Qué son los aditivos para el motor y qué tipos hay en el mercado

Milagrosos para algunos, puro «crecepelos» para otros. Las tiendas de consumibles para automóviles están repletas de productos que prometen mejorar el consumo y la longevidad de los componentes de nuestro motor. Tampoco faltan los influencers del mundillo que lanzan grandes piropos a estos productos en sus vídeos, no sin antes aclarar si están o no pagados por ciertas marcas. Entonces, ¿dan lo que prometen o no funcionan en absoluto?

Los aditivos han adquirido un buen peso durante los últimos años en el mundo del motor. Sin ir más lejos, el argumento que suelen utilizar ciertas gasolineras para que acudamos a sus estaciones es precisamente que su combustible está más aditivado que el de los surtidores low cost.

Sin embargo, lo normal es que utilicemos aditivos por separado. Existe un producto para prácticamente cualquier sistema que compone un vehículo de combustión, y prometen funciones muy variadas de limpieza, lubricación o mejora de rendimiento, por nombrar unos cuantos ejemplos.

Muchos de ellos son productos fantásticos, mientras que otros tienen una efectividad bastante más limitada. A lo largo de este artículo vamos a hablarte detenidamente de los tipos de aditivos que existen, sus funcionalidades y en qué casos deberías usarlos.

Aditivos para el combustibleLimpiadores de inyectoresAumento de octano / cetanoEstabilizadores de combustibleAnti gelificantes para diéselAditivos para el refrigeranteAditivos para el aceiteDetergentes y dispersantesAntidesgasteAntioxidantesAnticorrosivosOtros aditivos para el aceiteAditivos antihumosOtros aditivos

Aditivos para el combustible

Si tenemos unos inyectores en mal estado, nos va a salir más económico probar primero con un aditivo

Los aditivos para el combustible suelen servir para mejorar el rendimiento del motor. Puedes encontrar todos estos productos en el mercado:

Limpiadores de inyectores

Los inyectores sucios son una fuente inagotable de problemas. De hecho, experimentar una avería en uno de estos componentes suele convertirse en una factura realmente cara, especialmente en los vehículos diésel. De ahí que mantener los inyectores en plena forma con un buen mantenimiento sea la clave para no tener que pasar por un taller para cambiarlos.

Un inyector se puede sacar y limpiar a mano, procedimiento que no te recomendamos en absoluto si no tienes nociones avanzadas de mecánica, pues es fácil que lo acabes dañando. La alternativa es usar limpiadores de inyectores, un aditivo que se añade directamente al depósito de combustible y que va a disolver los residuos que se forman en esta pieza.

Obviamente, no será tan efectivo como una limpieza directa, pero resulta muy interesante utilizar estos productos de vez en cuando como un mantenimiento más del vehículo.

Aumento de octano / cetano

En condiciones de máximo estrés, la explosión dentro de los cilindros de un motor se puede dar antes o después del momento en el que realmente debería producirse. Que esto ocurra es realmente dañino para la mecánica, pues las bielas y el cigüeñal recibirán mucha presión, pudiendo llegar a partirse. Una vez más, una avería que costará muchísimo dinero reparar.

Los aditivos que aumentan el octano y el cetano sirven para evitar las predetonaciones en los vehículos de gasolina y diésel respectivamente. En países como España no son tan útiles como en otros lugares, puesto que aquí nos suelen surtir combustibles de buena calidad. No obstante, estos productos pueden ser interesantes de cara a hacer un viaje largo y a alta temperatura con un motor pequeño —un tricilíndrico, por ejemplo—, o si vamos a meter un coche normal en circuito para hacer tandas.

Estabilizadores de combustible

Supongamos que tienes un coche con el tanque lleno que no vas a usar en cuestión de un año o dos —porque te vas a vivir a otro lugar o por el motivo que sea—. La gasolina y el diésel se caducan con el paso del tiempo. Por tanto, cuando regreses e intentes utilizar el vehículo, te vas a encontrar con un coche cargado de un combustible que no enciende.

Los estabilizadores sirven para prevenir la descomposición del combustible, garantizando así su calidad durante más tiempo. La fórmula de estos productos contiene antioxidantes y lubricantes que retrasan la degradación causada por factores como la humedad, el oxígeno y las altas temperaturas.

¿Cuándo usarlo? Se calcula que un combustible normal comienza a perder propiedades alrededor de 6 semanas después del repostaje. Por tanto, si hace tiempo que llenaste el tanque y vas a dejar de usar el coche durante una temporada larga, este aditivo puede ser una buena inversión, pues son baratos y previenen bastantes problemas.

Anti gelificantes para diésel

El diésel es aceite, y el aceite se convierte en gel a bajas temperaturas. Este es el principal motivo por el que arrancar un diésel a temperaturas bajo cero puede llegar a ser un completo suplicio, especialmente si el vehículo lleva parado un tiempo prolongado.

Los anti-gel sirven precisamente para evitar este problema. Se añaden en cada repostaje al tanque antes de exponer al vehículo a las bajas temperaturas. Al mantener el diésel en estado líquido, vamos a poder arrancar de forma rápida y sin mayor problema.

Aditivos para el refrigerante

Para limpiar un radiador, debemos usar productos específicos para nuestro coche

Los aditivos que se comercializan para el circuito del refrigerante sirven básicamente para hacer una limpieza del mismo. Normalmente, los fabricantes de un vehículo establecen el número de kilómetros o años que deben pasar para sustituir este líquido por uno nuevo. Pues bien, antes de hacer un cambio de refrigerante, puede ser interesante usar uno de estos aditivos.

Limpiar el circuito de refrigeración de un coche no es algo obligatorio, es decir, no es un mantenimiento que se exija como tal. Sin embargo, si el líquido se ha pasado —o si se ha rellenado el depósito con agua del grifo—, puede aparecer corrosión, así como microorganismos que van a descomponer el fluido.

En el mercado se ofrecen aditivos con muchas funciones. Lo normal es que tengan un componente capaz de eliminar bacterias y hongos, al mismo tiempo que el líquido va a reblandecer la suciedad para despegarla de los conductos.

Si vas a usar un producto de este tipo, es muy importante que leas atentamente las instrucciones y que comprendas su funcionamiento. En la mayoría de los casos, el producto se introduce por el vaso de expansión y se deja actuar una serie de minutos con el coche a ralentí. Posteriormente, hay que vaciar todo el circuito, pasar agua destilada para retirar cualquier resto del producto y volver a rellenar con líquido refrigerante nuevo. De mantener el aditivo en el circuito, podemos llegar a tener problemas a largo plazo.

Aditivos para el aceite

Los buenos aditivos de este tipo son capaces de conseguir muy buenos resultados

En la mayoría de los casos, nos limitaremos a elegir un buen aceite y mantenerlo durante los kilómetros que marca el fabricante. Si utilizamos un buen producto, no vamos a tener la necesidad de aditivarlo, ya que los productos de gama alta ya cuentan con componentes pensados para maximizar la lubricación y la vida útil del producto.

No obstante, existe una amplia gama de aditivos para el aceite de motor, que podemos clasificar de la siguiente forma:

Detergentes y dispersantes

Los buenos son bastante caros, pero pueden hacer maravillas. Estos productos se añaden antes de hacer un cambio de aceite. Luego, lo dejaremos actuar durante un tiempo, ya sea a ralentí o realizando una serie de kilómetros por carretera —cada producto tiene instrucciones diferentes—.

¿Para qué sirve? Sencillo. Los detergentes de estos productos sirven para disolver depósitos de carbonilla y retirar pequeños residuos, así como también pueden facilitar que caigan en el aceite las microscópicas virutas de metal que se producen con la fricción del motor. Tras vaciar el cárter y rellenar con aceite nuevo, habremos hecho un cambio de lubricante más optimizado, lo que se puede traducir en alargar la vida útil del motor.

Antidesgaste

La función principal del aceite de motor es evitar que haya un roce directo de metal contra metal. Un buen aceite lleva ya suficientes aditivos como para reducir al máximo ese efecto. Sin embargo, se comercializan por separado algunos aditivos antidesgaste que sirven para mejorar todavía más la lubricación, como es el caso del lubricante sólido licuado de bisulfato de molibdeno, aunque hay muchos más.

Estos productos son muy interesantes si notamos que nuestro coche consume más aceite de la cuenta, o si vemos que el aceite que retiramos tiene demasiados depósitos de metal. El aditivo no va a solucionar el problema —si hay roce, es porque hay un problema subyacente que habría que solucionar—, pero va a evitar que se agrave en la medida de lo posible.

Antioxidantes

El aceite y el oxígeno no se llevan demasiado bien. Los lubricantes se pueden degradar tanto por las altas temperaturas, como por la exposición al aire. Un aceite oxidado puede dañar la mecánica de un motor, pues pueden formarse lodos que van a reducir la eficiencia de la propia lubricación.

La función de un aditivo antioxidante es neutralizar los radicales libres, que son moléculas altamente reactivas responsables de la oxidación del aceite del motor. Siempre que usemos productos de calidad, lo que conseguiremos será alargar un poco los cambios de aceite, al mismo tiempo que mantendremos las propiedades del lubricante en mejores condiciones durante su vida útil.

Anticorrosivos

El motor de un coche que está en uso no suele oxidarse, pues tendrá todas sus partes metálicas cubiertas por una pátina de aceite. Sin embargo, si vas a dejar un coche parado durante mucho tiempo, es posible que la humedad y los ácidos que se van a formar por la condensación acaben produciendo óxido y corrosión, especialmente si el bloque del coche es de hierro.

Para evitar esto, podemos añadir un anticorrosivo al aceite y dejarlo actuar antes de apagar el motor durante un largo periodo. Por supuesto, hay que buscar un producto compatible con el aceite y seguir las instrucciones a rajatabla.

Otros aditivos para el aceite

En este grupo se pueden incluir también los antiespumantes, que sirven para que el aceite no cambie de viscosidad con el movimiento. Evitar la formación de burbujas es muy importante, ya que el aire que se forma en el aceite no tiene capacidad de lubricar ni de disipar el calor.

También existen modificadores de viscosidad, que permiten que el aceite tolere más rangos de temperatura. En cualquier caso, si vas a utilizar tu coche en un ambiente con una temperatura muy distinta —por ejemplo, bajo cero—, lo mejor es preguntar a un mecánico y cambiar directamente el aceite por uno más adecuado.

Como decíamos, muchos de los productos que sirven para mejorar la calidad del aceite ya están incluidos en los lubricantes de gama alta. Sin embargo, si se ha usado un aceite de una gama más baja y se quiere mejorar, siempre tenemos la posibilidad de añadirlo por separado, aunque te adelantamos que puede ser incluso más caro que ir directamente a por un lubricante premium.

Aditivos antihumos

El objetivo de estos aditivos es que pases la prueba de emisiones de las ITV

Cuando menos polémicos, los antihumos son los aditivos que más se han puesto de moda en los últimos años. La idea de estos aditivos no es que nuestros vehículos contaminen menos, sino más bien que contaminen poco durante la prueba de la ITV. A buen entendedor…

¿Funcionan, o son humo los propios antihumos? Pues bien, depende del estado en el que esté el vehículo. Por norma general, los antihumos simplemente tienen componentes que mejoran la combustión, lo que se traduce en una quema más completa del combustible, lo que produce menos partículas de hollín en el escape.

La eficacia, como decimos, depende del estado en el que esté el motor. Un vehículo con una EGR totalmente atascada de carbonilla es posible que no consiga pasar el test de gases de la ITV por mucho producto de este tipo que se utilice. Eso sí, lo ideal no es echar el aditivo 5 minutos antes de ir a la inspección, sino utilizarlo y hacer kilómetros.

Sobre si deberías utilizarlos o no, es decisión tuya. Si necesitas usar un antihumo, lo normal es que tengas un problema relacionado con la carbonilla. En ese caso, el problema se puede prevenir con un buen mantenimiento, o incluso haciendo una limpieza de la admisión con hidrógeno, lo cual es mucho más efectivo.

[faq pregunta=»¿Son legales los antihumos para pasar la ITV?»]Hoy por hoy, sí. Se comprende que si un vehículo es capaz de pasar la ITV tras usar uno de estos productos, no estaba en tan malas condiciones. Pese a la mala fama, no pueden obrar milagros y no pueden solucionar problemas mecánicos subyacentes. /faq]

Otros aditivos

También es posible limpiar la línea de escape con un aditivo

Cuantas más tecnologías se implementan en el mercado de la automoción, más aditivos nuevos se incorporan a los que ya conocemos. Hay aditivos que no entrarían fácilmente en algunos de los grupos que hemos comentado a lo largo del artículo, así que los mencionaremos rápidamente en este apartado:

Aditivos para el AdBlue: el AdBlue es un producto que usan muchos motores diésel modernos para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno. A pesar de que hacen su cometido, el gran problema del AdBlue es que genera cristales de urea que pueden llegar a inutilizar por completo el sistema que lo pulveriza en el escape. Existen aditivos que se pueden añadir al depósito de este fluido para evitar este conocido problema.Aditivos selladores: también existen productos cuya utilidad es sellar fugas en sistemas hidráulicos, motor, caja de cambio e incluso la propia dirección. Cada uno tiene su aplicación y proporción. No obstante, si existen fugas graves provocadas por grietas, el aditivo no será capaz de hacer maravillas.Aditivo para limpiar transmisiones: al igual que se puede meter un detergente al aceite para retirar los residuos antes de hacer un cambio de fluido, también se puede hacer con el aceite de la transmisión. Estos aditivos se pueden introducir en la caja para retirar las virutas de metal y residuos antes de hacer un cambio de líquido por uno nuevo. El resultado suele ser un cambio mucho más suave y sin rascadas.Aditivos biocidas: son productos que se venden para evitar que aparezcan bacterias y hongos en los sistemas de nuestro vehículo. El más común es el de diésel, que se añade al depósito con el repostaje y permite descontaminar los conductos o prevenir que aparezca moho.Aditivos para el escape: hablamos de productos para el filtro antipartículas que se aplican directamente desde el escape. Suelen venir en aerosol. Para usarlos, es bastante común que haya que retirar algunas piezas y levantar el vehículo, por lo que son productos más enfocados para que los utilicen profesionales.

El artículo Qué son los aditivos para el motor y qué tipos hay en el mercado fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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