El avión de combate más moderno de Estados Unidos está en peligro: el gobierno no está de acuerdo con las próximas compras

Estados Unidos se encuentra ante la atenta mirada de todos los analistas militares el mundo. La superpotencia nacida de la Guerra Fría se halla en un momento importante en cuanto a su poderío bélico, ya que otros actores entre ellos Rusia y sobre todo China quieren disputarle el puesto. Por eso mismo su inversión militar ha crecido, pero no parece que las cosas vayan bien. Al menos en lo que se refiere a su avión de combate F-35, uno de los más moderno que tiene en la actualidad.

El caza de combate, específicamente “caza furtivo”, F-35 es una de las joyas de la corona del arsenal estadounidense. Estos cazas se diseñaron a grandes rasgos como una versión abaratada del más costoso F-22 Raptor. Desde que se diseñara y empezara a producirse el gigante norteamericano ha entregado decenas de unidades, tanto a sus propias fuerzas armadas como a otros países aliados dentro y fuera de la OTAN.

Los nuevos lotes de F-35 para el ejército tendrán que esperar

Pese a que ha habido problemas de desarrollo con el F-35, incluso algún accidente y filtración hecha por el enemigo, ha conseguido hacerse un hueco entre las tecnologías de última generación más relevantes de principios de ese siglo. El F-35 parece ser un activo muy codiciado por los aliados de Estados Unidos por sus capacidades de combate. Sin embargo, parece que ahora hay un “pequeño” problema en los contratos de entrega que han acordado el gobierno y la empresa fabricante Lockheed Martin.

En concreto, y tal y como ha contado Breaking Defense en un artículo, es poco probable que la empresa y el Pentágono lleguen a un acuerdo sobre el próximo lote de cazas f-35 antes de finales de este mes de septiembre. Esto es un problema, ya que supondrá un impacto de 1.000 millones de dólares para el gigante desarrollador en sistema de defensa. Lockheed Martin sobrevive gracias a los encargos estatales y si no hay acuerdo con las autoridades oficiales las cosas pintan mal.

Por supuesto en esta historia cada una de las partes ha defendido su posición. Mientras que Lockheed Martin ha puesto el punto en que el parón en las compras y entregas puede ser perjudicial para su economía interna, el Pentágono advierte que los F-35 que se han entregado no vienen totalmente actualizados. Es decir, los sistemas de navegación y combate instalados requieren de mejoras. Por eso anteriormente el gobierno retuvo 5 millones de dólares por avión del coste total. Coste que depende de la versión, pero que en todos los casos supera los 70 millones dólares.

昨日のありえねぇ低速で急旋回するF-35でも見て落ち着くか pic.twitter.com/yGCOhL1v4y

— 桑澤 亮📿🎀 【KittyHawk】 (@k8c_Guitar) September 16, 2024

La otra cara de la moneda en este tema es que todo lo que le vaya mal o retrase el rearme estadounidense beneficia a sus enemigos potenciales. Tanto Rusia, aunque el poderío militar de esta potencia está muy entredicho, y China quieren superar a Estados Unidos en cuanto a tecnología y sistemas de defensa. El país asiático es el que más cerca está de conseguirlo con navíos, vehículos y armas que avecinan un futuro muy variado en cuanto a armas de toda clase basadas en tecnologías de última generación.

Estaremos atentos a cualquier novedad al respecto de lo que ocurra en los contratos de Lockheed Martin y el Pentágono. El F-35 vuelve a estar en el punto de mira y no para bien.

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