Una compañía de aspiradores robot ha sido hackeada. Como resultado sus dispositivos han empezado a insultar a sus propietarios y a perseguir a sus mascotas

Se pusieron de moda hace ya algunos años. Los aspiradores robot nos facilitan la limpieza diaria de casa y ya cuentan con mil y una funciones, que nos permiten desplegar todas sus funcionalidades para mantener un hogar libre de suciedad. Sin embargo, dado que son dispositivos conectados a internet, pueden ser blanco fácil de hackers. Y esto es lo que ha sucedido este mismo año.

Ecovacs y los aspiradores robot que se rebelaron contra sus dueños

Las primeras noticias acerca de aspiradores robot hackeados, de la compañía Ecovacs, comenzaron a viralizarse hace apenas unos días. Y esto no es algo que haya pasado desapercibido para la empresa asiática, ya que se ha demostrado que sus dispositivos pueden ser hackeados de manera muy sencilla, tal y como hicieron expertos en tecnología del medio ABC.

Sin embargo, ahora empezamos a conocer historias como la narrada por Daniel Swenson, un abogado de Minnesota, que comenzó a observar un comportamiento sospechoso en su aspirador robot mientras veía la televisión. Él mismo, según la información publicada por ABC Australia, asegura que ‘sonaba como una señal de radio estropeada o algo así’ y que ‘se podían oír fragmentos de quizás una voz’.

Después de abrir la aplicación móvil de Ecovacs, pudo comprobar cómo alguien estaba accediendo a la cámara del dispositivo, con lo que, de manera inmediata, reseteó el aspirador robot y cambió la contraseña de acceso. Sin embargo, no parece que esto fuese un impedimento para el hacker, dado que el aspirador comenzó de nuevo a moverse y a lanzar gritos racistas. Daniel asegura, antes de apagarlo, que:

Tuve la impresión de que era un niño, quizás un adolescente. Quizás estaba saltando de dispositivo a dispositivo para molestar a distintas familias.

Pero este no es el único episodio tenebroso detectado en uno de los aspiradores robot de Ecovacs. En las mismas fechas que el incidente anterior, alrededor del pasado mes de mayo, otro aspirador robot de la compañía china comenzó a perseguir al perro de una familia de la ciudad californiana de Los Angeles. Además, también se escuchaban voces que insultaban a través de sus altavoces. Y parece que lo mismo sucedió en otro hogar de El Paso.

Los incidentes, por tanto, no parecen ser aislados, sino que se corresponden con algún tipo de fallo de seguridad en la compañía. De hecho, parece que existe un fallo en la conexión Bluetooth del dispositivo, fue de esta manera cómo ABC hackeo uno de estos aspiradores robot, y que las vulnerabilidades no se quedan ahí. El sistema de protección de las claves para acceder al vídeo en directo también estaría fallando, incluso pudiendo silenciar la alarma que avisa de su conexión.

Por el momento, únicamente un empleado de Ecovacs en Estados Unidos ha salido al paso de estos incidentes, aunque no parecía creerse los problemas relacionados con el aparato. Daniel Swenson afirma que el empleado le pedía ver los vídeos grabados y que él insistía en que estaba ‘más centrado en el hecho de que un robot hackeado estaba en mitad del salón mirándoles y posiblemente grabándoles’.

Después de esta conversación, recibió un correo electrónico donde se aseguraba que se estaba llevando a cabo una ‘investigación de seguridad’ y que su cuenta y contraseña estaban en posesión de una persona no autorizada. Ecovacs asegura que identificó al responsable y que todo parece tener su origen en un tipo de ataque digital conocido como credential stuffing, es decir, la reutilización de un usuario y contraseña en diferentes servicios online.

En definitiva, Ecovacs no se hace responsable de los incidentes y culpa a las malas prácticas de seguridad de sus usuarios de un problema que podría ser realmente grave, con la grabación y distribución, por ejemplo, de imágenes de menores en internet. Eso sí, por si acaso, un portavoz de la compañía asegura que habrá una próxima actualización de seguridad de los aspiradores robot. ¿Admisión de culpa o reparación de daños disimulada?

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