Dentro del Sistema Solar, el ser humano ha surgido en un cuerpo celeste al que él mismo ha denominado Tierra. Existen otros planetas y muchas lunas en el Sistema Solar, pero en lo que nos atañe resulta curioso preguntarse el motivo por el que denominamos Tierra, en inglés Earth, al lugar donde habitamos.
Un planeta llamado Tierra
Sí, está claro que si acudimos a la etimología, podemos adivinar que el término Tierra procede del latín ‘terra’, que estaría relacionado con el verbo ‘torror’, cuyo significado sería el de chamuscar o secar. Según la explicación redactada por el medio BBC, esta era en la que se designaba antiguamente a nuestro planeta, ya que se tenía la idea de que la tierra, o lo que conocemos como suelo, procedía de agua que se había secado.
En el caso del inglés, la palabra ‘Earth’ se cree que procede del término germano ‘erde’, que significaría literalmente ‘suelo’. Algo que, una vez más tiene todo el sentido del mundo. Sin embargo, ¿cómo es posible que hayamos concedido nombres majestuosos para otros planetas, como es el caso de Marte, dios romano de la guerra, o de Júpiter, el rey de todos los dioses romanos?
La principal explicación podría llegar por el hecho de que las raíces de los términos que te hemos explicado proceden de una época en la que la humanidad aún no sabía que existían los planetas, con lo que únicamente definían lo que veían con sus ojos y tocaban con sus pies. En efecto, el mundo que habitaban era seco por donde pisaban y contenía tierra.
A partir de aquí, es fácil pensar que, a pesar de que continuamos nombrando cuerpos celestes con nombres que evocan mitología y grandes personajes ideados por nuestras mentes, nos hemos acostumbrado ya a la denominación actual del planeta, ya sea Tierra, Earth o cualquiera de sus variantes en otros idiomas. Es por ello que no existe ningún documento que explique la denominación, más allá del hábito de siglos atrás en el tiempo.
Como buenos seres de costumbre, continuamos denominando lo que vemos a nuestro alrededor como siempre lo hemos hecho, generación tras generación. Un claro ejemplo de ello es el mar Mediterráneo, cuya etimología deriva de las palabras latinas ‘medi terraneum’, es decir, ‘en el medio de las tierras’. Sabemos que este mar no es el centro del planeta, pero aún así seguimos denominándolo de la misma manera.
El artículo Los científicos no saben explicar por qué los humanos llamamos a nuestro planeta Tierra fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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