Hace unos minutos la cápsula con muestras del lado oculto de la Luna de la misión china Chang’e 6 aterrizaba sin problemas en la zona designada de la provincia de Sichuan, poniendo fin con éxito a la misión, que en total ha durado 53 días desde su lanzamiento hasta la llegada de las muestras.
Fases de la misión – Administración Espacial Nacional China (CNSA) | Traducción de Daniel Marín
Las muestras vienen de la Cuenca Aitken, cerca del polo sur de la Luna. Es una zona donde por todo lo que sabemos están los materiales más antiguos presentes sobre la superficie de nuestro satélite. Es la primera vez que traemos muestras del lado oculto de la Luna.
Técnicos de la administración espacial china inspeccionan la cápsula de muestras – CNSA
Pero es la segunda vez que China trae muestras de la Luna a la Tierra. La primera ocasión en la que lo logró fue en diciembre de 2020 con la misión Chang’e 5, aunque en ese caso eran del lado visible. Fue una misión que sirvió de ensayo para la actual, que de hecho ha utilizado el hardware de reserva de la anterior con la salvedad del rover que le hizo la foto sobre la superficie de la luna.
El aterrizador sobre la superficie de la Luna fotografiado por el rover que llevaba acoplado a uno de sus laterales. Se aprecia perfectamente el brazo robot extendido hacia la parte izquierda de la imagen. Y si te fijas un poco, la bandera china que hay cerca de la unión del brazo con el cuerpo del aterrizador – CLEP
Es también la segunda vez que China aterriza en la cara oculta de la Luna tras la misión Chang’e 4. Hasta ahora es el único país que ha aterrizado allí.
Queda aún el traslado de la cápsula de muestras a Beijing para extraerlas y saber cuánto pesan. Pero la estimación es que serán unos dos kilos. Su estudio permitirá investigar la composición y evolución de la cara oculta de la Luna. El material recogido también podría ayudar a comprender por qué la cara oculta y la oculta son tan diferentes, además de dar pistas sobre la historia del sistema solar primitivo.
Por su parte el módulo de servicio que trajo la cápsula de muestras de vuelta ha maniobrado para evitar desintegrarse en la atmósfera, con lo que podría recibir una misión extra, igual que sucedió con el de la misión Chang’e 5.
Las próximas misiones chinas a la Luna serán Chang’e 7 y Chang’e 8, que están programadas, respectivamente, para 2027 y 2028. La primera incluirá un orbitador, un módulo de aterrizaje, una minisonda móvil y un rover. La segunda es una misión similar pero sin orbitador y tendrá como objetivo principal estudiar la utilización de recursos locales en futuras misiones.
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