El control del espacio aéreo lleva siendo imprescindible desde que se inventara el avión en 1903. A partir de su aparición, las fuerzas militares de todos los estados buscaron controlar el cielo. Ahora, más de un siglo después, esa idea sigue vigente. Por eso mismo Estados Unidos pretende mejorar su estrategia aérea con el próximo bombardero furtivo B-21 Raider con capacidad nuclear. Mientras tanto, la ingeniería norteamericana ya busca un caza de sexta generación.
En Urban Tecno el tema de la tecnología aérea no nos es desconocido ni mucho menos. Aquí hemos podido tratar cuestiones tan importantes como los problemas que sufren los modernos F-35 de la USAF o también las mejoras que los rusos están haciendo a sus helicópteros de combate para aumentar su supervivencia en la guerra de Ucrania. Ahora bien, lo que vamos a tratar ahora está en un plano más alto, es decir, la relación entre la tecnología de última generación y su aplicación a una estrategia global. En este punto el B-21 Raider juega un papel importante, o al menos algunos militares quieren que lo haga.
En una conferencia de prensa dada por las autoridades militares y que ha sido recogida de forma reciente por Military Times en un artículo, se pueden conocer las opiniones del general David Allvin, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea. A la pregunta de que si al revisión del enfoque respecto a la superioridad aérea llevaría al B-21 fabricado por Northrop Grumman a un lugar más destacado, Allvin contestó que “no se había descartado ese aspecto”.
El bombardero B-21 podría ser la pieza central de la fuerza aérea estadounidense
Desarrollado a principios de los 2000’, el bombardero B-21 se introdujo en 2023 y por ahora solo hay una unidad disponible para el servicio. Siendo su coste unitario de 550 millones de dólares, la verdad es que nos parece que un avión de un coste enorme. En la conversación Allvin hizo patente la decisión de la USAF de continuar con su plan de adquirir al menos 100 unidades de este aparto. Lo que asciende el monto total a 50.000 millones de dólares.
Este precio es nuestra especulación básica, pero hay que decir que el oficial entrevistado mencionó que el contrato con Northrop Grumman sería de bajo coste, por lo tanto se espera que el B-21 tenga una reducción de precio. Es decir, la mejora de su fabricación causará un descenso en el precio, ahora queda saber cuanto y cuando podrá aplicarse a las compras que haga la fuerza aérea estadounidense.
El definitiva, el B-21 es un bombardero furtivo con capacidad para trasladar armas nucleares. Su potencia no se conoce todavía a fondo, pero está claro que podría penetrar las defensas antiaéreas de un país enemigo para soltar su carga y marcharse sin ser detectado.
Estados Unidos se encuentra en un contexto delicado, ya que busca fomentar y aumentar su poder aéreo. Mientras el general citado se apega a la idea de obtener fondos para comprar un mayor número de B-21, otras autoridades ya piensan en un caza de combate de sexta generación. No se puede opinar cuál es el mejor camino, pero llama poderosamente la atención que busquen un nuevo caza cuando el F-35 todavía no está 100 % operativo. Estaremos pendientes para ver que ocurre.
El artículo Estados Unidos quiere mejorar su estrategia de guerra aérea gracias a este avión con capacidad de bombardeo atómico fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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