La NASA llevó a cabo hace un tiempo una misión que tenía como objetivo extraer material de un asteroide para su posterior análisis en laboratorio. Para ello, se contó con la participación de la sonda OSIRIS-REx, la cual tardó hasta un total de siete años para aproximarse al ejemplar conocido como Bennu. El pasado mes de enero se pudo formalizar la entrega del material recopilado y ahora, tras un tiempo de estudio y análisis de los componentes hallados, se ha podido ofrecer una primera teoría sobre estos restos.
El asteroide Bennu pudo formar parte de un mundo oceánico primitivo
Los compuestos de la muestra hallada en el asteroide han determinado que su origen podría estar relacionado con la presencia de un mundo oceánico primitivo. Esto es así tras descubrir la presencia de fosfato de magnesio y sodio, dos elementos que estarían muy ligados con esta teoría. Este ha sido el resultado de la investigación obtenido tras el estudio y pruebas realizadas sobre una base formada por tan solo 120 gramos de materia prima.
De acuerdo con el comunicado de prensa ofrecido por la NASA, estos dos componentes no fueron monitoreados por la sonda en un primer momento, por lo que los elementos han podido registrarse tras la obtención de muestras. Es cierto que había evidencias de carbono y agua antes del análisis físico, pero este hallazgo es lo que ha permitido contar con una teoría próxima a la existencia de un mundo oceánico que, muy probablemente, ya no exista.
Es importante tener en cuenta que este tipo de asteroides, tales como el propio Bennu, pueden proporcionar información valiosa sobre la evolución temprana del sistema solar. Los datos recopilados servirán para la realización de diversas investigaciones adicionales, pero lo cierto es que todavía sigue siendo muy complicado poder analizar estas masas rocosas teniendo en cuenta las muestras de apenas unos gramos. Al fin y al cabo, se trata de obtenciones que suponen presupuestos de varios millones de dólares.
Habrá que esperar un tiempo para ver si a lo largo de los próximos años se pueden obtener datos de otros asteroides de esta clase para poder avanzar en investigación sobre el origen del Universo. La sonda OSIRIS-REx ya tiene como objetivo acoplarse a otros asteroides para repetir esta proceso con el fin de analizar, posteriormente, sus diversas composiciones.
El artículo Una investigación de la NASA determina que este antiguo asteroide era parte de un mundo primitivo fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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