A lo largo de la historia del automóvil han existido una serie de avances que han marcado por completo su evolución. La inyección fue, sin lugar a dudas, una de ellas, pues nos permitió pasar de vehículos muy gastones y con cierta tendencia a las averías, a vehículos mucho más eficientes y sólidos.
Si hablamos de la inyección, es porque esta se realiza a día de hoy de forma electrónica. La entrada de combustible y aire a los cilindros del motor va precedida de una enorme cantidad de cálculos que se realizan en la centralita, a partir de otro buen puñado de sensores. Con fórmulas y algoritmos, nuestro coche suele saber cuánto combustible hay que introducir para conseguir la energía que estamos demandando en cada momento.
Aunque estos valores se definen en fábrica de forma personalizada para cada unidad de vehículo, hay quien, por un motivo u otro, prefiere disponer de una programación personalizada para su uso. A lo largo de estas líneas vamos a explicar por qué alguien querría hacer esto, las utilidades que tiene y las consecuencias que pueden aparecer por hacerlo.
¿Qué es reprogramar un coche?¿Cuánto cuesta reprogramar un coche?¿Para qué sirve reprogramar un coche?Aumento de potenciaReducción de consumoPreparación para circuito¿Cómo se reprograma un coche?¿Es legal reprogramar un coche?¿Se puede pasar la ITV con un coche reprogramado?¿Se puede revertir una reprogramación?Desventajas de reprogramar un cocheReducción de la vida útil del motorAnulación de la garantíaAumento del consumoReprogramación de mala calidadDesequilibrio de prestaciones y posibles averías
¿Qué es reprogramar un coche?
Cuando hablamos de reprogramar un coche, a lo que realmente nos referimos es a una modificación del software de la unidad de control del motor (ECU) del mismo, que, en resumidas cuentas, podríamos decir que es un ordenador.
Cada automóvil que sale de la línea de producción lleva una programación a medida. Al fin y al cabo, al ser la fabricación de un coche un proceso tan complejo, jamás van a salir dos unidades totalmente idénticas. Con la programación de la ECU se establecen infinidad de parámetros, tales como la inyección de combustible, el ritmo de encendido o la presión del turbo. Antes de la entrega, el fabricante se habrá asegurado de que cada unidad cumple con los requisitos técnicos que vienen impresos en la ficha técnica.
Si alteramos estos valores que vienen por defecto en nuestra ECU, lo que estaremos haciendo es una reprogramación. La mayoría de la gente que realiza este procedimiento, lo hace para sacar más potencia al propulsor. Al fin y al cabo, la programación que llevan de serie la mayoría de los vehículos que se comercializan, está pensada para que exista un buen equilibrio entre fiabilidad, consumo y bajas emisiones.
Las reprogramaciones suelen ir por etapas. Sin embargo, más allá de la Stage 1, hay que tocar piezas, modificar escapes y anular sistemas anticontaminación. Hacer todo esto último es ilegal para coches de calle, por lo que no te recomendamos en absoluto que lo hagas si no quieres exponerte a multas caras. Nosotros en este artículo solo nos vamos a centrar en la parte de programación, que es la más alegal y en la que no se modifica ni suprimen los sistemas anticontaminación.
¿Cuánto cuesta reprogramar un coche?
Siempre y cuando solo se utilice software, el coste suele rondar entre los 300 y los 800 euros, llegando incluso hasta los 1000 euros para los vehículos más deportivos y radicales. No obstante, el precio siempre va a ir determinado por el tipo de coche que tengamos y la facilidad de encontrar un taller que sea capaz de hacer la modificación que buscamos.
No todos los coches son iguales ni tienen centralitas fácilmente entendibles. Por norma general, cualquier coche alemán con centralita Bosch va a ser más fácil de modificar que otro con una electrónica menos conocida, o que usan menos fabricantes.
Antes de contratar un servicio, lee muy bien las cláusulas de cada contrato. Se han dado casos en los que se han hecho malas reprogramaciones, causando averías severas y en los que los talleres que hicieron el trabajo no se hacen responsables. Aunque esto no significa que sea algo generalizado.
¿Para qué sirve reprogramar un coche?
Por norma general, hay tres casos en los que te puede interesar hacer una reprogramación del software de la centralita del motor de tu coche:
Aumento de potencia
En un coche relativamente moderno, conseguir un aumento de potencia del 20 o del 30% no es tan difícil como puede parecer a simple vista. Con una reprogramación de centralita, un coche puede pasar fácilmente de 150 a 180 CV.
Cuando hablamos de reprogramaciones, los únicos coches que suelen verse beneficiados son los que tienen turbocompresor. Al fin y al cabo, lo que se busca es aplanar la curva de potencia para conseguir una entrega más progresiva, pudiendo apurar más y más las marchas. Todo esto se hace trabajando principalmente sobre los parámetros del turbocompresor. En coches atmosféricos, este tipo de prácticas rara vez merecen la pena, pues no se suelen obtener cifras de mejora muy espectaculares.
Reducción de consumo
No vamos a esconder el hecho de que el público que suele demandar este tipo de modificaciones de software suelen ser fans de las películas de Dominic Toretto. Sin embargo, también se puede hacer una reprogramación con fines ‘Eco’.
Siempre y cuando se trabaje con un vehículo de forma personalizada, es posible optimizar la admisión y escape de un vehículo para reducir su consumo de combustible. A veces, se hace a costa de reducir la potencia, mientras que en otras puede darse el caso de que la potencia o el par resultante sean superiores, pero con un aumento de las emisiones.
Preparación para circuito
Si compras un coche de calle y quieres utilizarlo con fines de ocio, es totalmente legal modificarlo para su uso en circuito cerrado. En este caso específico, es posible tanto hacer la reprogramación de software, como suprimir el catalizador, la EGR y otros sistemas pensados para neutralizar las emisiones.
Eso sí, en caso de hacer estos procesos, el coche no podrá circular por la vía pública, lo que implica que tendremos que llevar el vehículo al circuito en grúa.
¿Cómo se reprograma un coche?
A simple vista, un motor moderno no parece ni de lejos una máquina sencilla. Por tanto, no debería sorprenderte saber que la reprogramación de un motor es algo que debemos dejar sí o sí a un profesional. Modificar un valor de forma errónea puede marcar la diferencia entre el asfalto y el desguace.
En los últimos años, han surgido muchos profesionales de la mecánica que se dedican a hacer este tipo de modificaciones. En casi todas las ciudades hay servicios de este tipo, aunque lo ideal es desplazarse hacia un taller que tenga experiencia probada en un vehículo o motor como el tuyo, ya que es la fórmula que garantiza mejores resultados y fiabilidad a largo plazo.
El proceso de reprogramación dura unas cuantas horas, y se hace normalmente en un banco de potencia. Los expertos harán primero una medición de los valores por defecto del coche para sacar la curva de potencia y par original. Luego, a través de una serie de programas y a través de la lectura de datos en tiempo real, se van alterando los valores de la ECU para dar con el resultado que se está buscando (aumento de potencia, aumento de par, reducción de consumo…). En algunos coches, se puede hacer a través de la toma de datos. En otros, es necesario extraer la centralita y puentearla para hacer las modificaciones, lo que hace que el proceso sea más lento, largo y tedioso.
¿Es legal reprogramar un coche?
Volvemos al planteamiento inicial. Si por reprogramar nos referimos únicamente al hecho de modificar el software del coche para obtener potencia o mejores consumos, sí, es legal. En el momento en el que traspasemos esa barrera y toquemos piezas, no lo será siempre y cuando no hablemos de coches destinados a la competición.
Pese a esto, el Manual de Reformas de Vehículos establece una serie de límites que pueden hacer que una reprogramación Stage 1 sea ilegal, como, por ejemplo, el hecho de que se altere la velocidad máxima del vehículo. Normalmente, los talleres que realizan estos procesos están al tanto de la normativa y no suelen cometer errores. Por lo menos, los más profesionales.
¿Se puede pasar la ITV con un coche reprogramado?
Cuando se reprograma el software de una centralita, los expertos miden también el resultado de la combustión analizando los gases de escape. La idea es conseguir una mejora de determinadas prestaciones, pero siempre dentro de los valores legales establecidos por las ITV (monóxido de carbono, opacidad de los filtros de partículas…).
En cualquier caso, en una estación de ITV sí pueden detectar que un coche ha sido reprogramado, por ejemplo, a través de una lectura con la toma OBD2. En cualquier caso, los técnicos no están llamados a perseguir esta práctica. La lectura se hace con fines de encontrar fallos borrados en el cuadro. Si las emisiones del vehículo entran en los rangos marcados por la ficha técnica, no deberías tener problemas.
¿Se puede revertir una reprogramación?
Sí. Antes de iniciar una nueva programación, lo normal es guardar los valores por defecto con los que fue configurada la ECU en fábrica. Estos valores se pueden volver a establecer en el coche si es necesario —por ejemplo, antes de ponerlo a la venta de segunda mano—. Además, hay talleres y servicios que permiten alternar entre programaciones, pudiendo elegir si conducimos el coche con o sin reprogramación.
Desventajas de reprogramar un coche
Hemos hablado largo y tendido de las ventajas que puede darte reprogramar un vehículo. Sin embargo, esto no es un camino de rosas. Ganar 50 u 80 caballos de golpe por apenas 400 euros puede parecer un chollo a simple vista. Lo que no siempre nos cuentan es que es algo similar a hacer un trato con el diablo.
Reducción de la vida útil del motor
La potencia y la vida útil de un motor están estrechamente relacionadas. Cuanta más potencia se extrae a un bloque, mayor será la fricción, por lo que más se deteriorará con el uso.
Esto se puede entender fácilmente con un ejemplo, pues los propios fabricantes también juegan con las programaciones para conseguir unos u otros resultados. Cuando un mismo motor se equipa en un turismo y en una furgoneta, se suele limitar de potencia en el vehículo comercial. Con este ajuste, el fabricante garantiza que su vehículo durará mucho más, algo que también demandan los clientes, pues un profesional quiere que su furgoneta le dure mucho tiempo, siendo la potencia un atributo que puede quedarse en segundo plano.
Anulación de la garantía
Al tocar la centralita, el fabricante del coche ya no se hará cargo de cualquier problema de fiabilidad que tenga que ver con el propulsor. Las marcas pueden utilizar cualquier argumento con tal de quitarse la responsabilidad sobre la garantía de los vehículos de sus ventas, como ya te contamos en este artículo sobre qué pasa con la garantía del coche si no lo llevas a un taller oficial.
Como dijimos al principio, en fábrica se afina de forma personalizada cada vehículo. En el proceso se busca un equilibrio entre el rendimiento y la fiabilidad.
Aumento del consumo
¿Puede aumentar el gasto de gasolina o diésel de mi coche si lo reprogramo? Sí, aunque no es lo habitual. En los casos en los que se realice una reprogramación más agresiva, sí que va a implicar un mayor consumo de combustible.
Reprogramación de mala calidad
La reprogramación tiene que hacerse a medida. Pero no es lo único. En la medida de lo posible, también resulta interesante buscar un taller que sea capaz de ofrecer lo que queremos para nuestro vehículo.
Una mala reprogramación puede provocar una avería grave a tu motor. El desenlace puede ser fatídico, pues no son pocos los coches que han acabado en un desguace por culpa de una reprogramación que no estaba a la altura.
Antes de decidirte por un taller u otro, te recomendamos que busques información de forma paciente. Pregunta en foros específicos de Internet y escucha opiniones de personas que tienen coches similares al tuyo. Hay talleres más especializados en determinadas marcas y modelos. Aunque sean más caros, el desembolso extra merecerá la pena si va ligado a un trabajo de mayor calidad.
Desequilibrio de prestaciones y posibles averías
Para finalizar, vamos con otro factor que casi nunca se tiene en cuenta. Todos los componentes de un coche de 150 CV —por poner un ejemplo—, están medidos para trabajar con esa potencia. Si hacemos una modificación del software muy agresiva y conseguimos sacar 200 CV al bloque, es posible que aparezcan los problemas.
Lo primero que va a sufrir es el embrague, especialmente en coches con transmisión manual. El embrague está diseñado para poder recibir todo el par del motor y aguantar el peso del vehículo. Si conseguimos sacar más potencia del motor, también conseguiremos más par. Pero claro, si no mejoramos también este componente, es posible que el disco se parta más fácilmente después de unos pocos acelerones bruscos. Este escenario es todavía más probable si el vehículo originalmente usaba un embrague monodisco. Si quieres ampliar un poco tus conocimientos sobre este punto, echa un vistazo a esta entrada sobre cuánto cuesta reparar un embrague roto.
En segundo lugar, tenemos los frenos, esos grandes olvidados. Sumar 50, 80 o 100 CV de golpe puede sonar muy tentador. Sin embargo, si no mejoramos los frenos antes de salir del taller, estaremos jugando con fuego. De ahí que siempre recomendemos que, si vas a comenzar a potenciar un coche, empieza por los frenos.
El artículo Qué pasa si reprogramas el coche y para qué sirve este procedimiento fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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