Si no la conoces, debes hacerlo. Fue la primera astronauta de la historia y se lo debemos a la URSS

El pequeño pueblo de Bolshoye Maslennikovo, ubicado en la actual Rusia, fue el lugar donde Valentina llegó al mundo dispuesta a cambiar la historia de la exploración espacial para las mujeres. Con 16 años abandonó la escuela para trabajar en la industria textil, aunque seguiría estudiando por correspondencia, y ya empezó a interesarse por el mundo del paracaidismo. Esta afición, finalmente, fue de gran importancia para ser recordada en los libros de historia como la primera mujer en viajar al espacio. Y esta es su historia.

De la industria textil a orbitar el planeta Tierra

Fue en 1959, ya con 22 años, cuando realizó su primer salto en paracaídas. Dos años después, uno de los principales ingenieros de cohetes soviéticos, Serguéi Koroliov, empezó a sopesar la idea de crear un cuerpo femenino de cosmonautas. En 1962, cinco candidatas, entre más de 400 mujeres, acabaron formando parte del privilegiado grupo. Sus nombres eran Tatiana Kuznetsova, piloto de caza, Irina Soloviova, miembro del equipo nacional de paracaidismo de la Unión Soviética, Zhanna Yiórkina, maestra, Valentina Ponomariova, experta paracaidista, y nuestra Valentina Tereshkova.

Todas estas mujeres cumplían con los requisitos para ser cosmonautas, es decir, eran paracaidistas, tenían menos de 30 años, medían menos de 1,70 metros de altura y pesaban menos de 70 kilogramos. Valentina fue seleccionada, en parte, debido a que su padre había sido un héroe de guerra, muriendo en combate en la Guerra de Invierno cuando ella tenía dos años. Para capacitarse para misiones espaciales, la joven soviética tuvo que pasar por vuelos de ingravidez, pruebas de aislamiento, pruebas en la centrifugadora, teoría de cohetes y de naves espaciales, 120 saltos en paracaídas y formación en el avión de combate MiG-15UTI.

Imagen de archivo de Valentina Tereshkova

Todo ello hasta llegar al 16 de junio de 1963, fecha en la que Valentina Tereshkova ascendió al espacio a bordo de la nave Vostok 6. Lo hizo en solitario, en una aventura que tuvo malos momentos, con migrañas, náuseas y una imperiosa necesidad de variar la trayectoria de la nave, dado que un error podría haber provocado que se alejase irremediablemente de la Tierra.

Finalmente, el día 19 de junio de 1963, Valentina abandonaba la nave a 6.000 metros de altura, descendiendo en paracaídas sobre la población de Karaganda, ubicada en lo que hoy en día conocemos como Kazajistán. Desde aquel momento, su nombre está escrito con letras cirílicas doradas. Fueron 48 vueltas al planeta Tierra las que aguantó la infatigable cosmonauta soviética, pudiendo escribir el diario de a bordo y tomando imágenes del exterior, que permitieron el descubrimiento de los aerosoles atmosféricos.

Años después, en 1969, Valentina se graduó como ingeniera espacial, aunque el cuerpo femenino de cosmonautas quedó disuelto antes de pasar a la siguiente década. Ya en 1977 recibió su doctorado en ingeniería y en 1997 se retiró de la fuerza aérea. Eso sí, a pesar de contar con 76 años, en 2013 expresó, según lo publicado en el medio The Guardian su deseo de poder viajar a Marte, aunque únicamente fuese en un vuelo sin retorno. Ahora mismo, Valentina Tereshkova es diputada de la Duma Estatal de la Asamblea Federal de la Federación Rusa.

El artículo Si no la conoces, debes hacerlo. Fue la primera astronauta de la historia y se lo debemos a la URSS fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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