La relación entre Estados Unidos y China es más tensa que nunca. Ambas potencias mundiales están sumidas en una guerra tecnológica. Donald Trump, que jurará de nuevo la presidencia del país norteamericano el próximo 20 de enero de 2025, inició durante su primer mandato ciertas restricciones comerciales que impedían al gigante asiático acceder a tecnología estadounidense.
Joe Biden, el 46º presidente de los Estados Unidos de América, continuó con las políticas propuestas por su antecesor y ahora también sucesor. Y cuando Trump salió elegido nuevamente para liderar el «país de las oportunidades», no dudó en endurecer los aranceles impuestos a China, lo que podría provocar que la industria tecnológica eche el freno por el notable incremento de precio de dispositivos como smartphones, ordenadores y videoconsolas. Hasta un 60% más.
El 30% de la fabricación mundial se produce en China, por lo que el país de la Gran Muralla también amenazó con limitar la exportación de recursos imprescindibles para la fabricación de dispositivos electrónicos. Y así lo ha hecho: prohíbe a Estados Unidos la exportación de tierras raras.
La medida llega un día después de que se ampliaran las restricciones a China
Las tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos que, aunque su nombre pueda sugerir lo contrario, no son especialmente escasas, pero sí difíciles de extraer y procesar. Entre estos elementos se encuentran los de la serie de los lantánidos, como el lantano, cerio y neodimio. Tienen propiedades únicas que las hacen esenciales para la fabricación de dispositivos electrónicos modernos.
Los imanes de neodimio son los más potentes que existen y se utilizan en motores eléctricos de altavoces, discos duros, auriculares y vehículos. Se ha descubierto uno que no necesita tierras raras que puede cambiar el panorama tecnológico. El terbio y el europio se emplean en la fabricación de pantallas LED y táctiles de alta calidad, como las de los teléfonos móviles, televisores u ordenadores. El lantano y el cerio son usados para las baterías recargables, etc.
La mayor parte de la producción mundial procede de China, lo que ha generado cierta preocupación al depender de la voluntad de un único país. Esa ha sido la gran baza de China para contraatacar las políticas de los Estados Unidos de América, ya que ha prohibido la exportación de varios minerales raros, dificultando así el desarrollo de, entre otras cosas, semiconductores y armas.
De este modo, las ventas de galio, germanio, antimonio y otros materiales a Estados Unidos se suspenderían bajo el argumento de que tienen un doble uso, militar y civil, según el Ministerio de Comercio de China. Muchos políticos del país asiático estarían preocupados de que el nuevo presidente Donald Trump planee políticas más estrictas durante su mandato.
Trump no solo promete imponer aranceles más fuertes a China, sino también cortar relaciones comerciales con otros países. Esto podría suponer más conflictos económicos a nivel mundial. China, por su parte, lleva un tiempo endureciendo las políticas relacionadas con la extracción de tierras raras. El pasado mes de octubre empezó a exigir a los exportadores que revelaran, paso por paso, cómo se utilizarían los minerales en las cadenas de suministro occidentales.
Habrá que esperar para ver cómo se desenvuelve el conflicto. De mantenerse en el tiempo, diversas industrias tendrían serias dificultades para seguir adelante. Y es que vivimos en un mundo tecnológico en el que utilizamos a diario los teléfonos móviles, tabletas, ordenadores, televisores, auriculares, relojes inteligentes y muchos otros productos que requieren de las tierras raras para funcionar.
El artículo China contraataca y prohíbe a Estados Unidos usar materiales imprescindibles en la fabricación de smartphones fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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