La arqueología es la disciplina que se encarga de todo lo relacionado con la historia humana. Gracias a la misma hemos podido encontrar elementos muy interesantes de sociedades desparecidas hace siglos como unas espadas romanas casi en perfecto estado o uno de los pintalabios más antiguos que se conocen. Aparte de esto, también se encarga de preservar ese patrimonio. En relación con esto, tenemos malas noticias de uno de los yacimientos más importantes para la especie humana: las huellas de Laetoli.
Aparte de lo que hemos contado de espadas y pintalabios, los arqueólogos investigan a fondo la propia historia del ser humano, eso quiere decir que analizan la evolución de este hasta lo que somos en la actualidad. Si te estas acordando de esa imagen en la que aparecen diferentes especímenes hasta que el último de ellos es un humano moderno, sí, estás pensando bien. Justamente a eso nos referimos en esta historia.
El yacimiento guarda una parte fundamental de la historia humana
Gracias a la inversión económica y la mejora de la tecnología poco a poco hemos ido encontrando cada vez más pruebas de la evolución humana. Una de las más importantes fue descubierta en 1978, concretamente en las llanuras del Serengeti, en el norte de Tanzania (África). Aquí ese año se descubrió un sitio que albergaba al menos 70 huellas de homínidos que se extendían a lo largo de un sendero de 27 metros. Las investigaciones señalaron que las huellas fueron dejadas por tres personas que caminaban en grupo.
El sitio, conocido desde entonces como las huellas de Laetoli, son una imagen increíble de la evolución humana. Los análisis del sedimento revelaron que las huellas habían sido impresas hace 3,6 millones de años, lo que significa que no pertenecen al homo sapiens (nosotros). Si no que su datación nos lleva a los Australopithecus afarensis, uno de los homínidos más antiguos de nuestra cadena evolutiva. La misma especie a la que pertenece el famoso esqueleto conocido como “Lucy”.
Que la arqueología no excava objetos, sino gestos, es es evidente en las huellas fosilizadas. Seis ejemplos de la arqueología del caminar:
1. Laetoli (Kenia), 3,7 millones de años. Huellas de tres australopitecus. La primera caminata bípeda de la historia. pic.twitter.com/oKLhazhHzo
— Guerra en la Universidad (@GuerraenlaUni) November 28, 2021
Los Australopithecus afarensis eran unos animales que mezclaban características del ser humano moderno con otras que comparte con el resto de los primates. A simple vista parecería un eslabón perdido, pero está bien datado y estudiado. En unas declaraciones de 2011, el profesor Robin Crompton de la Universidad de Liverpool aclaró que:
Las huellas de Laetoli representan un tipo de marcha bípeda totalmente erguida e impulsada por la parte delantera del pie, en particular el dedo gordo, muy parecida a la de los humanos de hoy, y bastante diferente a la marcha bípeda de los chimpancés y otros simios.
¿Cuál es el problema de las huellas que hay en Laetoli? Pues muy sencillo. Los restos arqueológicos están a la intemperie, eso significa que están bajo acción directa de los elementos climáticos como la lluvia, las tormentas y las ráfagas de aire. Debido a esto, la erosión está eliminando gradualmente las huellas. Si esto sigue así desaparecerán para siempre. Por eso mismo los investigadores han elevado una voz de alarma para que se proteja el yacimiento.
La verdad es que perder las huellas de Laetoli sería una gran tragedia para la humanidad, son consideradas un tesoro por los arqueólogos. No es para menos, ya que son una de las primeras pruebas de locomoción bípeda en homínidos que hemos descubierto. Con seguridad hallaremos más en el futuro (o no, quien sabe), por eso es importante preservar este sitio.
El artículo El futuro de este importante yacimiento arqueológico para la especie humana está en peligro. Todo es debido a la fuerza de la naturaleza fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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