Las utilizamos a diario, pero estamos seguros de que no conocías esta segunda función de las grapadoras. A partir de ahora la empezarás a usar

«¿Quién tiene una grapadora?» es una de las preguntas que más nos hemos hecho en la universidad y en la oficina del trabajo. Las grapadoras son una de las herramientas más útiles que hay en la mesa de trabajo, nos ayudan a fijar papeles importantes tales como trabajo e informes. Hasta aquí todo normal, no hemos dicho nada que no se sepa, aunque tienes que revisar bien cuál de ellas compras. Sin embargo, aquí viene lo bueno: algunas de estas grapadoras vienen con una función extra de «grapado temporal». Sí, como lo estás leyendo.

La grapadora originalmente se inventó allá por 1859 como una solución barata y sencilla de encuadernar papeles sin tener que hacer uso de un trabajo más especializado. La verdad es que bendito sea quien la inventó porque nos ha ahorrado mucho pegamento y cordel de las encuadernaciones más clásicas. Con un simple empujón ya tenemos listo un papel que bien podría ser el contrato de nuestras vidas o el próximo 10 en una asignatura. Ahora bien, el uso incesante de las grapadoras nos ha hecho que vayamos con prisa. No hemos terminado y ya queremos «clack» grapar el montoncillo de folios.

Ahora podrás grapar con mayor tranquilidad y sin miedo a confundirte

¿Cuál es el problema de esto? Pues que una vez grapadas nos las tenemos que ver con la grapa bien fijada para soltar los folios, si es que queremos añadir alguna hoja más o lo hemos grapado mal. ¿Quién no ha grapado una hoja del revés en medio de varias docenas que estaban bien colocadas? Pues eso. Por tanto, para evitar este problema el nuevo modelo de las grapadoras que se venden a las oficinas tiene una función secreta, y decimos secreta porque está oculta a la vista. Por eso era necesario hacernos eco de esta tecnología que seguro que nos ayuda de aquí en adelante, a mí al menos sí lo hará.

Tal y como han publicado unas chicas en un short de Youtube del canal Student Money Saver, las grapadoras clásicas de color negro de toda la vida han añadido en la base doble. Es decir, el lugar donde ejercemos presión para que la graba quede bien fijada puede ahora desmontarse o al menos sacarse. Si lo hacemos descubriremos que la otra cara tiene una fijación distinta, más ancha que la corriente. ¿para que sirve esto? Para que cuando grapemos algo las puntas de la grapa no queden hacia dentro, sino hacia fuera.

Esto se conoce como «fijación temporal». Cuando grapamos en su modo básico las puntas quedan metidas hacia dentro, con lo cual abrazan el papel con fuerza para que no se escape nada. Así no tendrás excusa de decir en el trabajo que has perdido el documento. No obstante, y como decíamos, si quieres añadir algo más vas a tener que esforzarse con la uña o el capuchón de un bolígrafo Bic para levantar las pestañas y sacar la grapa sin romper el papel. Para evitar esto se ha añadido la fijación temporal, gracias a las pestañas hacia fuera una vez grapado el documento siempre podrás quitar la grapa con un simple tirón sin miedo a romper nada o gastar tiempo.

Parra nosotros ha sido toda una revelación, no la conocíamos y como buenos amantes de lo tecnológico, aunque esto tenga casi 100 años y ni mucho menos use inteligencia artificial, queríamos compartirlo. A partir de ahora acordaros, si es que vuestra grapadora tiene este doble sistema, de revisarlo. Ahora ya sabes que puedes grapar sin fijar.

El artículo Las utilizamos a diario, pero estamos seguros de que no conocías esta segunda función de las grapadoras. A partir de ahora la empezarás a usar fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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