Sam Altman teme que la IA destruya al ser humano, pero quiere que sigamos utilizando esta tecnología

Que la inteligencia artificial ha supuesto un importante cambio en diferentes estratos de nuestra sociedad es algo que apenas se puede discutir en 2024. Sam Altman y OpenAI han demostrado que su tecnología, expresada, por ejemplo, en forma de chatbots como ChatGPT, es capaz de cambiar radicalmente el flujo de trabajo en algunas empresas. Sin embargo, el empuje de la innovación, en ciertas ocasiones, puede conllevar riesgos que habría que tener en cuenta y controlar.

El arma de doble filo de OpenAI

El año pasado, el CEO de OpenAI acudió al Congreso de Estados Unidos para poner en valor su tecnología, pero también para invitar a los reguladores a que se pongan el traje de faena y definan las leyes necesarias para controlar el avance de la IA. En declaraciones recogidas por el medio CNN, Sam Altman aseguró que creía que la ‘intervención regulatoria de los gobiernos será crítica para mitigar los riesgos de los modelos, cada vez, más poderosos’.

Semanas más tarde, Sam se reunió con importantes actores en el sector de la inteligencia artificial, como es el caso de Demis Hassabis, CEO de Google DeepMind, o de Kevin Scott, responsable técnico de Microsoft. Su objetivo era, aunque suene muy grandilocuente, mitigar el riesgo de extinción a través de la IA, comparándolo con sucesos casi apocalípticos como una pandemia global y un ataque nuclear.

Sin embargo, las grandes compañías tecnológicas, lejos de pausar el desarrollo de sus innovaciones, cada vez son más conscientes de que deben empujar los límites de las mismas. Por ejemplo, hace tiempo se publicó en The New York Times una noticia que hablaba acerca de la unión de importantes ejecutivos de Silicon Valley para la creación de un dispositivo de IA.

Detrás de su desarrollo, además de Jony Ive, antiguo diseñador jefe de Apple, también se encuentra Sam Altman. Y sí, hablamos de un producto que sea capaz de sustituir a nuestros teléfonos móviles y que tenga la capacidad de observar, procesar y analizar el mundo que nos rodea para ofrecernos información y posibilidades de una manera casi mágica.

No todos comparten el miedo ante el exagerado desarrollo que nuestra sociedad está observando a través de los ojos de la IA. Por ejemplo, Rowan Curran, analista de la compañía Forrester, ha asegurado en el medio CNN que:

La idea de un ‘apocalipsis de IA’ como escenario realista que presenta cualquier tipo de peligro para la humanidad, particularmente en el corto y medio plazo, es solamente especulación tecnomitológica. El continuo foco en esto como uno de los grandes riesgos que viene con el avance de la IA distrae de los retos reales que tenemos hoy para reducir daños presentes y futuros de datos y modelos aplicados de manera injusta por actores humanos.

El artículo Sam Altman teme que la IA destruya al ser humano, pero quiere que sigamos utilizando esta tecnología fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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