El postparto es una etapa complicadísima para la mujer: a todos los retos que tenemos que enfrentarnos a nivel emocional hay que sumar los enormes cambios físicos que se producen en este periodo. Y no hablo solo del nivel estético (que también): se calcula que más del 60% de las mujeres que ha dado a luz sufre diástasis abdominal, una patología que hace que el vientre quede abultado y puede provocar pérdidas de orina, dolor al mantener relaciones sexuales, estreñimiento, malas digestiones o dolor abdominal. Algo similar ocurre con las lesiones en el suelo pélvico, que experimentan entre el 20 y el 50% de las mujeres y a raíz de las que se sufre incontinencia urinaria o fecal, prolapso de los órganos pélvicos o disfunción sexual. Por suerte, en la actualidad ya somos conscientes de la importancia de una buena revisión tras superar la cuarentena que detecte cualquiera de esos problemas para ponerles solución mientras estemos a tiempo.
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