Esto es lo que debes hacer si te quedas sin frenos en mitad de la carretera

Quedarse sin frenos en el coche es una de las experiencias más aterradoras a la que se puede enfrentar un conductor. Aunque se trata de una situación de emergencia, conocer las causas y la manera de actuar puede mercar la diferencia entre tener un accidente grave o ponernos a salvo tras controlar la situación. Y es que los frenos de un vehículo son el sistema de seguridad activa más importante, pero a su vez también es uno de los componentes más críticos y que requieren un mantenimiento más profundo para llevarlos siempre en buen estado, por lo que siempre hay que estar atento ante comportamientos anómalos, ruidos o chirridos de los frenos.

En este sentido, los frenos pueden fallar por diversas razones. Una de las causas más comunes es el desgaste del propio sistema de frenado, especialmente de las pastillas de freno. Con todo, no es la única causa, ya que también se puede producir un fallo por la pérdida del líquido de frenos o la contaminación del mismo. En ambos casos la falta de mantenimiento puede ser un factor agravante de este problema mecánico que nos va a llevar a una situación crítica en la que hay que tomar decisiones rápidas y correctas para conseguir detener nuestro vehículo.

Es muy importante ser muy minucioso con el mantenimiento del sistema de frenado de cualquier vehículo

Cuando un vehículo se queda sin frenos, como conductor es importante no ponerse nervioso y mantener la calma para intentar controlar la situación. Lo primero en estos casos es mantener la vista en la carretera, dejar de acelerar y alertar al resto de los conductores con las luces de emergencia o incluso el claxon de la situación en la que nos encontramos. A la par se debe pisar el freno repetidamente y de forma intensa para intentar aumentar la presión en el circuito en caso de fallo de la bomba.

Si el fallo persiste porque el problema de los frenos es de otro tipo, debemos bajar marchas para utilizar así el freno motor. Cuando conseguimos reducir la velocidad, se puede hacer uso del freno de mano, pero siempre de forma ligera y por intervalos cortos de tiempo ya que si se activa de forma brusca o prolongada podemos perder el control del vehículo. Durante toda la operación como conductores debemos buscar la mejor forma de apartarnos de la circulación, recurriendo al arcén o a una zona de frenado de emergencia si existiese para intentar no poner en riesgo al resto de conductores.

En caso de tener que recurrir al freno de mano, se debe activar de forma suave y por intervalos cortos de tiempo

En última instancia y siempre que se haya conseguido reducir la velocidad de manera notable, se puede recurrir a provocar que el vehículo roce con el guardarraíl para terminar de reducir la velocidad. Se trata de un método arriesgado, por lo que sólo se debe utilizar en casos ya de extrema necesidad. En este tipo de situaciones lo habitual por muy hábil que sea el conductor es que la maniobra termina en choque o incluso en la pérdida de control del vehículo.

Sea como fuere, lo que sí hay que dejar claro es que en ningún caso se debe apagar el motor del coche, ya que en ese caso vamos a tener menos control sobre la dirección y tampoco vamos a poder recurrir al freno motor para aminorar la velocidad. De igual forma y como ya hemos dejado entrever, no se debe tirar del freno de mano de forma brusca y a elevada velocidad, ya que lo único que se va a conseguir es que se bloqueen las ruedas y perdamos de nuevo el control del vehículo, lo que puede derivar en un accidente todavía más fuerte.

El artículo Esto es lo que debes hacer si te quedas sin frenos en mitad de la carretera fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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