Los tanques del futuro podrían incluir tecnología basada en las ideas de Nikola Tesla: quieren más poder destructivo reduciendo la huella de carbono

La Guerra Fría fue el último periodo de la historia humana donde ha existido un evidente rearme de los contendientes. En esta época en la que Estados Unidos y la URSS estaban enfrentados, las industrias de ambos países produjeron alguno de los carros de combate más potentes de la historia. Tal es así que todavía se utilizan. Sin embargo, todo tiene un fin y los ejércitos deben empezar a pensar en los nuevos tanques del futuro.

El concepto de carro de combate se ideó en la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y desde que se diseñó el Renault Ft 17, las cosas han cambiado poco en su idea original: un cuerpo blindado con una torreta giratoria armada con un cañón. En la Segunda Guerra Mundial hubo tanques icónicos y en la Guerra Fría llegaron los modelos que todavía hoy usan países como Estados Unidos, Rusia o Alemania. Puede que muy mejorados, pero al fin y al cabo son los mismos carros que aparecieron en 1970 y 1980.

La inteligencia artificial marcará los tanques del futuro

Esa es la conclusión a la que ha llegado un reciente artículo publicado en el medio especializado Popular Mechanics. Ahora bien, y como dice su autor, las fuerzas armadas de todo el globo ya están pensando en reemplazar estos carros de combate por otros que deberían llegar en torno a la década de 2050 y que contendrán tecnología de última generación basada en las ideas de Nikola Tesla.

Las ideas a las que se hacen alusión no son otras que las de aplicar los avances actuales –y que llegarán en el futuro– al desarrollo de carros de combate. Esto significa que los tanques que aparezcan en 2050 dependerán activamente de la informática, la inteligencia artificial y de motores que dejen una huella de carbono mínima en el planeta. Aparte de todo eso, se está estudiando las posibilidades de rediseñar el concepto haciéndolos más pequeños y ligeros.

Lo dicho antes es muy importante. En la era actual los enemigos del tanque, tales como cohetería, drones y el encarecimiento de los combustibles ha puesto a estos vehículos entre la espada y la pared. Las nuevas armas cada vez producen más daños en la superficie del blindaje, lo que ha llevado a que los carros modernos lleguen a pesar hasta 70 toneladas, como el M1 Abrams. Todo ello para proteger a la tripulación, al vehículo y su hueco en el campo de batalla.

En el futuro se espera que los sistema de blindaje sean activos. Es decir, que no esperen a ser alcanzados para revelar su resistencia. Se quieren tanques que puedan lanzar drones y tengan sistemas guiados para eliminar los vehículos aéreos no tripulados del enemigo. La línea de investigación ya está en marcha, pero requiere tiempo e inversión.

A pesar de la opinión de los compañeros de Popular Mechanics, la verdad es que de cara a 2050 todavía podrían cambiar muchas cosas. Incluso algunos han visto en la actual guerra de Ucrania la muerte del tanque tal y como lo conocemos. Habrá que esperar a ver como evolucionan los sistemas de defensa para tener una idea clara de cómo serán los carros de combate para esa fecha. Estaremos muy atentos a cualquier novedad al respecto.

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