Así es como debería ser la siesta veraniega perfecta según la ciencia

Existen situaciones de las que no podemos escapar, como puede ser el asfixiante calor que recorre parte de nuestro país cada verano. Sin embargo, sí podemos ayudar a combatirlo, con estos consejos de la DGT para conducir durante una ola de calor o mediante trucos para evitar que el router se caliente en exceso en verano. Sin embargo, una tradición arraigada en nuestra cultura podría ser la ayuda ideal en estos meses.

Luchando contra el calor con una buena siesta

Existen numerosos beneficios al echarse una siesta. Además, muchos de ellos nos pueden ayudar, no sólo a reparar nuestro organismo, sino también a lidiar con las altas temperaturas. Según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, las siestas cortas pueden tener una función restauradora, ayudando a reducir la fatiga durante el día, uno de los más habituales síntomas del calor.

De hecho, el calor también tiene un efecto de disminución de la calidad del trabajo, tanto en el propio puesto como en los trayectos hacia el mismo o la vuelta a casa. En este caso, la siesta ayuda a equilibrar las funciones cognitivas del cerebro, mejorando la memoria, el razonamiento lógico y la capacidad de finalizar tareas complejas.

Y espera. Antes de continuar, tenemos que aclarar que estamos hablando, como te comentábamos anteriormente, de siestas cortas. Es decir, que hablamos de períodos de descanso que van desde los 20 a los 30 minutos. Si te pones el pijama, te tumbas en la cama a oscuras y no pones ningún tipo de alarma, seguramente lo que obtengas es una siesta de horas, que acabará por perjudicarte más de lo que podría haberte beneficiado.

Pero siguiendo con los beneficios de las siestas, se sabe que el calor obliga al corazón a trabajar a mayor ritmo, lo que implica latidos más rápidos. Para personas aquejadas de dolencias cardíacas, la siesta, según la Fundación Española del Corazón, reduce en un 37% el estrés y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, reduce la presión arterial y mejora el estado de ánimo. En esta ocasión, aconsejan siestas de hasta 45 minutos.

Por último, no podemos despedir este artículo sin dejar claro algunas de las prácticas que pueden arruinar cualquier siesta y que no se aconseja que se lleven a cabo. Si quieres dormir durante el día, tienes que evitar:

Dormir la siesta tarde, a partir de las 17:00 horas, y hacerlo con ruido de fondo.Utilizar demasiada ropa.Dormir mucho tiempo y en áreas donde existan corrientes de aire.Dormir justo después de terminar de comer.Olvídate de quedarte dormido sobre la mesa o en una silla. Elige un lugar adecuado para que el cuerpo repose.

El artículo Así es como debería ser la siesta veraniega perfecta según la ciencia fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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