Las baterías eléctricas vuelven a dar vida a los microcoches y esta es toda su historia

La tecnología eléctrica está haciendo posible la vuelta de los microcoches a la industria de la movilidad. El ejemplo más característico nos lo muestra el Microlino, un automóvil que está construido con el objetivo de representar los valores del clásico Isetta de BMW. Los motores eléctricos apenas ocupan espacio, mientras que los conjuntos de baterías se pueden colocar en la parte inferior del vehículo, haciendo posible la integración de modelos mucho más compactos en términos de espacio. Ahora bien, ¿de dónde viene el concepto del microcoche?

Los microcoches, la solución que se buscó para lidiar con el tráfico en la ciudad

Los microcoches llaman la atención por contar con espacio suficiente para una o dos personas. Las dimensiones de estos vehículos, en muchas ocasiones, no alcanzan los tres metros de longitud, por lo que son perfectos para buscar aparcamiento en el centro de la ciudad. Algunos fabricantes, como es el caso de Smart, han basado su diferenciación en el tamaño, convirtiéndose en propuestas muy demandadas en el ámbito urbano. Toca ver, sin embargo, dónde nació este concepto y, por supuesto, por qué ha vuelto a ponerse de moda.

Este microcoche destacaba por tener una distancia entre ejes muy reducida. Wikipedia

En el año 1895 nació el Voiturette, un vehículo que se convirtió en el primer automóvil de Léon Bollée Automobiles. Se trataba de un vehículo de pequeño tamaño que cumplía a la perfección con su función principal, es decir, el transporte de una persona del punto A al B con una estructura muy compacta. Tan solo unos años después, Renault utilizó dicha denominación para producir un vehículo parecido, el cual fue un éxito en ventas debido a su configuración. Tenía un motor monocilíndrico de 273 cc que rendía un máximo de 1,75 CV de potencia.

Posteriormente, le tocó el turno al conocido como ciclocar, un tipo de vehículo que requería disponer de embrague y caja de cambios para recibir tan denominación. Se trataba de vehículos muy simples desde el punto de vista técnico, ya que se unía la mecánica a un chasis pensado para circular a bajas velocidades. Esto convertía a estos vehículos en opciones válidas para circular exclusivamente por la ciudad. Aun así, gozaron de un gran éxito, ya que las personas podían realizar recorridos de interés sin encontrar problemas de aparcamiento.

La llegada de las cadenas de montaje como la que daba vida al Ford T provocó una caída de las ventas. Al fin y al cabo, se ofrecían automóviles mucho más capaces y, al mismo tiempo, con una mayor habitabilidad interior. Esto provocó una caída de la demanda que provocó, casi, la extinción de este formato de automóvil, de acuerdo con Ars Technica. Solo el fin de la Segunda Guerra Mundial permitió, de nuevo, la producción de este tipo de automóviles.

El Messerschmitt KR175 tuvo un gran éxito tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Wikipedia

El Messerschmitt KR175 fue un ejemplo representativo para explicar la situación económica de la época. Muchas familias habían quedado arruinadas como consecuencia del conflicto bélico más grande de la historia, por lo que se recurrió a este tipo de automóviles por el reducido coste de producción y su bajo mantenimiento. De nuevo, todo fue temporal, ya que la década de los cincuenta y sesenta supusieron un progresivo crecimiento económico que, una vez más, enterró las expectativas de desarrollo de este tipo de vehículo.

Solo alguna que otra propuesta como el BMW Isetta apareció durante los años posteriores. La sociedad comenzó a demandar automóviles más y más grandes, por lo que este tipo de modelos quedó rezagado, llegando a cubrir una demanda muy pequeña. A finales de la década de los noventa llegó el Smart, un vehículo biplaza que estaba orientado a cubrir una demanda elitista para la conducción por ciudad. Fue un auténtico éxito bajo el dominio del grupo Daimler, habiéndose electrificado hace ya unos años.

Ahora, momento en el que hay grandes restricciones a la circulación en la ciudad, este tipo de vehículos puede vivir su época gloriosa. Teniendo en cuenta que adoptar una tecnología eléctrica puede ser particularmente sencillo, se espera que podamos ver importantes avances en la materia a lo largo de los próximos años.

El artículo Las baterías eléctricas vuelven a dar vida a los microcoches y esta es toda su historia fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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