Qué es la tripofobia, cuál es su explicación científica y cómo puedes saber si la padeces

La tripofobia es una condición que ha ganado notoriedad en los últimos años debido a la reacción visceral que provoca en algunas personas al ver patrones repetitivos de pequeños agujeros. Aunque no se trata de una fobia reconocida oficialmente en los manuales de diagnóstico de salud mental, muchas personas reportan sentir asco o incomodidad al ver objetos como panales, esponjas o incluso ciertas frutas. En este artículo, analizaremos en detalle qué es la tripofobia, su posible explicación científica y cómo puedes saber si la padeces.

¿Qué es la tripofobia?¿Cuál es la explicación científica de la tripofobia?Síntomas de la tripofobia¿Cómo puedes saber si padeces tripofobia?Realiza la prueba de tripofobiaTratamiento y manejo de la tripofobiaTripofobia y otras curiosidades

¿Qué es la tripofobia?

La tripofobia es el rechazo o aversión hacia los patrones repetitivos de agujeros o protuberancias. A diferencia de otras fobias, que suelen implicar miedo, la tripofobia generalmente está asociada con una sensación de repulsión, náuseas o incomodidad más que con el terror. Las personas afectadas pueden experimentar síntomas físicos al observar objetos cotidianos como la piel de algunos animales, frutas con muchas semillas o estructuras naturales como los panales de abejas.

¿Cuál es la explicación científica de la tripofobia?

Aunque la tripofobia aún no está oficialmente reconocida como un trastorno en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), los científicos han propuesto varias teorías para explicar su origen. Una de las hipótesis más aceptadas es que la aversión a los patrones con agujeros tiene una base evolutiva.

Asociación con el peligro: se sugiere que la tripofobia podría ser un mecanismo de supervivencia que nuestros antepasados desarrollaron para evitar posibles amenazas. Los patrones de agujeros pueden recordar a ciertas características de animales peligrosos, como la piel de algunas serpientes o insectos venenosos. Esta asociación visual podría provocar una reacción automática de repulsión como una forma de protección.

Procesamiento cerebral: otra teoría plantea que los patrones de agujeros requieren más esfuerzo para ser procesados por el cerebro humano, lo que desencadena una sensación de malestar. El cerebro, al tener que dedicar más recursos a interpretar este tipo de imágenes, podría producir una reacción de estrés o incomodidad.

Asociación con enfermedades: algunas investigaciones sugieren que los patrones repetitivos de agujeros pueden recordar a infecciones de la piel o enfermedades que causan cambios visibles, lo que podría generar una respuesta instintiva de rechazo. Este mecanismo tendría el propósito de evitar el contacto con algo que podría ser peligroso para la salud.

La esponja natural, con sus múltiples agujeros y textura porosa, es un objeto cotidiano que para muchas personas pasa desapercibido, pero para quienes padecen tripofobia, su aspecto puede generar una reacción de repulsión o malestar

Síntomas de la tripofobia

Las personas que padecen tripofobia pueden experimentar una serie de síntomas cuando están expuestas a patrones con agujeros, entre ellos:

Sensación intensa de asco: a menudo es el principal síntoma. Las personas sienten repulsión al ver objetos con muchos agujeros o protuberancias.

Escalofríos o náuseas: la exposición a imágenes tripofóbicas puede causar una reacción física que incluye escalofríos, temblores o incluso náuseas.

Sudoración excesiva: la reacción de repulsión puede ir acompañada de sudoración excesiva o sensación de calor.

Palpitaciones o respiración acelerada: algunos reportan un aumento en la frecuencia cardíaca y una respiración rápida o entrecortada.

Malestar general: la incomodidad puede ser tan fuerte que algunas personas sienten que no pueden mirar la imagen o el objeto que desencadena la respuesta.

¿Cómo puedes saber si padeces tripofobia?

Si crees que podrías padecer tripofobia, existen algunos pasos que puedes seguir para confirmar si estos patrones de agujeros provocan en ti una reacción de aversión. Hay una prueba llamada test de tripofobia, que suele consistir en la exposición a una serie de imágenes con patrones de agujeros o protuberancias. Los resultados de esta prueba, aunque no son un diagnóstico formal, pueden indicarte si presentas una sensibilidad marcada a este tipo de estímulos.

Realiza la prueba de tripofobia

La prueba de tripofobia no es invasiva y, por lo general, puedes encontrarla online. Durante el test:

Se te mostrarán imágenes que incluyen patrones de agujeros, así como otras sin ellos, y deberás evaluar tu nivel de incomodidad.

Tras el test, se comparan tus reacciones a las imágenes tripofóbicas con aquellas que no tienen agujeros, lo que permite obtener un indicativo de si padeces este fenómeno.

Una puntuación alta en la prueba podría sugerir que tienes una aversión significativa a los patrones de agujeros. En caso de que esta aversión afecte tu vida diaria, puedes considerar hablar con un profesional de la salud mental para obtener más orientación.

El panal de abejas, con sus perfectos hexágonos alineados, es una obra maestra de la naturaleza, pero para quienes sufren tripofobia, su patrón repetitivo puede provocar una intensa sensación de incomodidad o rechazo

Tratamiento y manejo de la tripofobia

Para las personas que sufren tripofobia de manera intensa, y cuya calidad de vida se ve afectada, existen algunos métodos terapéuticos que pueden ser útiles:

Terapia de exposición: este enfoque gradual te expone lentamente a los desencadenantes tripofóbicos en un entorno controlado, ayudándote a manejar y reducir tu respuesta emocional ante estos estímulos. Esta terapia ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de otras fobias y ansiedades específicas.

Terapia cognitivo-conductual (TCC): la TCC es una forma de psicoterapia que te ayuda a cambiar la forma en que percibes los objetos que desencadenan la tripofobia. Este enfoque te enseña a controlar la ansiedad que estos patrones provocan y a reestructurar tus pensamientos negativos sobre ellos.

Técnicas de relajación: aprender técnicas de respiración profunda, meditación o visualización puede ayudarte a reducir los síntomas físicos de la tripofobia cuando te enfrentas a patrones con agujeros.

El coral marino, con sus estructuras llenas de cavidades y agujeros repetitivos, puede ser una maravilla natural, pero para quienes padecen tripofobia, su apariencia puede generar una fuerte sensación de malestar o aversión

Tripofobia y otras curiosidades

La tripofobia es solo una de las muchas peculiaridades del cerebro humano. A lo largo de la historia, los científicos han investigado diversas curiosidades que también nos sorprenden, como, por ejemplo, por qué hay huevos azules de gallina. Esta característica, que puede parecer extraña, tiene una explicación genética: algunas razas de gallinas, como la Araucana, producen huevos de este color debido a un pigmento llamado biliverdina.

Otra curiosidad interesante es por qué los arcoíris tienen exactamente 7 colores. Esta maravilla de la naturaleza se debe a la refracción y dispersión de la luz solar a través de las gotas de agua, descomponiendo la luz en siete colores visibles: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta. Estos fenómenos, aunque aparentemente no relacionados con la tripofobia, nos recuerdan lo fascinante y compleja que es la interacción entre el entorno y nuestra percepción.

¿Cuánta gente tiene tripofobia en el mundo?

Se estima que aproximadamente un 17% de la población mundial, es decir, alrededor de 1 de cada 6 personas, experimenta algún grado de tripofobia. Aunque no es una fobia oficialmente reconocida, muchas personas reportan sentir incomodidad o repulsión ante patrones con agujeros.

El artículo Qué es la tripofobia, cuál es su explicación científica y cómo puedes saber si la padeces fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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