La ciencia ya sabe cuánta energía gastamos en producir bebés y no es poca

Traer descendencia al mundo es toda una responsabilidad. Sin embargo, en esta ocasión no te hablaremos de monitores y cámaras para vigilar a los bebés y de las mejores páginas web para madres y padres primerizos, sino que abordaremos cuánto nos cuesta tener niños y niñas. Y no, no hablamos de dinero, sino en términos de gasto energético. Y vas a alucinar.

La enorme cantidad de energía gastada durante la gestación

Resulta todo un reto para la naturaleza permitir que las especies animales se reproduzcan, aunque estemos habituados a conocer en detalle el inicio del ciclo de la vida. Sin embargo, pocos eran conscientes de lo costoso que era tener descendencia. Ahora, gracias a la investigación publicada en la revista científica Science, ya sabemos cuál es el coste indirecto de la gestación.

Robbie Burger, quien ha ayudado en el estudio y que resulta ser profesor asistente de biología en la Universidad de Kentucky, asegura que ‘esto es como reescribir los libros de texto’. Además, hablando sobre el proceso de la biosíntesis, por el que compuestos simples de organismos vivos se convierten en complejos, afirma que:

El coste de la biosíntesis ha sido, a menudo, abandonado y asumido como prácticamente insignificante. Pero esto demuestra que existe un enorme coste en el crecimiento y desarrollo de la descendencia, desde la fertilización hasta el nacimiento que no acaba en biomasa, sino que es simplemente quemado.

Para que lo entiendas mejor, el proceso por el que, por ejemplo, un ser humano se reproduce en el interior de la madre tiene como parte fundamental la conversión de energía en el nuevo ser que se está desarrollando. Sin embargo, gran parte de la energía que se utiliza para que el feto se desarrolle se había obviado hasta el momento.

Michael Kearney, biólogo de la Universidad de Melbourne, afirma que la reproducción en animales es un proceso ineficiente, es decir, en el que se gasta más energía de la que se consume. Hace falta mucha más energía para crear nuevos tejidos y células de la que éstos elementos acaban por contener en el nuevo individuo. De hecho, el estudio divide a los organismos en tres grupos, dependiendo de su gasto energético:

Animales de sangre fría que ponen huevos: el 40% del coste energético total es indirecto.Animales de sangre fría que no ponen huevos: el porcentaje asciende al 50%.Mamíferos: la energía indirecta que se gasta en el proceso de reproducción es del 90% del total de la energía utilizada, siendo en el caso del ser humano del 96%.

Por el momento, se desconoce a dónde va a parar este exceso de energía, aunque los autores del estudio tienen su propia teoría al respecto: la creación de la placenta o el propio metabolismo del feto podría ser uno de los destinos que se barajan. Y por si fuese poco, parece que el cambio climático está impulsando mayores costes de reproducción. Lauren Buckley, perteneciente a la Universidad de Washington, ha asegurado en el medio Popular Science que:

Muchos organismos viven en el límite energético, especialmente en el contexto del cambio climático y los eventos extremos. Si existen costes que no habíamos tenido en cuenta previamente, esos son retos adicionales para el bienestar de los organismos y los ecosistemas de los que no teníamos constancia.

El artículo La ciencia ya sabe cuánta energía gastamos en producir bebés y no es poca fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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