La misteriosa desaparición de una medusa en un laboratorio nos descubre uno de sus más extraordinarios secretos, la inmortalidad

Se suele decir que es ley de vida. Nacemos, nos desarrollamos y morimos. Y no solo nosotros. El resto de especies del planeta siguen un sendero similar a lo largo de sus vidas. Sin embargo, siempre tiene que haber ejemplos de animales que consiguen ser la excepción de una norma que a muchos les gustaría sortear. En este caso, tenemos que hablarte de un filo de animales muy especial, que ha dejado con la boca abierta a un grupo de científicos.

El extraordinario truco de magia del Mnemiopsis leidyi

La Turritopsis dohrnii es una especie de medusa que ha sido apodada como inmortal, dado que se han encontrado ejemplos de individuos capaces de pasar de su etapa adulta a una edad sexualmente inmadura. Esta y otras especies parece que pudiesen rejuvenecer de manera similar al relato ideado por el escritor estadounidense F. Scott Fitzgerald, que fue titulado como El curioso caso de Benjamin Button.

Recientemente, gracias a un artículo publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, hemos tenido constancia de como la medusa peine, un ctenóforo conocido como Mnemiopsis leidyi también es capaz de romper el ciclo de la vida. Y el descubrimiento ha sido realmente curioso, ya que parte de una casualidad.

Joan J. Soto-Angel, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Bergen, se encontraba investigando algunos de estos animales cuando se dio cuenta de que uno de ellos parecía haberse desvanecido del tanque donde estaba encerrado. ¿Truco de magia animal o explicación científica a la vista? La respuesta, como podrás imaginar, nada tiene que ver con el arte de las cartas y conejos saliendo de chisteras.

En su lugar, una larva parecía recorrer el tanque de manera tranquila. Es por ello que investigadores de la universidad comenzaron a realizar experimentos con estos animales para desentrañar la verdad. Indujeron a situaciones de estrés a los Mnemiopsis leidyi que convivían en su laboratorio, a través de privación de comida y daño físico, y observaron lo que sucedía.

Efectivamente, cuando estos animales se veían amenazados cambiaban su forma adulta por un estado larvario. Joan J. Soto-Angel, en un comunicado publicado en Phys.org, afirma que:

Ser testigo de cómo transitan lentamente a una larva típica cidípida, como si estuviesen viajando en el tiempo, fue simplemente fascinante. Durante varias semanas, no solo remodelaron sus características morfológicas, sino que tuvieron un comportamiento de alimentación completamente diferente, típico de una larva cidípida.

Dado que este filo de animales, los ctenóforos, parecen ser una de las primeras formas de vida que surgieron en nuestro planeta, conocer en detalle los secretos de su naturaleza podría ser de gran ayuda para futuras investigaciones relacionadas con el envejecimiento y la edad. Pawel Burkhardt, investigador del Centro Michael SARS de la Universidad de Bergen, asegura que:

Es una época muy emocionante para nosotros. Este fascinante hallazgo abrirá la puerta para muchos descubrimientos importantes. Será interesante revelar el mecanismo molecular que ejecuta el desarrollo reverso y lo que sucede a la red de nervios del animal durante este proceso.

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