China y el interesantísimo proceso de adopción de la inteligencia artificial generativa

Si te dedicas habitualmente al estudio de los procesos de innovación disruptiva, el proceso de adopción de la inteligencia artificial generativa te puede resultar completamente fascinante.

Fundamentalmente porque, tras ser desencadenado por el lanzamiento de un par de algoritmos, Dall·E y ChatGPT, por parte de la norteamericana OpenAI a principios de agosto y a finales de noviembre de 2023 respectivamente, a los que siguieron numerosos competidores, el desarrollo de mercado y la difusión de la innovación se ha focalizado fundamentalmente no tanto en los Estados Unidos ni en otros países occidentales, sino en China.

China lidera la adopción de inteligencia artificial generativa a nivel mundial: en una encuesta reciente a 1,600 directivos en distintas industrias que incluían la banca, los seguros, la sanidad, las telecomunicaciones, la manufactura, la distribución y la energía, el 83% de los encuestados chinos afirmó que estaban utilizando ya activamente inteligencia artificial generativa en su día a día, frente al 65% de los norteamericanos y el 54% a nivel global. Además, China lidera claramente el desarrollo de patentes relacionadas: en el período que va desde 2014 a 2023, China registró más de 38,000 patentes, frente a las 6,276 registradas por los Estados Unidos.

El proceso de adopción de la tecnología está siendo, como decía, fascinante: tras el lanzamiento de ChatGPT, vimos en los Estados Unidos la aparición de varios competidores como Copilot (Microsoft), un Bard devenido en Gemini (Google), Claude (Anthropic), Llama (Meta) o Perplexity, así como Mistral en Francia. Mientras el acceso a algunos de esos modelos era restringido al mercado chino por parte de algunas compañías, los competidores domésticos desarrollaron rápidamente varias docenas de modelos y comenzaron a ofrecerlos a su mercado, desencadenando una fortísima guerra de precios que ha abaratado enormemente el proceso de adopción.

El resultado es el esperable: para las compañías chinas, el precio de los tokens necesarios para utilizar los modelos de inteligencia artificial generativa domésticos es ya sensiblemente más barato que para las compañías occidentales que utilizan los modelos norteamericanos más populares, lo que está llevando a un nivel superior de adopción en el mercado chino.

Hablamos de una tecnología que va a definir las nuevas fronteras de la competitividad, y en la que el desarrollo de un mercado más competitivo y abierto está dando lugar a una mayor actividad. El último ranking de modelos masivos de lenguaje abiertos de Hugging Face refleja claramente como los LLM chinos encabezan la clasificación, con la familia de algoritmos Qwen, de Alibaba, en primer lugar. Otros gigantes como ByteDance, Baidu, Tencent, o startups muy interesantes como Zhipu han desarrollado también sus modelos y han lanzado a velocidad hiperespacio todo un conjunto de modelos entrenados originalmente en chino a partir de contenidos en el mismo idioma, lo que les ofrece también una ventaja importante a la hora de utilizarlos de manera más eficiente.

Dado que además muchos de estos modelos se lanzan en formato de código abierto, esto podría significar que China disponga de grandes modelos fácilmente accesibles para sus compañías mucho antes de que lo haga el mundo occidental. Una cuestión de cómo se comparten y explotan los modelos de inteligencia artificial generativa que puede llegar a tener una muy importante repercusión en las ventajas comparativas de los países, y en el desarrollo de entornos que favorezcan el uso de automatización avanzada y de incorporación de algoritmia generativa en todas las industrias.

Si creías que, por ser OpenAI una empresa norteamericana, veríamos una carrera en la que ese país partía con ventaja, piénsalo otra vez. Es muy posible que no sea así. Y si China, además de dominar de largo la automoción, la fabricación de paneles solares, la de aerogeneradores y la de baterías, termina por dominar también el desarrollo de la inteligencia artificial a un nivel superior al de los países occidentales, creo que empezamos a tener claro en dónde va a estar el próximo liderazgo mundial…

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