Por qué el coche consume demasiado aceite: Causas y soluciones

El aceite es el consumible más importante de un coche con motor de combustión interna. Por hacer una analogía, es como si fuera su sangre. Al igual que puedes detectar muchas enfermedades de forma prematura haciéndote un análisis, con el aceite del coche pasa lo mismo. Si hay un problema en el motor, es posible que puedas identificarlo tempranamente a través del lubricante.

Solemos cambiar el aceite de nuestro motor cada cierto número de kilómetros o una vez al año. En el mejor de los casos, rellenaremos el cárter y la varilla siempre estará en un buen rango durante todo ese tiempo. Simplemente, nos limitaremos a comprobar que todo está bien, como aprendimos en la entrada sobre cómo mirar el aceite del coche correctamente paso a paso.

Sin embargo, puede darse otro escenario. Al mirar la varilla, notaremos que nuestro motor está bajo de aceite. En coches medianamente modernos, será el propio ordenador del vehículo el que nos avise de ello. Llegados a este punto, es importante detectar que se trata de consumo de aceite y no de una fuga. Si es una fuga, la vas a encontrar en forma de charco bajo el coche o con elementos del vano motor manchados de grasa.

Hecha la introducción, vamos a resolver algunas preguntas. ¿Por qué puede estar consumiendo mi coche más aceite de la cuenta? ¿Se puede considerar normal o siempre es síntoma de avería? Sigue leyendo y te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre este tema.

¿Qué consumo de aceite se considera normal en un coche?Motivos por los que tu motor está consumiendo más aceite de la cuentaKilometraje y paso de los añosDesgaste de los anillos de los pistonesSellos y juntas dañadosTurbocompresor en mal estadoVálvula PCV defectuosaMal diseño del propulsor

¿Qué consumo de aceite se considera normal en un coche?

Un coche que está en perfecto estado no debería tener un consumo de aceite apreciable

Para hablar de un consumo estándar, nos tenemos que ceñir al fluido que recomienda el fabricante y con la especificación correcta. Usar un producto cualquiera o de baja calidad no solo puede ser la causa de que el aceite esté consumiéndose, sino que también puede provocar daños irreversibles al motor. Puedes saber el tipo de aceite que tiene tu coche siguiendo el enlace.

En coches modernos, el consumo de aceite rara vez supera el 1% de la capacidad del cárter cada 1.000 kilómetros recorridos. No obstante, como veremos a continuación, hay factores que pueden acelerar el consumo del lubricante.

Si revisas el vano y no ves rastro de manchas ni goteo de aceite, lo más recomendable para saber si tu coche está quemando el aceite es vigilar el propio humo. Si ves en el escape que el humo tiene un ligero tinte azulado, tenemos malas noticias para ti.

Motivos por los que tu motor está consumiendo más aceite de la cuenta

Has detectado que tu coche consume aceite, sí. Pero, ¿por qué? Las causas más habituales suelen ser estas que mencionamos a continuación:

Kilometraje y paso de los años

Si tu coche tiene ya muchos kilómetros a sus espaldas, es normal que queme algo de aceite

El tiempo no perdona, tampoco para los motores. Un propulsor no es más que una máquina extremadamente compleja con piezas móviles metálicas que se mueven a una velocidad muy alta. El aceite permite que los metales no rocen directamente. Sin embargo, al igual que el viento erosiona las montañas, los metales del bloque y los pistones se acaban gastando ligeramente con el uso.

El desgaste crea pequeños espacios microscópicos que se van agrandando, permitiendo que el aceite se filtre hacia puntos en los que no debería estar. Si bien es cierto que cuanto más pesados seamos con el mantenimiento del coche, más vamos a retardar la llegada de este triste momento, no hay una cifra en kilómetros que sirva como fecha de caducidad de un motor. El diseño, el trato o las condiciones de trabajo van a influir en que el motor dure más o menos kilómetros.

Desgaste de los anillos de los pistones

La fuga por los anillos de los pistones son bastante habituales

Los pistones son los elementos móviles que se encuentran dentro de los cilindros del motor. Comprimen la mezcla de aire y combustible y transmiten el movimiento de la explosión al cigüeñal a través de la biela a la que van unidos.

Los pistones necesitan aceite para moverse de forma fluida. Sin embargo, el aceite jamás debe llegar a la cámara de combustión. Es por ello que tienen unos anillos metálicos que impiden que entren en contacto.

Los anillos se desgastan con los kilómetros, aunque también se deterioran con el uso agresivo del coche o cuando el motor experimenta un sobrecalentamiento. Una vez comienzan a dar la cara, el problema suele ir a más. La reparación en sí es costosa, pues hay que desmontar buena parte del motor. La buena noticia es que se puede reparar en la mayoría de los casos.

Sellos y juntas dañados

Decíamos que un motor de combustión es una máquina compleja. Pero, no por ello, sus partes más simples son invulnerables. Los sellos y las juntas del motor no tienen mucho misterio. Están diseñados para que el aceite se quede en el motor y no fugue hacia afuera.

Con el paso del tiempo, pueden agrietarse y perder elasticidad, facilitando que el fluido comience a gotear. La solución en este caso también es fácil de diagnosticar y reparar. Especialmente, porque este problema se puede detectar a tiempo observando ciertos puntos clave del motor, como el árbol de levas, las válvulas o el sello que está ubicado en la zona del cigüeñal.

Turbocompresor en mal estado

Si el aceite se nos va por el turbo, hay que prestar mucha atención a la avería

Si tu motor es turbo y notas que el aceite baja más rápido de la cuenta, puede que el problema esté en este componente. Los sellos del turbocompresor se pueden dañar con el tiempo, haciendo que el aceite se filtre por la caracola y acabe entrando en la admisión.

Detectar la avería a tiempo es clave para salvar el motor. Al principio, el consumo será tímido. Sin embargo, conforme se acelere el problema, entrará más y más aceite a la cámara.

En el peor de los escenarios, puede ocurrir que se produzca un evento de retroalimentación entre el turbo y el motor. El aceite entrará en la admisión y se quemará, pues es combustible. De la mala combustión saldrán muchos gases de escape que harán girar más rápido el turbo. Cuando esto ocurre, si no se consigue apagar el motor a tiempo —hay que calarlo—, entrará aceite en la admisión y el motor solo se apagará una vez se haya gripado. Si no sabes a qué nos referimos, consulta esta entrada sobre qué significa que el motor está gripado y cuánto cuesta arreglarlo.

Válvula PCV defectuosa

Otro fallo bastante común es una avería en el sistema PCV. A muchos fabricantes, este componente, que responde a las siglas de «Ventilación Positiva del Cárter», les quedó claramente para septiembre.

La válvula PCV sirve para regular la presión dentro del motor. Desvía los gases que se acumulan en el cárter hacia la admisión, con el objetivo de quemarlos y retirarlos.

Cuando esta válvula se obstruye por el motivo que sea, la presión del motor suele aumentar, lo que hace que el aceite acabe filtrándose por las zonas más débiles del motor, que suelen ser los sellos y las juntas, tal y como hemos visto hace unas líneas.

En muchos casos, la electrónica del coche puede detectar una anomalía en este sistema y encender la luz de avería para tratar el problema a tiempo. La reparación no suele tener mucho misterio, más allá del coste de la mano de obra y de los componentes que habrá que sustituir si no se han llegado a dañar componentes críticos del motor.

Mal diseño del propulsor

En algunos casos, no es que el motor esté defectuoso, pero habrá un defecto de diseño

Los fabricantes de motores son humanos como tú y yo, lo que significa que pueden equivocarse. Hay muchos motores que, por ciertos problemas en su diseño, tienden a beber aceite como si fuera barato.

Esto, obviamente, no es lo deseable. Sin embargo, saber el dato de antemano es importante. Motores como el Toyota 1ZZ-FE, los primeros Prince de PSA-BMW o el Mazda 13B-MSP entre otros muchos, son conocidos porque consumen aceite. Si nuestro coche tiene un propulsor de este tipo, hay que vigilar el aceite a menudo y rellenar si baja el nivel. La parte positiva es que no existe una avería como tal, así que no deberías preocuparte.

Si bien es cierto que el problema se puede agravar con el paso del tiempo, lo más importante en este caso es adoptar la rutina de revisar el aceite a menudo y tener siempre en el maletero una garrafa para ir rellenando. Detectar un patrón de consumo también es importante —observar cada cuántos kilómetros nos baja un litro, por ejemplo—. Además, conviene adelantar los cambios de aceite y usar productos de calidad, así como aditivos para el lubricante.

El artículo Por qué el coche consume demasiado aceite: Causas y soluciones fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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