Desarrollan un pequeño dron que solo pesa 56 gramos. Además también tiene ojos de hormiga

El ser humano es capaz de crear extrañas máquinas y todos sabemos de lo que son capaces algunos de los inventores más locos que viven en YouTube. Sin embargo, nunca dejaremos de sorprendernos al descubrir que la naturaleza continúa siendo fuente inagotable de ideas para la humanidad. Y un dron te lo demostrará a continuación.

La era de los drones diminutos ya está aquí

El artículo publicado en la revista científica Science Robotics nos pone sobre la pista de un dron tan pequeño que ha desafiado a las leyes físicas establecidas para la creación de este tipo de aparatos voladores. Como respuesta, los investigadores han acudido a la naturaleza en busca de soluciones.

Los insectos son capaces de rastrear sus pasos a través de un sistema visual, que si bien es de baja resolución resulta ser omnidireccional. Aún no entendemos perfectamente cómo funciona su memoria visual, pero una de las más aceptadas teorías tiene que ver con el denominado ‘modelo de instantánea’. Imagina a una hormiga que realizar fotografías, o instantáneas, de su entorno. Tiempo después, cuando regrese al mismo, podrá comparar la instantánea anterior con su percepción visual.

Imagen en detalle del dron ‘CrazyFlie’

Esta es una de las maneras que se cree que utilizan las hormigas para poder desplazarse sobre el terreno y regresar a casa cuando han finalizado sus tareas. Tom van Dijk, autor principal del estudio, afirma en la plataforma de distribución de noticias EurekAlert que:

La navegación basada en instantáneas puede ser comparada a cómo Hansel intentaba no perderse en el cuento de ‘Hansel y Gretel’. Cuando Hans tiraba piedras al suelo, podía volver a casa. Sin embargo, cuando tiraba migas de pan que era comidas por los pájaros, Hans y Gretel se perdían. En nuestro caso, las piedras son las instantáneas.

El equipo de investigadores de la Universidad Técnica de Delft ha creado el dron denominado ‘CrazyFlie’, de 56 gramos de peso, que está equipado con una cámara omnidireccional, que hace las veces de los ojos del insecto. Este ingenio es capaz de cubrir distancias de hasta 100 metros, consumiendo únicamente 0,65 kilobytes de memoria.

El procesamiento visual del dron se realiza en un diminuto ordenador denominado ‘microcontrolador’, que es un componente habitual de los dispositivos electrónicos. Guido de Croon, coautor del artículo, explica que:

La estrategia de navegación inspirada en insectos propuesta es un paso importante en la manera de aplicar robots autónomos diminutos al mundo real. La funcionalidad de la estrategia propuesta es más limitada que la proporcionada por métodos de navegación modernos. No genera un mapa y solo permite al robot regresar al punto de partida. Aún así, para muchas aplicaciones esto podría ser más que suficiente. Por ejemplo, para realizar un seguimiento al ganado en almacenes o para monitorizar cosechas en invernaderos (…)

El artículo Desarrollan un pequeño dron que solo pesa 56 gramos. Además también tiene ojos de hormiga fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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