Los motores híbridos se han posicionado como la solución aristotélica entre los propulsores de combustión de toda la vida y el coche eléctrico. Sin embargo, hay personas que no se atreven del todo a dar el salto a este punto intermedio. La idea de mezclar un motor de combustión y un sistema eléctrico les parece la receta perfecta para acabar echando un saco de dormir en el taller.
Si piensas así, quédate a leer estas líneas. No te vamos a discutir que hay coches híbridos que es mejor que nunca hubieran visto la luz. Ya sea por su baja fiabilidad, o porque son la cosa más aburrida de conducir del mundo. Por suerte, el mercado actual tiene muchos coches con motores híbridos que sí merecen la pena.
En este artículo hemos recopilado los que consideramos los mejores motores híbridos que se venden en estos momentos. Hemos hecho la lista basándonos en la fiabilidad, pero también hemos incorporado cierto componente de deportividad para que todos los que leáis estas líneas os vayáis con una idea de automóvil adecuado para vuestras necesidades.
Toyota 2.5 HybridFord 2.5 Atkinson HybridHonda i-MMD 2.0 HybridStellantis 1.6 PureTech HybridToyota 1.8 HybridBMW 2.0 TwinPowerMercedes-Benz 2.0 Turbo (M 264 Hybrid)Renault 1.6 E-TechVolvo T8 Twin Engine Hybrid
Toyota 2.5 Hybrid
Toyota se decantó muy pronto por los vehículos híbridos, dejando los eléctricos un tanto aparcados. Periodistas de motor y algún que otro influencer atacó a la marca nipona por ello. Sin embargo, a la hora de la verdad, podemos decir que Toyota no se ha equivocado. Hoy por hoy, los híbridos tienen mucho mercado. Y Toyota tiene los mejores híbridos. Efecto experiencia.
El 2.5 Dynamic Force es un motor simple, robusto y efectivo. Todo lo que uno espera de un Toyota, vaya. Pese a ser un propulsor atmosférico, es un bloque increíblemente eficiente debido a que usa ciclo Atkinson.
Este motor da una potencia combinada que está alrededor de los 220 CV. Se ha montado principalmente las versiones híbridas del RAV4 y el Camry, así como en el Lexus ES 300h. Es un motor que ha tenido cierta evolución desde su lanzamiento y se combina con baterías de níquel-metal-hidruro o iones de litio en función del coche.
Ford 2.5 Atkinson Hybrid
Estamos ante un motor muy similar al Toyota que acabamos de comentar. En lugar de partir de un diseño nuevo, Ford usó un propulsor que ya tenía desarrollado para hibridarlo. El resultado es una máquina que consume poco y que ha ofrecido hasta el momento buenos niveles de fiabilidad, especialmente en las aplicaciones que ha tenido tras su última actualización en 2020.
Este bloque suele dar unos 200 CV de potencia combinada y está muy bien optimizado. En Europa podemos comprarlo en el Kuga FHEV. No obstante, al otro lado del charco, este motor de gasolina se usa en modelos con mucho mercado, como la Ford Maverick Hybrid.
Honda i-MMD 2.0 Hybrid
Honda tampoco se ha quedado nada atrás en el terreno de los motores híbridos. De hecho, parte de su secreto está también en la propia transmisión i-MMD (Intelligent Multi-Mode Drive).
El funcionamiento tiene su miga. Se parte de un bloque 2.0 atmosférico de ciclo Atkinson. Luego, para combinar la parte térmica y la batería, se usa un sistema que tiene dos motores eléctricos. Uno de ellos sirve como generador y el otro para dar par a las ruedas.
Pero el sistema va mucho más allá:
Cuando la autonomía lo permite, el coche va a circular en modo totalmente eléctrico, haciendo una conducción totalmente sin emisiones.En modo híbrido, el motor de gasolina alimenta al generador. El exceso de energía se almacena en la batería.Solo en el caso de que se requiera más potencia que la que hay, el sistema i-MMD permite que el motor trabaje directamente sobre las ruedas. El sistema eléctrico también funciona de apoyo.
Podríamos decir que este motor está muy en la línea de la filosofía de Honda. Es capaz de resolver un problema complejo de una forma simple. Se usa principalmente en el Honda CR-V, aunque en otros mercados, también está disponible en el Accord.
Stellantis 1.6 PureTech Hybrid
Este motor tiene poco de PureTech en realidad, así que no te asustes. Es una evolución del Prince, el motor que PSA desarrolló en el año 2006 junto a BMW, y que se usó en coches franceses, Mini y vehículos de la propia marca alemana. Hoy por hoy, es uno de los motores más interesantes que tiene Stellantis —alguien debería decirle a Tavares que se tiene que plantear un cambio de naming—.
En la parte térmica, se usa el 1.6 de gasolina turboalimentado. Por el otro lado está la parte eléctrica, que puede llevar un motor o dos en el caso de los vehículos con tracción integral (Hybrid4). En términos generales, hablamos de un propulsor que genera de forma combinada entre 225 y 300 CV.
La forma de uso depende del vehículo del que hablemos. En cualquier caso, tenemos el modo completamente eléctrico, el híbrido y la regeneración. Algunos vehículos permiten el ‘Sport Mode‘, que permite aprovechar la potencia combinada de ambos sistemas al mismo tiempo. Este motor lo puedes encontrar en coches como el Peugeot 3008 Hybrid4, el Peugeot 508 Hybrid, el Citroën C5 Aircross Hybrid o el DS 7 Crossback E-Tense.
Toyota 1.8 Hybrid
Para reducir las emisiones, no es necesario reducir también el tamaño de los motores. El 1.8 de Toyota es, probablemente, el propulsor híbrido más probado de todos. Tiene una potencia combinada de 120 CV y es el alma del Prius, el Corolla y el C-HR.
Este motor funciona bajo lo que Toyota patentó como Hybrid Synergy Drive. Usa un motor tetracilíndrico de gasolina atmosférico (el 2ZR-FXE) junto a un sistema elétrico y una transmisión CVT. Gracias a esto, el coche puede funcionar directamente en tres modos:
El modo eléctrico funciona a baja velocidad, como puede ser en zonas urbanas. El motor térmico estará apagado mientras tanto.El modo híbrido permite que ambos sistemas trabajen conjuntamente. El sistema decide automáticamente cuándo es más eficiente usar el motor de gasolina o el eléctrico, basándose en factores como la aceleración, velocidad, y carga de la batería.Por último, durante las frenadas, el sistema convierte la energía cinética en energía eléctrica que guarda en la batería para usar en los otros dos modos.
Este motor ha recibido ya numerosas actualizaciones, siempre mejorando sus capacidades y su eficiencia. Aunque no es una máquina especialmente potente, sí que es uno de los sistemas más sólidos que tenemos en el mercado, pese a su complejidad.
BMW 2.0 TwinPower
La estrategia que ha seguido BMW para enfrentarse a la electrificación ha sido una de las más inteligentes de todas. En lugar de jugársela todo a una carta, los de Múnich han diversificado bien sus opciones. No han hecho ascos ni a los térmicos, ni a los híbridos, ni a los eléctricos.
En el terreno híbrido, el 2.0 TwinPower es un propulsor digno de ser mencionado en este artículo. Los alemanes no han buscado como locos la eficiencia, sino más bien la deportividad. Es algo que se agradece incluso cuando el objetivo es algo tan básico como conseguir una pegatina ambiental.
El punto de partida es un B48B20, un propulsor turbo de gasolina de 2.0 litros de cilindrada. Este motor ya es bastante conocido por sus buenas prestaciones y fiabilidad. En la parte eléctrica, se usa un motor eléctrico de altas prestaciones y una batería lo suficientemente grande como para que el vehículo pueda recorrer unos 60 kilómetros en modo 100% eléctrico —la capacidad en kWh depende del modelo—.
¿Cómo funciona? En modo completamente eléctrico, la batería alimenta el motor eléctrico y propulsa las ruedas. Nada que no sepamos ya. El modo híbrido está pensado para trayectos más largos, donde la caja automática administra el par que aportan ambos sistemas. Por último, está la función XtraBoost, exclusiva hasta ahora del BMW Serie 3 330e. Lo que permite es usar toda la energía disponible en periodos cortos.
El resultado es una máquina muy bien afinada. El turbo está diseñado para entrar en acción sin retardo. Y la combinación con la distribución variable de BMW (Valvetronic y Double VANOS), hacen ver que la marca alemana ha sabido orquestar en un solo propulsor todo lo que ha aprendido en los últimos 30 años.
Mercedes-Benz 2.0 Turbo (M 264 Hybrid)
No debería extrañarte si te decimos que el objetivo de Mercedes-Benz con este propulsor es un tanto similar al de BMW. Mercedes no solo tiene la misión de hacer motores más eficientes. También tiene que hacer máquinas lo suficientemente potentes y emocionantes como para no tirar todo su legado por la borda.
La solución a la que llegaron los ingenieros de la marca de la estrella también es bastante similar. El propulsor térmico es un M 264, un bloque 2.0 de gasolina turboalimentado. En el mismo equipo, se utiliza una batería de litio con bastante capacidad y un motor eléctrico muy potente.
¿Resultado? Tanto en el C300e como en el E300e, la marca puede presumir de un par de vehículos que son capaces de hacer 60 o más kilómetros en modo eléctrico. La potencia combinada se va a los 320 CV. La respuesta al acelerador es muy directa, tanto por el apoyo que da el motor eléctrico, como por el uso del turbo single-scroll.
Teniendo en cuenta el público que suele comprar estas berlinas, no se puede pedir más. Son motores muy bien resueltos, con unas prestaciones acordes y con consumos muy bien medidos. Todo esto, sin perder la esencia de lo que uno espera en un vehículo de Mercedes, claro.
Renault 1.6 E-Tech
Uno de los grandes retos que ha puesto sobre la mesa la hibridación es dar con soluciones que sean versátiles. Renault ha resuelto bien el problema con su 1.6 E-Tech, que sirve tanto para híbridos convencionales, como para los enchufables. Da entre 140 y 160 CV.
Estrenado en el 2020, este propulsor usa un 1.6 de gasolina atmosférico que se combina con otros dos motores eléctricos:
El principal proporciona la mayor parte del empuje durante la conducción eléctrica y en situaciones de baja demanda de potencia. También asiste en las aceleraciones.El secundario permite arrancar el motor de combustión y cargar la batería durante el frenado regenerativo. Además, permite la sincronización de los modos híbrido y eléctrico.
Pero no acaba ahí el motor. La ciencia de este sistema está también en el cambio multimodo. Los Renault como el Clio E-Tech Hybrid o el Captur E-Tech Plug-in Hybrid funcionan con una transmisión de relaciones fijas sin embrague. El sistema está perfectamente resuelto para que el vehículo circule como si tuviera una caja de cambios automática tradicional. Parte de la caja trabaja con el motor de combustión, mientras que dos engranajes administran la energía de los motores eléctricos. Es una solución muy buena que se desarrolló originalmente en la Fórmula 1.
Volvo T8 Twin Engine Hybrid
La hibridación plantea retos muy complejos. Sin embargo, Volvo ha sabido afrontarlos muy bien, especialmente con su «Recharge», que es el propulsor que usa para sus modelos híbridos enchufables de alta gama.
Podríamos decir que los suecos se han complicado la vida para hacer este motor, pero eso no quita que sea muy interesante. El corazón es un B4204T34, un bloque de 4 cilindros en línea turboalimentado. Como apoyo, el de gasolina trabaja con dos motores eléctricos, uno en cada eje. Las potencias rondan los 400 CV, aunque depende del modelo en el que se montan.
Como resultado, el T8 Twin Engine es un motor que, incluso montado en un SUV grande como el XC90 Recharge, puede hacer más de 70 kilómetros en modo eléctrico. En función de las necesidades del trayecto, el vehículo se va ajustando para tirar más de la parte eléctrica o exprimir un poco más el propulsor térmico.
Te dejamos con un par de enlaces interesantes, como este en el que hablamos de las principales diferencias entre los coches híbridos. Y esta otra en la que nos centramos en cuánto cuesta cargar un coche híbrido enchufable en realidad.
El artículo Los 9 mejores motores híbridos disponibles hasta la fecha fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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