Los arcabuces no fueron el arma principal de los conquistadores en América. Los españoles vencieron gracias al frío acero

La conquista de América es hoy un hecho que se estudia desde los más distintos prismas. Uno de ellos es el de las armas que posibilitaron a los conquistadores españoles vencer a sus numerosos enemigos. A lo largo de los tiempos se ha citado en innumerables ocasiones que fue todo gracias a las armas de pólvora, pero en realidad las “armas secretas” eran el frío acero y la ballesta medieval, dos herramientas bélicas que podían causar graves heridas a los adversarios.

España, como cualquier otro país, ha estado inmersa en muchos conflictos militares, pero quizá la etapa más estudiada de esta sea la conquista de América por parte de los conquistadores. Después de la llegada de Colón el 12 de octubre de 1492 en tres navíos que zarparon desde Andalucía, las sucesivas expediciones españolas fueron tomando posesión de aquellas tierras inexploradas para los europeos. Aunque ahora hay estudios que señalan que los vikingos llegaron a América antes que Colón o cualquier otro.

Sea como sea, lo importante es que, a partir del siglo XVI, en concreto desde 1519 con la llegada de Hernán Cortés a Yucatán (actual México), los exploradores y conquistadores se dieron de bruces con una serie de imperios autóctonos que no dudaron en ofrecer resistencia. A partir de aquí se desarrollaron una serie de guerras y enfrentamientos en los que los europeos sobresalieron debido a sus tácticas y armamento.

Una mezcla de armas de acero con otras medievales que lanzaban terribles virotes

Como es normal, en las expediciones al otro lado del Atlántico, los españoles llevaron sus armas consigo. Desde las armaduras y petos para la protección del cuerpo hasta las espadas rectas fabricadas en acero de gran calidad. También hubo otras que arrojaban proyectiles como las ballestas y los arcabuces. Del conjunto mencionado han sido las armas de pólvora las que más se citan como causa de la caída de los imperios indios en América.

Estas armas de pólvoras eran muy diferentes a un fusil Ak-47 soviético o a un AR-15 estadounidense. Eran herramientas de guerra que se cargaban por la boca del cañón (sistema de avancarga) y que se disparaban con un sistema de serpentín con una mecha parecida a la de una vela tradicional, pero que ardía de forma mucho más lenta. Los arcabuces por tanto eran armas de recarga lenta y que podían disparar pelotas de plomo que eran letales a distancias no superiores de 150 metros. Los primeros conquistadores apenas llevaron unos pocos de ellos consigo a América.

La ballesta medieval fue una de las armas más importantes en la conquista de América (La Casa del Recreador)

Lo que sí llevaron los conquistadores fueron distintos tipos de espadas de una y dos manos tal y como cuentan en World History. Estas armas de filo podían tajar y apuñalar y su gran calidad les brindaba robustez y resistencia. Los aztecas no tenían nada parecido, ya que ellos usaban mazas y espadas de obsidiana, un mineral que tratado de forma especial podía usarse como filo muy cortante. Ojo, las armas de los aztecas eran igual de letales si daban en un lugar del cuerpo no protegido.

Ahora bien, las espadas y rodelas (pequeño escudo) de los españoles superaron con creces la tecnología que tenían los aztecas. Sobre todo, el uso que se hacía con ellas y con ello nos referimos a las tácticas militares. Mientras los indios intentaban rodear al enemigo para capturarle con vida, los españoles lanzaban tajos con la mentalidad de acabar con la vida del oponente. No es que los indios pretendieran no matar a los europeos, sino capturarlos con vida para esclavizarlos o hacer sacrificios humanos con ellos, por eso querían atraparlos.

Ver en Amazon.es: Vencer o morir: Una historia militar de la conquista de México

Sobre todo, de entre todas las armas llevadas destacó la ballesta, esa arma típicamente medieval, aunque como escriben en la web Archivos de la Historia, sus orígenes llegan hasta la antigua Grecia. La ballesta era una herramienta usada tanto para la guerra como para la caza. Lanzaba virotes más cortos que las flechas de un arco pero con más potencia. Eran capaces de atravesar armaduras, cotas de malla y sobre todo las protecciones de los aztecas. Por tanto teniendo en cuenta el material descrito es normal que el cronista y soldado Cieza de León describiera así a los hombres que iban a Sudamérica, esta vez con el conquistador Francisco Pizarro:

La infantería estaba compuesta por hombres hábiles, bien defendidos con sus rodelas de madera y, jubones fuertes colchados de algodón y unas espadas muy agudas que cortan por ambas partes (…); y otros traen ballestas que tiran lejos, que de cada saetada matan un hombre.

Siguiendo con las tácticas usadas con la ballesta, estas se basaban en disparar contra los objetivos importantes una vez la batalla había empezado. Tal y como informan los cronistas, los ejércitos aztecas, mucho más numerosos que los liderados por los europeos, se mantenían en orden mientras el jefe estaba a la vista de todos. Acabar con este líder militar indígena significaba la desbandada de todas las fuerzas, por eso las ballestas eran tan útiles para abatir estos jefes.

Habiendo visto estas armas, la afirmación de que fueron las armas de fuego conquistaron América no se sostiene. Claramente tuvieron su importancia, eso nadie lo duda, pero fueron otras las herramientas usadas por los conquistadores. Tras las primeras campañas en la década de 1520 a 1550, si es cierto que los arcabuces y luego los mosquetes se hicieron más comunes.

El artículo Los arcabuces no fueron el arma principal de los conquistadores en América. Los españoles vencieron gracias al frío acero fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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