Lanzamiento del Meteosat MTG-S1 en diciembre de 2022 – Arianespace
Aunque por lo visto llevaban meses dándole vueltas no deja de ser sorprendente que a menos de dos semanas del primer lanzamiento de un Ariane 6 la junta directiva de Eumetsat haya decidido prescindir del cohete europeo y pasar el lanzamiento del Meteosat MTG-S1 a un Falcon 9.
El Meteosat MTG-S1 es el segundo Meteosat de tercera generación. El primero, el Meteosat MTG-I1, fue lanzado por el antepenúltimo Ariane 5 en diciembre de 2022.
No han explicado los motivos más allá de que concurren circunstancias excepcionales. En el mejor de los casos podría ser que se han hartado de esperar y que SpaceX les ha ofrecido un lanzamiento antes de lo que está previsto con el Ariane 6. Y es que el satélite tenía previsto su lanzamiento en el tercer Ariane 6, lanzamiento ahora mismo programado a principios de 2025 suponiendo que todo vaya bien que el primero y el segundo. Pero no hay que olvidar que el Ariane 6 tenía que haber hecho su primer vuelo en 2020. Aunque el satélite tampoco está listo para el lanzamiento. Así que lo de las prisas no sé si se sostiene mucho.
En cualquier caso no parece que ahora mismo haya hueco en el manifiesto de lanzamientos de SpaceX para el Meteosat MTG-S1. Aunque también es cierto que con su capacidad de reutilizar cohetes y con la disponibilidad de varias primeras etapas que van rotando entre misiones no es descabellado que le puedan hacer un hueco.
Otra opción es que Eumetsat no se fíe del Ariane 6. Lo que queda muy feo porque no deja de ser una institución europea y una de las justificaciones para la existencia del cohete –yo diría que a estas alturas es la principal– es que sea utilizado para lanzamientos institucionales europeos.
En ese sentido Philippe Baptiste, el director del CNES, el Centro Nacional de Estudios Espaciales –la NASA francesa– está indignado con la decisión e insiste en la necesidad de que se promulgue legislación que obligue a priorizar los lanzamientos institucionales europeos en cohetes europeos.
También es cierto que estaba previsto lanzarlo en un Ariane A64, la versión con cuatro propulsores de combustible sólido. Pero esa versión no estará lista a tiempo, así que habría que lanzarlo en un A62, la versión con dos propulsores. Lo que obligaría a utilizar las reservas de propelentes del satélite para colocarlo en su ubicación orbital definitiva. Y eso a su vez acortaría su vida útil.
Así que también puede ser una combinación de que no se fíen y de que no quieran sacrificar vida útil del satélite.
Pero sea como sea esta decisión ha sido como meter un palo en la rueda de los esfuerzos de la ESA por crear un cierto entusiasmo por la entrada en servicio del Ariane 6. Y de justificar su existencia.
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