La solar es una de las energías renovables que más se está extendiendo a nivel mundial. Solo en España, el pasado 2023 batió récords al incorporar 5.594 nuevos MW de potencia solar fotovoltaica conectada a la red. Esta cifra supone un 22% más que en 2022. Del mismo modo, creció un 15,1% y logró representar el 50,3 de la producción eléctrica a nivel nacional. Además, fue el año con menores emisiones de CO2 equivalente, según los datos.
Cada hora y media llega la suficiente luz solar a la Tierra como para abastecer las necesidades energéticas del planeta durante todo un año, por lo que cuesta creer que no esté más extendido su uso. No obstante, hay algunos países mucho más avanzados que otros. Asia es uno de los continentes más preparados, con China a la cabeza. Estados Unidos ocupa la segunda posición, seguido de Japón.
El undécimo país más habitado del mundo es uno de los que está a la vanguardia en esta tecnología desde finales de la década de los 90. En 2019 fue el responsable del 45% de las células fotovoltaicas del mundo. El gobierno está priorizándola, adaptando sus políticas y ofreciendo ayudas/subvenciones para su instalación. Es por eso que no es extraño que vaya a generar mucha más electricidad limpia usando estas delgadas y flexibles células solares.
20 gigavatios de electricidad para el 2040
El ministerio de Industria de Japón planea designar las células solares de próxima generación como uno de los elementos clave para expandir las energías renovables y lograr emisiones netas cero para el 2050. El borrador del nuevo plan energético se presentará en diciembre, según los funcionarios, y se busca generar 20 gigavatios de electricidad, lo que equivaldría a 20 reactores nucleares.
Se piensa conseguir mediante células solares delgadas y flexibles de perovskita. La perovskita es un mineral relativamente raro que se utiliza actualmente para la producción de paneles solares porque alcanza una eficiencia de más del 20%, siendo las más eficientes hasta la fecha. También es la tecnología solar que más está creciendo. Japón tiene la segunda mayor participación después de Chile en la producción mundial de yodo, el material primario para producir células solares de perovskita.
Los paneles solares se volvieron muy populares en Japón a raíz del desastre nuclear de 2011 provocado por un terremoto y tsunami. No obstante, en el país queda poco espacio para albergar grandes células solares convencionales basadas en silicio. Es por eso el gran interés en las células solares de perovskita, ya que son ligeras y bastante flexibles, de modo que se pueden colocar en las paredes de los edificios, ventanas, techos de coches, etc.
No se espera un uso más amplio de las células solares de perovskita hasta la década de 2030, a pesar de que algunas empresas ya están comercializándolas. Esto es porque tienen algunos inconvenientes, como un corto período de vida debido a una mala durabilidad de las células y a reducciones de costes.
Una vez que Japón consiga fomentar el uso de esta tecnología a nivel local, planea exportar las células solares de perovskita a otros países. Actualmente, hay grandes proyectos relacionados con la energía solar. China, que es una de las reguines que más la está potenciando, está creando una «Gran Muralla solar» que tiene dos objetivos: el desarrollo energético sostenible y la restauración ecológica. No obstante, hay una alternativa mucho más sostenible a los paneles solares que podría ser el futuro de la energía renovable.
El artículo Es delgado, flexible y el futuro de la electricidad: puede producir la energía equivalente a 20 reactores nucleares fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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