Existen parajes indescriptibles en muchos rincones del planeta, eso por descontado. Sin embargo, pocos lugares reúnen las condiciones necesarias para pasar de ser enclaves importantes en una de las contiendas bélicas más importantes de nuestra era y, además, una localización que deja sin aliento a cualquier que ha podido llegar a visitarla. Y nosotros te contamos, brevemente, su historia.
La historia de la escalera Haiku y su estado actual
Una simple escalera que conduce a lo más alto de una montaña es el punto de partida de un lugar con una larga historia. Comenzaremos por el principio. La escalera Haiku comenzó a ser construida en el año 1942 como parte de un proyecto secreto de Estados Unidos en el marco de la Segunda Guerra Mundial, en lo que se buscaba que sería una estación de radio naval. Para su ubicación, nada mejor que el valle Ha’ikū.
La elección era perfecta debido a la topografía del terreno. Este valle se enclavaba entre dos paredes montañosas de hasta 600 metros de altura, lo que era ideal para la construcción de la estación de radio dado que se conformaba una especie de anfiteatro natural. Varios picos del valle fueron utilizados para instalar las antenas del sistema de comunicación, que se encontraban a gran altura y que necesitaban de escaleras para acceder a ellas.
En un principio, fueron 3.922 listones de madera los que se utilizaron para crear los escalones, aunque años más tarde, estos fueron intercambiados por escalones de metal, en lo que se conoce en la actualidad como escalera Haiku. Sin embargo, cuando Estados Unidos abandonó estas instalaciones, las escaleras pasaron a ser un recuerdo entre montañas.
Hasta los años 80, las escaleras permanecieron abiertas, pero no fueron un atractivo turístico. Eso sí, después de aparecer en un capítulo de la serie de televisión Magnum, volvieron a hacerse tan famosas que el camino tuvo que cerrarse en 1987. Hubo intentos, ya en el siglo XXI, de volver a abrir las escaleras, pero como sería necesaria una remodelación y casi 1 millón de dólares, el proyecto se quedó en un simple cartel de ‘Prohibido el paso’.
En la actualidad, los Amigos de las Escaleras Ha’ikū son una organización dedicada a proteger este camino y apuestan por no permitir la entrada a cualquier persona, sino tener un control sobre el acceso, para que todo el que quiera pueda disfrutar de las vistas que pueden obtenerse del valle y la isla.
Sin embargo, según el diario Hawaii News Now parece que la demolición de las escaleras ya es un hecho y costará más de 2 millones de euros. No más tiktokers e instagramers en Ha’ikū, grabando vídeos o poniendo en riesgo su vida en el famoso columpio que fue instalado en el recorrido.
El artículo Esta megaescalera fue construida durante la Segunda Guerra Mundial en Hawái y ahora no saben qué hacer con ella fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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