Hablar de inteligencia artificial es hablar de ChatGPT. El bot conversacional desarrollado por OpenAI lleva poco tiempo con nosotros, alrededor de dos años (fue lanzado a finales de 2022), pero eso no ha sido un impedimento para convertirse en la herramienta basada en IA más popular del mercado. Los datos no mienten: más de 200 millones de usuarios lo utilizan cada mes; la mayoría se encuentra en Estados Unidos (67,7 millones), y más de 10 millones pagan por utilizarlo.
En estos 24 meses que lleva disponible, ChatGPT ha mejorado mucho debido al soporte de OpenAI. Desde hace unas semanas es capaz de realizar razonamientos más difíciles para abordar temas más complejos. Por otro lado, se ha convertido en un completo motor de búsqueda que puede navegar por Internet y resumir los resultados, haciéndole la competencia a Google. Y los usuarios que apoyan al proyecto monetariamente también tienen acceso a un modo de voz avanzado, ofreciendo conversaciones más humanas.
A pesar de que pueda parecer que todos los secretos de ChatGPT han sido desvelados, pues hay usuarios que han realizado todo tipo de experimentos con él, incluso convertirlo en un agente de la CIA, lo cierto es que todavía hay incógnitas algo escalofriantes en torno a él. Y es que se ha descubierto que se muestra reacio a pronunciar ciertos nombres.
David Mayer solo era el principio: desde Brian Hood hasta Guido Scorza
¿Qué tiene de especial el nombre de David Mayer? Aparentemente, nada. Sin embargo, por algún motivo, leerlo era demasiado para ChatGPT, hasta el punto de que el bot finalizaba la conversación de forma abrupta, sin explicaciones. Los usuarios que introducían este nombre se encontraban con el siguiente mensaje: «I’m unable to produce a response» (soy incapaz de producir una respuesta).
Cuando se le preguntaba a ChatGPT por qué no podía procesar el nombre de David Mayer, este no era capaz de proporcionar ninguna información al respecto. Además, explicaba que no tenía impedimentos en escribir nombres específicos, a no ser que se ajusten a criterios específicos de privacidad o derechos de autor.
Si bien OpenAI no ha realizado declaraciones al respecto, muchos usuarios han especulado sobre esta limitación de ChatGPT. Algunos han llegado a la conclusión de que podría referirse a David Mayer de Rothschild, heredero de la fortuna Rothschild (dinastía europea de origen judeoalemán. Algunos de sus integrantes fundaron bancos e instituciones financieras a finales del siglo XVIII, lo que llevó a formar un linaje altamente influyente de banqueros y financieros a nivel mundial). Esta persona podría haber presentado una solicitud en virtud de la ley del Reglamento General de Protección de Datos (GPDR).
Esta ley es la que permite a personas pedirle a compañías como Google que sus nombres e información personal sea eliminada de Internet. No obstante, el nombre de David Mayer continúa arrojando resultados tanto en los motores de búsqueda convencionales como en los competidores de ChatGPT. Y de la noche a la mañana, el bot conversacional puede procesar el nombre sin ningún problema.
No obstante, hay otros nombres que están «vetados» de ChatGPT, y la gente no sabe por qué. Es más, hay algunos que están preocupados. De hecho, en los foros de la creación de OpenAI un usuario escribió: «creo que la elección aquí es que ChatGPT estará altamente controlado para proteger los intereses de aquellos que tengan las formas y los medios para hacerlo». Esta es la lista de nombres que «rompen» ChatGPT:
Brian HoodJonathan TurleyJonathan ZittrainDavid FaberGuido Scorza
Lo que es curioso es que los nombres no afectan los resultados que utilizan los sistemas API de OpenAI o en OpenAI Playground (un sitio especial para pruebas de desarrolladores), por lo que el misterio continúa. Los desarrolladores tras ChatGPT también han evitado realizar declaraciones sobre los nombres.
El artículo El mayor misterio de ChatGPT: colapsa al leer estos nombres. Y la gente está preocupada fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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