El pasado 13 de julio, Donald Trump, expresidente de los Estados Unidos de América, conocido empresario y actual candidato presidencial republicano para las elecciones del próximo mes de noviembre, sufrió un intento de magnicidio a manos del tirador Thomas Matthew (cuyo smartphone fue intervenido por el FBI) mientras daba un discurso durante un mitin político en Butler, Pensilvania.
El tirador utilizó un fusil AR-15, una carabina semiautomática que dispara cartuchos del 5,56 mm que es utilizada por bastantes personas en Estados Unidos, algunas con intención de defender sus hogares y otras con fines más oscuros. No obstante, tras el intento de asesinato, la administración Biden quiere prohibirla ya que también se ha usado en otros tiroteos masivos con víctimas mortales.
El caso se suma a una larga lista de sucesos relacionados con la personalidad mediática neoyorquina, antes, durante y después de su candidatura. Es por eso que no resulta extraño que el magnate haya querido endurecer las medidas de seguridad a su alrededor para evitar más acontecimientos desagradables. Incluso dotar a su equipo de teléfonos móviles «imposibles» de hackear.
Más medidas de seguridad para impedir intrusiones que desestabilicen la campaña electoral
Los Estados Unidos de América se encuentran en un momento tenso, debido a que las elecciones presidenciales están a la vuelta de la esquina: a principios del próximo mes de noviembre. Los candidatos, Kamala Harris y Donald Trump, se juegan ser el 47º presidente del país norteamericano.
Como ya es costumbre, otros países rivales están haciendo todo lo posible por inferir en la campaña. Se sabe que China está creando cuentas en la red social X, conocida anteriormente como Twitter, para esparcir bulos e insultos antisemitas contra los políticos de Estados Unidos. Además, Microsoft ha confirmado que cada vez más hackers apoyan a Rusia y al país asiático para realizar ataques cibernéticos a mayor escala.
Es por eso que Donald Trump, para evitar que su candidatura se vea comprometida a falta de unas pocas semanas de saber si volverá a ser o no presidente de los Estados Unidos de América, ha invertido en mejoras tecnológicas de seguridad, como teléfonos móviles «inhackeables».
Green Hills Software es una empresa privada que crea sistemas operativos y herramientas de programación para sistemas integrados especializada en seguridad. Ha sido la encargada de equipar al séquito de Donald Trump con, en teoría, teléfonos móviles imposibles de hackear, así como ordenadores, para impedir incidentes como la reciente intrusión pro-iraní que consiguió robar correos electrónicos y otros datos del personal.
La compañía asegura que el software integrado en los dispositivos es tan impenetrable que ningún atacante puede romper sus barreras de seguridad, y también ha ofrecido las mismas herramientas a la otra candidata, Kamala Harris.
El equipo usa el sistema operativo Integrity-178B, utilizado en el bombardero furtivo B-2, así como en los cazas F-22 y F-35. En la actualidad, parece ser el único software disponible comercialmente con certificación de garantía de evaluación de nivel 6. La compañía afirma que tiene un código tan estricto y el bloqueo de casi absolutamente todo para minimizar al máximo los ataques potenciales.
El sistema operativo cuenta con alrededor de 10.000 líneas de código, puestas a prueba con un equipo dedicado a buscar posibles vulnerabilidades, que tiene el objetivo de evaluar su seguridad. El CEO de Green Hills Software, Dan O’Dowd, ha realizado las siguientes declaraciones:
Tengo a trabajadores quejándose de que no pueden encontrar suficientes fallos. Invertimos miles de dólares revisando cada línea de código. Hay un equipo dedicado a revisarlo exclusivamente
Por si fuera poco, Green Hills Software confirma que su solución es inmune a las herramientas de vigilancia comerciales de «cero clics» (zero-click), como el popular software espía Pegasus de NSO. Este software funciona tanto en teléfonos Android como iPhone, y es capaz de leer mensajes de texto, recopilar contraseñas, rastrear llamadas telefónicas, localizar la ubicación del teléfono y recolectar información de las aplicaciones instaladas.
Si bien no hay ningún sistema de seguridad perfecto en el mundo, Green Hills Software opina lo contrario con su creación, y asegura que sus teléfonos «nunca fallan y tampoco pueden ser hackeados». La compañía incluso quiere que su software sea utilizado en las máquinas y sistemas de votación electoral por tener un papel crítico en el rumbo de un país, según la fuente.
El artículo El equipo de Donald Trump tiene teléfonos «inhackeables» para evitar todo tipo de ataques fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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