Creían que era un cuerpo enterrado en un antiguo cementerio romano, pero la realidad es peor. Han descubierto un puzle hecho con 8 personas

El mundo romano continúa siendo uno de los grandes temas estudiados por esa disciplina llamada arqueología. Los expertos en pueblos de nuestro pasado han logrado a lo largo de los años encontrar nuevas pruebas de cómo era la vida entonces. No solo eso, en la actualidad todavía quedan restos de esas civilizaciones. No obstante, a veces no es todo tan maravilloso. Hace unas décadas unos expertos se dieron de bruces con este caso extraño y macabro hallado en un antiguo cementerio romano.

En Urban Tecno no ha sido extraño que hablemos de romanos. Si uno viaja por España encontrará verdaderos tesoros arquitectónicos que perduran desde tiempos inmemoriales, algunos de los mejores se encuentran en la comunidad autónoma de Extremadura, incluso muy parecidos a la ciudad original de Roma. Más allá de eso, también hay otra serie de restos arqueológicos tales como antiguas carreteras y armas como espadas y otras secretas usadas en el mar.

Ahora bien, la historia de hoy no tiene nada que ver con esto. Sabido gracias a un informe reciente realizado por New Scientist y también en The Independent, todo comenzó en la década de 1970 cuando un equipo de arqueólogos examinó un antiguo cementerio romano que databa del siglo II de nuestra era. Allí encontraron un cuerpo que tenía en posesión un clavo hecho de hueso, algo bastante típico en la época. Aparte de eso, los investigadores no encontraron nada más y fue enviado al museo etiquetado como “individuo del siglo II”. Fácil y sencillo. No obstante, el esqueleto tenía un grave problema.

Seguramente sea el esqueleto más extraño encontrado nunca

En tiempos recientes, algo bastante común hoy por hoy, los restos de este individuo fueron analizados de nuevo con tecnología actual. Realizándose toda una serie de pruebas se pudo saber que primero la forma de su enterramiento era cuanto menos rara, ya que los romanos enterraban a sus fallecidos boca arriba; este no lo estaba. Y segundo y más importante, tras obtener datos de los huesos se descubrió que no era un esqueleto, sino un puzle de ellos.

Sí, no estamos de broma. En el siglo II de nuestra era alguien o un grupo de personas decidió conformar un esqueleto con los huesos de ocho personas distintas. El cuerpo estaba compuesto por huesos de personas más y menos jóvenes, así como la cabeza, la cual pertenece a una mujer que vivió aproximadamente doscientos años antes que el resto de los huesos. La verdad es que los arqueólogos no se ponen de acuerdo de por qué se habría hecho esto.

Las posibilidades son múltiples, aunque las dos más probables, o las que al menos se han propuesto, es que tienen que ver con la superstición romana. Es decir, quien lo hiciera esperaba poder “conectarse con un individuo que había ocupado el área antes que ellos”. La verdad es que no está nada claro y la incógnita sigue en pie. Estaremos muy atentos a este tema, pues tiene todo nuestro interés.

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