Nadie quiere oír hablar de tanques rusos, pero España los utilizó durante mucho tiempo: fueron comprados durante la Guerra Civil

No han sido pocos los autores que han mirado la Guerra Civil Española (1936-1939) como un campo de pruebas del nuevo armamento, una sangrienta antesala de lo que sería la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). La verdad es que es una opinión muy difundida y siguiendo ese esquema debemos hablar de un vehículo blindado que participó en la contienda y que luego equipó al nuevo Ejército Español hasta la década de 1950. Nos referimos al carro de combate T-26B de origen soviético. Sí, porque España tuvo tanques rusos.

Hoy, con la guerra en Ucrania en curso parece que los analistas militares no quieren hablar de los tanques rusos. Es más, debido a nuestra situación geográfica en el mapa los comentarios que nos llegan siempre son nefastos. Los carros de combate puestos por Putin en Ucrania son de lo peor. No se pueden comparar a los Leopard II alemanes o los M1 Abrams estadounidenses. No lo discutimos, pero la historia que os vamos a contar es de unos tanques rusos que en su momento fueron lo mejorcito en cuanto a sistemas de armas.

Llegó de las frías estepas para combatir en la calurosa España

Iniciada la guerra en España, el gobierno de la Segunda República consiguió llegar al mercado soviético. Las compras hechas en la URSS proporcionaron el material imprescindible para organizar un ejército con todas sus ramas, y por supuesto en ella estaba la acorazada. España ya tenía unos pocos tanques antes de las hostilidades. De sus tratos con Francia había logrado adquirir Renault FT 17, ligeros y muy usados en la Gran Guerra. También consiguió en su momento gases venenosos que no dudó en usar contra la población civil, aunque esa es otra desagradable historia.

Volviendo a las compras en el supermercado armamentístico soviético, los republicanos importaron en sendos envíos a lo largo de tres años un total de 281 carros de combate T-26B. Estos tanques eran ligeros, no tanto como el Renault, pero lo eran para los estándares modernos. Pesaban «solo» 9,5 toneladas, estaban equipados con una ametralladora de 7,62 mm y como arma principal llevaban un cañón de 45 mm. En definidas cuentas, en la década de 1930 había pocas que se le compararan.

Especificaciones técnicas del carro T-26BPaís de origen y producciónFue fabricado en la Unión Soviética desde 1931 hasta 1941, cuando fue reemplazado por modelos más pesadosArmamentoCañón 45 mm 20K mod. 1932–34 con 122 proyectiles y una ametralladora ligera DT con casi 3.000 cartuchos para defenderse de la infanteríaPeso, velocidad y otras característicasPesaba 9,6 toneladas, podía alcanzar velocidades de hasta 30 kilómetros hora en suelo pavimentado y hasta 16 kilómetros hora en todoterreno. Su autonomía le permitía recorrer entre 140 y 240 kilómetros. La capacidad del depósito era de 290 litros de gasolina

Una vez en España, los T-26 fueron organizados en compañías acorazadas y participaron en casi todas las batallas. Los rebeldes o franquistas también tuvieron tanques importados de la Alemania Nazi como el Panzer I. No obstante, el T-26B los superó a todos con creces. Tanto es así que cuando los soldados de Franco tenían la oportunidad de capturar un carro de estos lo hacían sin pensarlo y lo sumaban a sus propias fuerzas. Cuenta la historia popular que los alemanes pagaban 500 pesetas a los soldados que lograran capturar estos vehículos intactos. Un precio que era una pequeña fortuna en la España de entonces.

En las sucesivas batallas, los T-26B fueron perdiéndose ya sea por impactos directos o averías. Finalmente en 1939 los que quedaron pasaron a manos de los vencedores. Lejos de llevarse al desguace, la España de Franco los requirió para organizar cuatro regimientos acorazados. El tanque soviético pasó a ser conocido como carro Tipo II y se recuperaron 189 unidades, una más ni una menos.

El problema que tuvieron las fuerzas españolas con estos carros fueron dos. Primero que al ser un carro extranjero estaba el problema de las piezas de repuesto cuando hacían falta. El segundo era que para 1939 el T-26B estaba obsoleto. Los alemanes y otras potencias diseñaron más y mejores tanques y el T-26B se quedó muy atrás. Aun así, España no podía prescindir de ellos y los siguió utilizando hasta 1953, mucho más allá que cualquier otro país en todo el mundo. El aislamiento al que fue sometido el país fue causa de ello.

Carros de combate soviéticos T-26B destruidos durante la Operación Barbarroja en junio de 1941. Los soviéticos perdieron muchos tanques de este tipo inferiores a los Panzer

Curiosamente, durante una etapa corta, los alemanes enviaron algunos carros Panzer IV de cañón largo de 75 mm a España. Por lo que la mezcla de material nazi y soviético fue interesante. Finalmente, el aislamiento acabó a partir de 1950 cuando España hizo tratos con Estados Unidos y estos enviaron material para revitalizar las fuerzas armadas españolas. Entre ellos había lotes de carros M24 Chaffe y M47 Patton.

Fue entonces, y solo entonces, cuando España pudo desprenderse de unos vehículos que llevaban casi veinte años de servicio a sus espaldas habiendo participado en grandes operaciones y batallas. Los que sobrevivieron fueron repartidos por todo el territorio nacional siendo entregados a los cuarteles acorazados para servir como piezas decorativas y de estudio. En Madrid, en el parque del Goloso, se puede ver uno de ellos (imagen de portada).

El artículo Nadie quiere oír hablar de tanques rusos, pero España los utilizó durante mucho tiempo: fueron comprados durante la Guerra Civil fue publicado originalmente en Urban Tecno.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*