Este fue el primer perro robot que se fabricó: podía ladrar, sentarse y rogar caricias

Desde que el ser humano descubrió que es capaz de idear objetos y soluciones creativas a distintos problemas, el planeta se ha llenado de personas con la capacidad de idear ingenios que nos permiten evolucionar como especie. Algunos inventores de YouTube nos han mostrado extrañas creaciones y el mundo del cine nos ha presentado algunos impresionantes robots. Sin embargo, apostamos a que no conocías el primer perro robot del que se tiene registro. Esta es su historia.

Sparko, sit

La revista de tecnología IEEE Spectrum redactó un artículo acerca del robot conocido como ‘Elektro the Moto-Man’, en el que se relataba la presentación en sociedad de una mole de 2,1 metros de altura y 118 kilogramos de peso. Sin embargo, este prodigio de la ciencia no tardó demasiado tiempo en estar acompañado.

Sería en la Feria Mundial de 1940, celebrada en la ciudad de Nueva York, cuando Elektro introdujo al mundo a su fiel compañero, Sparko. Estamos hablando de un robot capaz de caminar hacia delante y hacia detrás, que podría mover la cabeza, dar la impresión de estar contento al menear su cola e, incluso, ladrar. Fueron Joseph Barnett y Don Lee Hadley quienes idearon el animal, que obtuvo su particular forma en homenaje al terrier escocés de este último.

Un motor, que incluía el animal cibernético, era el que le permitía desplazarse y mover la cola. Sus patas metálicas estaban sincronizadas por cadenas, mientras que una manivela era la que realizaba el movimiento hacia arriba y adelante. En la zona de las patas existían unos huecos que permitían a Sparko realizar los movimientos para simular que estaba caminando.

El otro motor era el que permitía que el perro robot realizase el movimiento de sentarse y que permitía que las patas traseras adelantasen su posición mientras el ingenio de cuatro patas ladeaba la cabeza. Eso sí, esto no es todo, si te creías especial por controlar tu teléfono móvil a través de comandos de voz, sentimos decirte que Sparko también era capaz de hacerlo.

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El perro incluía en su interior un circuito de control de voz, que convertía instrucciones en impulsos de luz, de la misma manera que funcionaba el circuito de ‘Elektro the Moto-Man’. La secuencia de inicio del perro robot decía ‘Hey, Sparko, es tu turno’. A lo que el perro contestaba andando cinco pasos y parándose. Después, a la orden de ‘Ahora, Sparko, haz tus trucos’, el robot ladraba, se sentaba, se levantaba y pedía, movía la cabeza, volvía a sentarse y ladraba una vez más.

Se sabe que hubo un total de tres perros robot Sparko construidos. Sin embargo, parece que habrían huido, a través de las fotocélulas sensibles a la luz, del almacén donde estaban recluidos, siendo uno de ellos atropellado y los otros dos en paradero desconocido hasta el día de hoy. Seguramente, algún desván, garaje o trastero tendrá una parte de la historia de la robótica acumulando polvo, dejando que Sparko sea un recuerdo de una época donde todo parecía posible.

El artículo Este fue el primer perro robot que se fabricó: podía ladrar, sentarse y rogar caricias fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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