Dentro y fuera de nuestra galaxia, uno de los objetos más misteriosos para el ser humano son los agujeros negros. Y tenemos que hacer mención especial a estas regiones del espacio debido a que son las causantes de un fenómeno que ha sido estudiado recientemente y que podría modificar nuestro conocimiento del universo o, al menos, de cómo se conformó el cosmos más primigenio. ¿Nos hemos encontrado con los arquitectos del universo?
Los agujeros negros que construyen el cosmos
Creemos saber mucho acerca de los mencionados agujeros negros, aunque cada año descubrimos novedades que no hacen volver a plantearnos infinidad de preguntas. Los científicos saben que estas regiones del espacio son capaces de arrojar poderosos chorros de energía. Cuando la materia se aproxima a un agujero negro, esta se arremolina a su alrededor a una velocidad tan alta que se ioniza y se transforma en un plasma con un fuerte campo magnético.
A partir de aquí, mucha de esa materia acaba siendo engullida por el agujero negro, produciéndose un fenómeno que se conoce como espaguetización. Sin embargo, una pequeña porción de materia es proyectada fuera del agujero negro en los chorros de energía que te hemos mencionado anteriormente. Y aquí es donde entra la investigación publicada en la revista científica Nature, en la que se alude a un agujero negro colosal conocido como Porfirión.
Los científicos involucrados en la investigación se han topado con este agujero negro en una galaxia ubicada a 7.500 millones de años luz y con un fenómeno tan poderoso que habría modificado el universo primigenio. Estamos hablando de que Porfirión es capaz de expulsar chorros de plasma magnetizado con una longitud equivalente a 140 veces la extensión de la Vía Láctea. Martijn Oei es el autor principal del estudio, donde se expone a este agujero negro como el punto de inicio de gran parte del universo más antiguo.
La investigación estima que los chorros de Porfirión pueden llegar a contener el poder de miles de billones de estrellas como el Sol y aumentar la temperatura del gas que les rodea hasta el millón de grados Celsius. Estos no solo son datos para dejarte con la boca abierta, sino que podrían ser clave para explicar gran parte de la formación de estrellas y planetas en el cosmos primigenio.
Es posible, según el estudio, que los chorros de plasma hubiesen perforado la red cósmica, es decir, la estructura misma del universo, que se encuentra compuesta por filamentos galácticos y vacíos entre ellos. En el futuro, cuando se investiguen más de estos chorros procedentes de colosales agujeros negros, podremos continuar indagando en su papel en la formación de las primeras etapas del universo.
En esta ocasión, el equipo de investigadores ha utilizado una red de radiotelescopios denominada LOFAR, acrónimo de Low Frequency Array, para toparse con los mensajes procedentes desde el agujero negro Profirión. Más tarde, añadieron el radiotelescopio gigante de ondas métricas de la India y los telescopios del observatorio W. M. Keck para estudiar la galaxia de donde procedía la señal. Ahora, queda continuar analizado a Profirión y encontrar nuevos agujeros colosales con chorros tan poderosos.
El artículo Científicos podrían haber descubierto a los arquitectos del universo primigenio y son fenómenos cósmicos realmente poderosos fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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