El piloto automático de Tesla ya conduce como un ser humano: nadie imaginaba que iba a saltarse estas señales de tráfico

Seguramente, no conocías cómo es posible que el piloto automático de Tesla es capaz de reconocer señales, vehículos y peatones mientras es utilizado por los conductores de los coches de la compañía estadounidense. No te preocupes, en este artículo queremos desgranar el funcionamiento del equipo de anotación de datos de Tesla, que consigue facilitar la labor del Autopilot y del sistema de Capacidad de conducción autónoma total.

El equipo encargado de alimentar al Autopilot de Tesla

La empresa de Elon Musk es reconocida tanto por sus vehículos eléctricos como por la tecnología que estos integran. El software de los coches de Tesla es sorprendente cuando lo utilizas, nosotros hemos podido probar de primera mano el Model 3 y el Model Y, y parte de su excelente funcionamiento tiene que ver con la imprescindible labor de los trabajadores de ciertos equipos de la empresa norteamericana.

Y las maneras de entrenar a los sistemas internos de Tesla es, cuanto menos, sorprendente. En ciertas ocasiones, los trabajadores de Tesla acceden a las grabaciones de los coches del Modo Centinela y de la cámara del interior del vehículo. De esta manera, los especialistas de la compañía pueden saber cómo se comportan los conductores mientras se utiliza el Autopilot. Eso sí, previamente, los conductores han aceptado compartir sus datos con Tesla.

Y es aquí donde entran en juego las diferentes normativas en distintos países. Dado que existen señales, carreteras y avisos que no son compartidos en todos los países, los trabajadores de Tesla tienen que estar al tanto de su significado. Sin embargo, en ciertas ocasiones, estos no son lo estrictos que sería necesario.

En declaraciones recogidas en el medio Business Insider, algunos trabajadores aseguran que se les incita a ignorar señales de semáforos en rojo o señales de prohibición de cambio de sentido. Afirman que desde Tesla se busca ‘una mentalidad de conductor’, es decir, entrenar al sistema para conducir como lo haría un ser humano y no ‘como un robot que solamente sigue las reglas’.

Sin embargo, parece que a los propios trabajadores, Tesla sí les obliga a trabajar como auténticos robots, a juzgar por lo expuesto acerca de cómo es el trabajo en los centros de anotación de datos. De hecho, son dos herramientas las que se utilizan para monitorizar su actividad laboral. La primera de ellas se denomina HuMans y mide el tiempo que cada trabajador debe dedicar a los vídeos. Si se excede de manera continuada, será incluido en un programa de mejora del rendimiento.

Por otro lado, el sistema de software Flide Time sigue la actividad de los trabajadores, pudiendo monitorizar las pulsaciones del teclado o el tiempo que estos pasan con el programa de etiquetado abierto. En este caso, incurrir en actividades poco productivas puede implicar sanciones disciplinarias o, incluso, el despido de la compañía. Tesla busca sistemas más humanos de conducción, revisados por humanos que actúan como máquinas.

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