La directora de tecnología de OpenAI, Mira Murati , ha anunciado este miércoles que deja la empresa sumándose así a una creciente lista de salidas de altos directivos.Murati dijo que era «un privilegio extraordinario» haber formado parte de la empresa con sede en San Francisco y describió en una publicación en X que era una difícil decisión marcharse de un lugar al que aprecia, pero que era el momento «adecuado» : «Quiero crear el tiempo y el espacio para hacer mi propio camino», escribió.El jefe de OpenAI, Sam Altman, respondió a la publicación de Murati agradeciendo su impliación con la empresa. Es el último miembro influyente del equipo de OpenAI que abandona su puesto. El cofundador Greg Brockman se encuentra en excedencia prolongada y el también fundador de OpenAI John Schulman se marchó a su rival del sector de la IA, Anthropic, según un informe de ‘The Information’. También se ha marchado un jefe de equipo de producto que OpenAI había contratado en Meta. El cofundador de OpenAI, Ilya Sutskever, abandonó la compañía a principios de año tras una batalla en la junta directiva en la que Altman fue expulsado temporalmente de la empresa.OpenAI lanzó a principios de este mes un a nueva serie de modelos de inteligencia artificial diseñados para pasar más tiempo pensando con la esperanza de que los chatbots generativos de IA proporcionen respuestas más precisas y beneficiosas. El nuevo modelo, apodado Strawberry, está diseñado para abordar tareas complejas y resolver problemas más complejos de ciencia, codificación y matemáticas, algo que los modelos anteriores han sido criticados por no proporcionar de forma consistente. A diferencia de sus predecesores, estos modelos han sido entrenados para refinar sus procesos de pensamiento, probar diferentes métodos y reconocer errores antes de desplegar una respuesta final.El impulso de OpenAI para mejorar el «pensamiento» en su modelo es una respuesta al persistente problema de las «alucinaciones» en los chatbots de IA. Esto se refiere a su tendencia a generar contenido persuasivo pero incorrecto, que ha enfriado un poco el entusiasmo por las funciones de IA al estilo ChatGPT entre los clientes empresariales. El nuevo lanzamiento se produce cuando OpenAI está recaudando fondos que podrían situarla en torno a los 150.000 millones de dólares, lo que la convertiría en una de las empresas privadas más valiosas del mundo, según medios estadounidenses.
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