accidente o evitarlo, por lo que los fabricantes están apostando por el uso de innovaciones centradas en la reducción del tiempo de respuesta. Lo descubierto por estos investigadores puede ser clave en la transición esperada que hay hacia el uso de estos asistentes en la vía pública, pudiendo, incluso, reducir el equipamiento del que está compuesta esta tecnología en la actualidad.
El artículo Los sensores de los coches serán más seguros gracias a la IA y te contamos por qué fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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