La tecnología del cambio automático poco a poco se va imponiendo en la industria automotriz y cada vez son más los coches que presentan este tipo de transmisión en relación a los que aún mantienen el cambio manual. De hecho, ya hay no pocos vehículos que se venden de manera exclusiva con cambio automático. La comodidad que ofrecen a la hora de conducir es una de los grandes reclamos de los coches con esta tecnología, aunque es cierto que todavía existe un gran número de conductores que prefieren el cambio manual para controlar el funcionamiento y el régimen de vueltas del motor. Existe un gran debate sobre qué cambio es mejor.
Si eres de los conductores que han tenido un vehículo con cambio manual hasta ahora y estás valorando comprar un coche con cambio automático, es importante tener claro qué significan las letras que suelen aparecer en el cambio. Son varias y cada una de ellas indica un modo de funcionamiento. En líneas generales, aunque depende del fabricante, en un cambio automático suelen estar las letras ‘P’ de parking -bloqueo de la transmisión-, ‘R’ de reversa -marcha atrás-, ‘N’ de neutro -punto muerto’ y ‘D’ de drive -conducir hacia delante-. Sin embargo, hay cambios que suman letras como la ‘S’ o la ‘L’.
Hay muchos conductores que desconocen el significado de la letra ‘L’ de los cambios automáticos
La letra ‘S’ suele estar referida a un modo de conducción ‘Sport’, por lo que no es raro verla en algún botón accesorio o junto a la letra ‘D’ de conducción, pero la ‘L’ es una letra que no está en todos los cambios automáticos. De hecho, su presencia se limita a algunos vehículos, lo que puede llegar a confundir al conductor si no está habituado a este modo de funcionamiento. En cualquier caso, la ‘L’ viene de ‘Low’ -marchas bajas- y sirve para que la transmisión funcione en un régimen de vueltas alto en lo que sería una marcha corta dentro de un vehículo con cambio manual.
En definitiva, el modo ‘L’ está pesando para que el vehículo se mantenga en una marcha baja y así tenga más fuerza para situaciones concretas como a la hora de remolcar otro vehículo, subir una pendiente pronunciada o incluso para grandes bajadas, ya que estaríamos ante un modo que permite cierto freno motor. También el modo ‘L’ es propicio para condiciones de baja tracción en terrenos con barro, arena o barro, ya que así el vehículo puede encontrar mayor tracción, incluso si el vehículo en cuestión no monta los neumáticos más adecuados para este tipo de superficies.
Conducir un coche automático es muy sencillo y por eso esta tecnología cada vez tiene una mayor aceptación
La inclusión del modo ‘L’ en un cambio automático depende del fabricante y en muchos casos no está presente porque el propio software de gestión del cambio automático detecta cuándo el vehículo necesita rodar en una marcha baja y adapta el funcionamiento de la transmisión a este hecho sin necesidad de que el conductor ponga el cambio en modo ‘L’. Sea como fuere, tanto si el cambio automático cuenta con el modo ‘Low’ como si no lo tiene, la utilización de la transmisión para nosotros como conductores es prácticamente idéntico, ya que como hemos dicho se trata de un modo de funcionamiento muy concreto.
Por ello, a la hora de utilizar un vehículo con una transmisión automática, tenemos que tener en cuenta que al subirnos al coche nos vamos a encontrar la transmisión en modo ‘P’ y que para poder circular deberemos pisar el freno y activar el modo ‘R’ o el modo ‘D’ con el fin de abandonar el estacionamiento, ya sea marcha atrás o hacia delante. Una vez que ya estamos listos para circular, sólo habrá que poner el modo ‘D’ y acelerar y frenar con el pie derecho, ya que ni siquiera hace falta poner el modo ‘N’ -neutro- cuando nos detenemos en un semáforo como pasa con los coches manuales.
El artículo Qué significa la L en el cambio de marchas de un coche automático fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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