De qué depende la autonomía de un coche eléctrico

Introducir tecnologías nuevas en nuestro día a día implica tener que aprender nuevos conceptos que, en ocasiones, no son especialmente sencillos. Es precisamente lo que ha ocurrido con el coche eléctrico. Este nuevo paradigma trae consigo un montón de conceptos que abrumarían a muchos conductores. Por eso, los fabricantes optaron por hacer algunos atajos para suavizar el aprendizaje.

A estas alturas, no debería sorprenderte si te decimos que el «kilómetro de autonomía» es una medida muy imprecisa que eligieron los fabricantes para que la transición hacia el coche eléctrico fuera lo más liviana posible. Si bien es cierto que el concepto se entiende fácilmente, no son pocos los conductores que se quejan del bajo porcentaje de acierto que tiene este parámetro. Y no les falta razón, pues hay otro buen puñado de factores de los que depende un coche eléctrico para poder hacer más o menos kilómetros.

Como siempre, aquí estamos nosotros para explicarlo con todo lujo de detalles. De este modo, si compras o alquilas un coche eléctrico, vas a tener un control mucho más completo sobre la autonomía del vehículo, al mismo tiempo que vas a minimizar esa ansiedad que nos da a todos al principio cuando nos subimos a los mandos de un vehículo eléctrico.

Características de la bateríaCapacidadTecnología de las celdasEstado de saludCaracterísticas del vehículoAerodinámicaPesoNeumáticosFactores de la conducciónVelocidadTipo de conducciónUso de sistemas auxiliaresFactores externos al vehículoTipo de vía y desnivelTemperatura y condiciones climáticas

Características de la batería

Cada batería es distinta y el futuro promete más y mejores tecnologías

Al igual que no puedes fiarte únicamente del kilómetro como unidad de autonomía, tampoco deberías dejarte engañar por los kilovatios-hora. Como podrás ver en este epígrafe, hay bastante ciencia en este punto. No es de extrañar que los fabricantes de coches optaran por la vía de no aburrirnos con clases teóricas.

Capacidad

Cuando hablamos de este concepto, nos referimos a la cantidad total de energía que puede almacenar la batería, medida en kilovatios-hora (kWh). Este concepto es algo técnico, pero es básico para poder llegar a comprender el potencial de autonomía de un vehículo eléctrico.

La ficha de cualquier coche eléctrico nos va a mostrar dos datos distintos sobre la capacidad de la batería:

La capacidad bruta es realmente el total de energía que puede almacenar la batería en todo su conjunto. Este dato se usa solo como referencia, pero rara vez está disponible para la conducciónPor otro lado, tenemos la capacidad neta. Este dato nos dice la capacidad que realmente tiene el vehículo para trabajar. El motivo por el que no se usa el cien por cien de la capacidad bruta es para proteger las celdas y maximizar la vida útil del electrolito. Y es que, si llegáramos a descargar la batería al completo, estaríamos acelerando mucho su desgaste.

Vayamos con un ejemplo. El Tesla Model 3 Long Range tiene una batería con una capacidad bruta de 82 kWh. Su capacidad neta es de 75 kWh. Como dato curioso, en momentos de catástrofes naturales en determinadas zonas, la marca sí que ha descapado por software ese diferencial, pero solo por un tiempo limitado y por temas de emergencia.

Por cierto, si te cuesta entender estos términos, echa un ojo a este artículo donde explicamos todo lo que debes saber sobre kwh, voltaje y amperaje en los coches eléctricos.

Tecnología de las celdas

La tecnología de cada batería también repercute en el uso y en sus limitaciones

La tecnología que hay en las baterías también tiene un impacto directo en la autonomía. Esto, además, está en plena fase de desarrollo, por lo que cabe esperar que de aquí a unos años, tengamos productos más avanzados y con mayor densidad energética.

Por resumir, podemos destacar estas cuatro tecnologías:

Iones de litio (Li-ion): poseen una alta densidad energética y una buena capacidad para mantener la carga durante períodos largos. Son actualmente las más habituales en vehículos eléctricos, ya que ofrecen una relación equilibrada entre capacidad, seguridad y peso. ¿Lo malo? Son sensibles a las temperaturas extremas y tienden a perder capacidad con el paso del tiempo.Polímero de litio (LiPo): son ideales para emplearlas en vehículos más compactos, pues son baterías más livianas y flexibles. No son tan densas en términos energéticos como las anteriores, y también son menos estables a la hora de enfrentarse a los cambios de temperatura.Estado sólido: en lugar de usar un electrolito líquido, se usa uno sólido. Esto hace que sean mucho más seguras, al mismo tiempo que aumenta considerablemente la densidad energética. Con ellas, se consiguen ciclos de carga muy rápidos sin problemas. La única pega que se le puede poner a esta tecnología es que hoy por hoy está muy verde y son muy caras de fabricar.Fosfato de hierro y litio (LiFePO4): en Europa ya apenas se comercializan vehículos 100% eléctricos con estos compuestos. Estas baterías no son especialmente densas, pero son muy seguras, duraderas y bastante económicas de producir.

La tecnología de las celdas, como podrás imaginar, tiene un impacto directo en la capacidad de la misma.

Estado de salud

Con el paso del tiempo, las baterías se desgastan, por lo que pierden capacidad. Los ciclos de carga y descarga, las temperaturas adversas y el abuso de la carga rápida son los principales factores que aceleran el deterioro de las baterías.

Si cuidamos bien nuestra batería, nos va a dar buen servicio durante mucho tiempo. Sin embargo, si no somos cuidadosos, su capacidad máxima va a verse mermada en tiempo récord.

Características del vehículo

A igualdad de motor y baterías, tendrán más autonomia los coches con mejor aerodinámica

Los fabricantes casi siempre consiguen homologar sus vehículos en las mejores condiciones posibles. No estamos diciendo que mientan, sino que maquillan un poco la verdad para hacer sus productos más atractivos.

Cuando compares coches eléctricos, compara también estos puntos que te vamos a contar a continuación. Un SUV y una berlina que homologan la misma autonomía en determinado ciclo WLTP no tienen por qué rendir luego de forma idéntica el en mundo real.

Aerodinámica

Todo lo que sabíamos sobre aerodinámica parece que se nos ha olvidado por completo por culpa de la moda del SUV. La aerodinámica siempre ha sido un factor muy importante a la hora de diseñar un vehículo. Lo es más aún cuando se trabaja un coche eléctrico. Reducir la resistencia al viento se traduce directamente en un menor consumo de energía.

Para medir la aerodinámica, se usa el coeficiente Cx. Cuanto más bajo, mejor. En este punto, no te dejes engañar por los vendedores que te digan que tal o cual SUV tiene muy buena aerodinámica. No es cierto. Los coches, cuanto más altos, más resistencia al viento van a ejercer. Se puede paliar con el diseño de la carrocería, las rejillas y los difusores. Sin embargo, una berlina baja siempre va a rendir mejor en este aspecto.

Peso

Este Hummer no tiene pinta de pesar lo mismo que un Model 3, ¿cierto?

Cuando circulamos a una velocidad completamente estable, como cuando vamos con el control de crucero activado, el impacto del peso sobre la autonomía no es preocupante. Sin embargo, mover una mayor masa sí que tiene su coste energético a la hora de acelerar o subir pendientes. Más peso, más consumo, menos autonomía.

Los coches eléctricos parten de una desventaja importante. Las baterías pesan muchísimo. Por ello, no es de extrañar que, en la medida de lo posible, empleen materiales livianos y resistentes como el aluminio, la fibra de carbono o aleaciones avanzadas en los elementos estructurales de los automóviles.

Neumáticos

Los coches eléctricos suelen llevar de serie neumáticos de baja resistencia a la rozadura. Están pensados precisamente para maximizar la autonomía.

A la hora de cambiarlos, es posible que no montes un compuesto similar, ya sea porque prefieres otros que agarren más, o porque prefieres invertir tu dinero en unos neumáticos de otro tipo. Lo que tienes que saber es que van a tener también un impacto sobre la autonomía. No obstante, lo ideal es que uses un juego de un fabricante y gama con los que te sientas seguro conduciendo.

Factores de la conducción

Que saquemos más o menos kilómetros también depende del que aprieta el acelerador

No todos vamos a circular por las mismas carreteras ni tenemos las mismas manías al volante. El uso que demos al vehículo y el tacto que tengamos con el acelerador y el freno pueden hacer que el contador de kilómetros del coche aumente o disminuya.

Velocidad

El consumo que tienen los eléctricos en función de la velocidad a la que circulan es bastante diferente a lo que conocemos con los coches con motor de combustión interna. En un coche eléctrico, cuanto más despacio circulemos, menos vamos a gastar.

Esto quiere decir que en ciudad, vamos a gastar muy poca energía, todo lo contrario que pasa en un vehículo de combustión, que es donde pecan de ineficientes. Pero claro, esto también tiene su punto negativo.

A la hora de circular a velocidades altas, como en carreteras, autovías y autopistas, el coche eléctrico va a tener un consumo bastante alto. Justo aquí es donde el «kilómetro de autonomía» se vuelve un tanto inútil.

Los que nos dedicamos al periodismo del motor seguimos haciendo hincapié en dicha unidad porque es la que nos ofrecen principalmente los fabricantes. Sin embargo, para hacer cálculos de autonomía, lo sensato es analizar el consumo en kilovatios-hora (kWh) que tiene el vehículo a determinadas velocidades. Sí, olvidándote de la autonomía en kilómetros.

Te dejamos un ejemplo sencillo. Supongamos que tu coche eléctrico tiene 75 kWh de capacidad neta de batería y sabes que gasta 22 kWh en autovía a 120 kilómetros por hora. ¿Llegarás a tu destino que está a 400 kilómetros a esa velocidad? No, independientemente de que el fabricante te diga que tienes 600 kilómetros de autonomía. Tan sencillo como hacer una división. Simplemente, tendrás que buscar en tu ruta un cargador para hacer una parada rápida.

Tipo de conducción

Casi todo lo que sabes de conducción eficiente se aplica también al coche eléctrico. Gastar poco, ya sea energía eléctrica o gasolina, significa conducir de forma progresiva, con anticipaciones y sin pegar aceleraciones ni frenadas bruscas.

Para aprovechar el máximo la capacidad de la batería, lo ideal, es practicar una conducción fluida y sin sobresaltos. Al hilo de esto, te invitamos a echar un vistazo a este artículo en el que explicamos cómo consumir menos batería en un coche eléctrico.

Uso de sistemas auxiliares

Cada vatio es importante en un coche eléctrico

El uso energético que tengamos dentro del coche y que sea independiente de la conducción también puede repercutir en la autonomía. El más importante es el climatizador, que puede reducir la autonomía hasta en un 20%.

Los sistemas eléctricos y el sistema de infotenimiento también tienen su impacto, pero es mucho menor.

Factores externos al vehículo

Por último, hay una serie de factores que van a intervenir en la conducción y que no dependen de nosotros. Influirán positiva o negativamente en el consumo del coche:

Tipo de vía y desnivel

Subir pendientes es el punto débil de prácticamente todos los planificadores de autonomía

En ciudad, como decíamos, nuestro coche eléctrico va a ver maximizado su rango de kilómetros de autonomía. Nos moveremos a velocidades bajas y aprovecharemos la frenada regenerativa.

En carreteras secundarias, el vehículo también puede hacer un buen uso de la energía eléctrica, siempre y cuando rodemos en llano. Iremos a velocidades más altas que en ciudad, pero sin hacer paradas, lo que va a permitir al coche no desperdiciar energía.

Por encima tendríamos las vías en las que se circula a velocidades altas, de unos 120 kilómetros por hora o incluso más en otros países. Aquí es donde la resistencia aerodinámica va a jugar en nuestra contra. Es también el escenario en el que el consumo va a ser más alto.

A todo esto, hay un factor que no siempre se tiene en cuenta. Los cambios de altura. En subidas, independientemente de la velocidad, el coche consumirá más energía. Será más acentuado cuanto más sea el desnivel y mayor sea el peso del vehículo. Lo mismo ocurre al contrario. Si bajamos de una zona de montaña, el consumo del vehículo será mucho más bajo porque será la gravedad la que esté poniendo de su parte.

Temperatura y condiciones climáticas

Los vehículos eléctricos son bastante sensibles a las temperaturas extremas

Por último, pero no menos importante, tenemos la climatología. Este factor afecta de forma directa a la batería y al consumo eléctrico del vehículo en su conjunto:

Con temperaturas bajas, aumenta la resistencia del electrolito de la batería, lo que se traduce en una reducción de la eficiencia. Al usar la calefacción o los asientos calefactables, también estaremos gastando un extra de energía. ¿Resultado? Menos autonomía.A los coches eléctricos tampoco les entusiasma el calor del verano. En días con temperaturas muy altas, la batería se puede llegar a recalentar. Aunque no debe cundir el pánico, ya que hay sistemas perfectamente diseñados para mantener las celdas en su temperatura ideal. Además de esto, el uso del aire acondicionado también va a tener su impacto en la autonomía.Con viento en contra, aumenta la resistencia aerodinámica, nada que no ocurra en un vehículo de combustión de toda la vida. Si el viento viene a favor, pues mejor; ganaremos un poco de autonomía.Para finalizar, la lluvia y la nieve también tienen su impacto. La lluvia puede afectar a nivel aerodinámico. En cuanto a las nevadas, si hay que usar cadenas, aumentamos el rozamiento, lo que incrementa también el consumo energético.

Si has llegado hasta aquí, ya sabes por qué hablar de kilómetros de autonomía no es más que un atajo sencillo y superficial. Todos los factores suman o restan. Si te encuentras en bajada, con un clima perfecto de primavera y a una velocidad de 80 kilómetros por hora, es posible que batas un récord de autonomía en tu coche. Por otro lado, en condiciones bajo cero, subiendo un puerto de montaña y a velocidades altas, no deberías alarmarte si tu coche eléctrico se bebe la batería antes de lo que creías.

Antes de irnos, te dejamos con una última recomendación, que es este artículo con los coches eléctricos con mayor autonomía que puedes comprar en España.

El artículo De qué depende la autonomía de un coche eléctrico fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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