Mercurio tiene un secreto bien guardado. Se encuentra bajo su superficie y podría ser muy valioso

Mercurio es uno de los planetas que ha sido objeto de estudio de la NASA y otras organizaciones científicas desde hace décadas. Es el más próximo al Sol, por lo que las temperaturas a las que se expone son muy elevadas. Aun así, lo cierto es que guarda una serie de secretos que, poco a poco, están desvelándose. Entre ellos, hay uno que ha dejado de serlo y que, curiosamente, afecta a lo que hay debajo de su superficie. ¿Hasta qué punto puede servir este descubrimiento para futuras misiones?

Sale a la luz uno de los grandes misterios de Mercurio

Sabíamos que este planeta está haciéndose cada vez más pequeño tras las múltiples investigaciones que se han llevado a cabo. Sin embargo, una de las conclusiones que se han obtenido tras la realización de un profundo estudio no dejan a nadie indiferente. ¿Y si te dijéramos que hay una capa de diamantes que protegen el núcleo del planeta? Nada más y nada menos que cien kilómetros de grosor es lo que permitiría el mantenimiento de la masa rocosa unida.

Se trata de un resultado que elevaría de forma exponencial el valor de futuras exploraciones para, llegado el caso, realizar excavaciones. Sin embargo, la realización de cualquier obra de estas características implicaría la movilización de recursos que no podrían sufragar el coste de extracción. Por ello, cualquier actividad de estas características queda completamente descartada pese a una futura confirmación de la tesis teórica.

La presencia de carbono es un elemento diferencial para confirmar la existencia de esta piedra preciosa, pero se requiere, adicionalmente, presión. Ahora, se apunta a dos posibles escenarios que explicarían la presencia de esta peculiar y rica capa protectora del núcleo. Por un lado, el océano de magma se antoja como un posible comienzo de actividad, mientras que la otra posibilidad es que los diamantes se formasen en el núcleo y que, posteriormente, fueran expulsados del mismo hasta cristalizarse.

El estudio, publicado en Nature Communications, no es del todo concluyente respecto a la hipótesis vertida. De hecho, se trata de un resultado que se obtiene por la lógica que hay tras la comparativa de los diferentes elementos que se han probado que sí se encuentran presentes en el lugar. No se espera la realización de nuevas investigaciones físicas, por lo que todo parece indicar que la duda seguirá estando presente durante mucho tiempo. Al fin y al cabo, ¿para qué seguir planteándose esta problemática a sabiendas que nunca colonizaremos el planeta por no estar en el rango conocido como habitable?

El artículo Mercurio tiene un secreto bien guardado. Se encuentra bajo su superficie y podría ser muy valioso fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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