«Telegram no debería jactarse de esconder en su red social a criminales»

Pavel Durov recuerda irremediablemente al personaje de Neo de la película ‘Matrix’. Siempre vestido de negro —cuando no aparece en redes sociales con el torso desnudo— y con una mirada dura y fría, que refleja su pensamiento casi enfermizo por proteger los datos de sus usuarios y ‘luchar’, a su manera, contra el sistema. Junto a su hermano fundó en 2013 Telegram, pero esta no fue la primera incursión de Pavel en el ciberespacio. Antes de la aplicación de mensajería había creado VK, una especie de Facebook en cirílico, que le hizo ganarse el apodo del ‘Mark Zuckerberg ruso’, y convertir a Rusia en su principal enemigo, después de negarse a cumplir con las demandas del gobierno moscovita de cerrar los grupos y comunidades de la oposición en su plataforma, que terminó vendiendo. «Para ser verdaderamente libre hay que estar dispuesto a arriesgarlo todo por la libertad», declaraba el CEO de Telegram en 2016, durante el Mobile World Congress celebrado en Barcelona. Su obsesión por la libertad de expresión y por mantener completamente anónimos a sus usuarios le ha conducido a ser detenido el pasado sábado en Francia , nada más bajar de su avión privado. Las autoridades galas, en concreto la Ofmin (la oficina encargada de prevenir la violencia contra los menores), habían emitido una orden de detención contra Durov, quien tiene doble nacionalidad francesa y de los Emiratos Árabes, por cómplice de delitos como el tráfico de drogas, pedofilia, ciberacoso, delincuencia organizada y promoción del terrorismo. Noticias Relacionadas estandar No Durov, fundador de Telegram El ‘Zuckerberg ruso’ obseso por la privacidad cazado por la Justicia francesa José Ramón Navarro-Pareja estandar No Francia niega que la detención del fundador de Telegram sea «una decisión política» AFPSostienen que su falta de moderación en Telegram y la falta de cooperación de Durov con las autoridades, junto con las herramientas que la plataforma ofrece —como el cifrado encriptado de mensajes o la posibilidad de ocultar tu número de teléfono— lo convierten en el responsable del lado oscuro de Telegram. Dicho de otra manera, Durov es sospechoso de no tomar acciones para impedir el uso de la plataforma Telegram con fines criminales. Porque en la contraparte azul de WhatsApp hay un mundo muy oscuro, con cientos de canales donde se comercializa pornografía infantil, drogas o armas; e incluso donde se organizan operaciones militares o ataques terroristas. Mártir de internetEl arresto de Durov no ha tardado en generar una ola de reacciones en la élite tecnológica. Por ejemplo, el magnate y dueño de X, Elon Musk, fue uno de los primeros en unirse a esta nueva oportunidad de agitación, animando a sus seguidores a «posicionarse», asegurando que «hoy es Telegram; mañana será X». «En 2030 en Europa serás ejecutado por darle me gusta a un meme», comentaba en otro mensaje, a la vez que expresaba «Liberté, Liberté!, Liberté?», haciendo una clara mofa del lema oficial de la República Francesa. Edward Snowden, consultor informático que se hizo famoso al filtrar información de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EE.UU., calificó el arresto de «asalto» al derecho de libertad de expresión: «Estoy sorprendido y muy apenado de que Macron se haya rebajado a tomar rehenes como medio para acceder a nuestras comunicaciones privadas». A través de Telegram, George Lobushkin, antiguo secretario de prensa de Durov y que sigue siendo cercano a él, también apuntó a la vulneración de la libertad de expresión, calificándolo de «monstruoso ataque», algo que es «más propio de China que de Francia». El gurú de Silicon Valley, Paul Graham, aseguraba en un mensaje en X que «es difícil imaginar un país que a la vez arreste al fundador de Telegram y sea un gran ‘hub’ de ‘startups’». Y así, miles de personas a través de la red social de X han elevado a Durov al rango de nuevo mártir de internet, todo recopilado en el hashtag #freepavel.La app seguirá igualPara aquellos que esperen un cambio de paradigma en la red social, en principio, la detención de su CEO no afectará al funcionamiento habitual de Telegram. «Tal vez se retrase la implementación de algunas novedades que posiblemente a Durov le hubiera gustado supervisar personalmente, pero la aplicación y sus funcionalidades deberían seguir como hasta ahora ya que, de momento, no hay nada que se lo impida», comenta Josep Albors, experto en ciberseguridad. Los casi mil millones de usuarios de la app podrán seguir compartiendo todo tipo de contenido, al igual que se mantendrán los múltiples canales donde se comparten todo tipo de bulos e ilegalidades. ¿Cuál es el motivo de ello? Albors explica que «el problema para Francia no está en las actividades ilícitas que algunos usuarios realizan en Telegram, sino en la postura adoptada por Durov para prevenir estas actividades ilegales, que ha sido nula».Ley de Servicios DigitalesPara evitar situaciones de este tipo, la Unión Europea aprobó a finales de 2022 la Ley de Servicios Digitales (DSA), con la que obliga a las grandes plataformas de internet a colaborar con las autoridades y la Justicia para combatir el crimen y la delincuencia. Esto es de lo que Francia acusa ahora a Durov de lavarse las manos, y justo lo que Facebook, Google o Apple llevan tiempo obligadas a cumplir. «Hasta hoy, hemos entregado 0 bytes de datos de usuarios a terceros, incluyendo gobiernos», explica la web oficial de Telegram. TikTok, por ejemplo, solo en Estados Unidos ha realizado al Gobierno más de 500.000 reportes de pornografía infantil. «Telegram no debería de jactarse de esconder en su red sociales a criminales. ¿Es libertad de expresión o incumplimiento de la ley?», expresa el investigador Marcelino Madrigal.Por lo pronto, las primeras reacciones del arresto del CEO ya han golpeado a la aplicación. Ayer, la cotización de Toncoin (TON), la criptomoneda de The Open Network vinculada a Telegram y que actualmente es el décimo criptoactivo más grande del mercado, cayó un 16%, tras descender hasta un 21% el pasado domingo cuando se hicieron eco los medios de la detención de Durov. Por suerte, no habrá repercusiones para la economía en general, porque la compañía no cotiza en bolsa. «Telegram se sustenta con la financiación propia del CEO y los donativos de los usuarios», explica Irina Madrilley, especialista en redes sociales de la agencia Rocket Digital. Al final, parece que todo lo que ocurre en Telegram se queda en Telegram.

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