Esta historia comienza con el supuesto accidente de una nave extraterrestre en el año 1947. La pieza metálica que protagoniza este artículo tiene una procedencia desconocida, pero, en apariencia, posee una estructura de materiales que nunca antes había sido vista. Fue una entidad privada, conocida como To The Stars Inc, la que se hizo con su posesión y acabó enviándola a analizar para conocer su verdadero origen.
La pieza metálica enviada al Laboratorio Nacional Oak Ridge
La compañía To The Stars Inc, dedicada a la investigación de fenómenos que podrían anticipar la existencia de vida en otros planetas, dejó que la pieza metálica llegase a manos de la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios, una organización gubernamental de Estados Unidos, para que esta pudiese realizar una investigación a conciencia del extraño objeto, que parecía incluso poseer la capacidad de levitar.
Los primeros análisis dictaminaron que se trataba de una aleación de magnesio, aunque también contenía zinz, bismuto y plomo. Sin embargo, para confirmar sus sospechas, contactaron con el Laboratorio Nacional Oak Ridge, en el año 2022, para que realizase un exhaustivo estudio. Según los resultados obtenidos en este laboratorio, la pieza de metal ‘supuestamente exhibe propiedades extraordinarias’.
Imagen de la pieza metálica recuperada en los años 40 en Estados Unidos
Con el fin de discernir si se trata de un objeto de origen extraterrestre, los científicos del Laboratorio Nacional Oak Ridge tuvieron que buscar tanto biofirmas, existencia de sustancias compatibles con la vida, como tecnofirmas, evidencias de tecnología extraterrestre. En cuanto a las biofirmas, parece que los isótopos de los metales de la aleación tenían procedencia terrestre, con lo que únicamente quedaba acercarse a investigar las mencionadas tecnofirmas.
A través de un microscopio electrónico de transmisión de barrido se pudo comprobar que la estructura cristalina del magnesio era similar a las que se fabrican en nuestro planeta de manera habitual. Pero yendo un paso más allá, también se quiso comprobar si poseían una pieza que formaba parte de una guía de ondas de terahercios, que podría ser utilizada para hacer levitar objetos. El informe aclara:
ORNL tiene un gran nivel de confianza de que todos los datos indican que el material fue fabricado terrestemente, aunque utilizando una mezcla poco común de elementos para los estándares actuales, y que sufrió daños por factores estresantes mecánicos y de calor.
Seguimos sin saber la procedencia original del pedazo de metal, pero sí parece que no estamos ante tecnología extraterrestre, tal y como imaginamos que les hubiese gustado comprobar a los miembros de la organización To The Stars Inc. Eso sí, el análisis no ha sido una total pérdida de tiempo, ya que a menos empezamos a descartar objetos como procedentes de otras civilizaciones, lo que nos ayudará a entender posibles objetos extraterrestres.
El artículo Amantes de las conspiraciones aseguran que esta pieza metálica es extraterrestre y capaz de provocar levitaciones fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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