Sabemos que África es la cuna de la humanidad, pero decir esto sería simplificar mucho las cosas de un proceso largo, lento y sobre todo super interesante. En este continente tenemos las primeras pruebas de las criaturas que derivaron en nosotros, el ser humano moderno. Entre ellas están las huellas y en un yacimiento de Kenia se conservan un grupo de ellas que corresponden a dos antiquísimas especies que tienen que ver con el homo sapiens sapiens. Es un hallazgo único.
Curiosamente en Urban Tecno el tratar con huellas no nos es desconocido, ya que hemos hablado de estas señales en cuanto al ser humano, por ejemplo en Estados Unidos, y por supuesto de huellas de dinosaurio. Pero esta ocasión es distinta. Encontradas en una pared de roca de Kenia que hace millones de años fue un campo de sedimentos, los arqueólogos se dieron de bruces con un gran número de huellas en las antiguas orillas del lago Turkana. Entre las mismas hay varias que nos hacen pensar en nuestros ancestros porque queda claro que son animales de locomoción bípeda.
Homo Erectus y Paranthropus boisei, dos homínidos que compartieron espacio
Uno puede pensar que tampoco es gran cosa, al final huellas hay muchas y es cierto. El tema aquí es que los arqueólogos han encontrado la evidencia clara de que los animales bípedos que pasaron por allí eran de dos especies distintas. Eso es algo bastante único. Así lo ha comentado Kevin Hatala, de la Universidad Chatham de Pittisburgh, «es realmente excepcional que encontremos esta evidencia de dos especies diferentes caminando sobre esa superficie».
El examen preliminar de las huellas ha constatado que las más profundas pertenecerían al Homo Erectus, mientras que las más superficiales y planas corresponderían a los Parantropus boisei, una especie de homínido que de forma popular se ha venido conociendo como “Hombre Cascanueces” debido a sus grandes dientes. Este animal no es en sí un antepasado de los humanos, pero sí se encuentra en nuestro árbol genealógico tal y como comentó uno de los expertos y primer autor de la investigación:
Hay aspectos de la anatomía del dedo gordo del pie, en particular, que parecen conscientes con los patrones que vemos en las huellas
Las huellas se han datado aproximadamente de hace un millón y medio de años, cuando África era un lugar muy diferente en fauna y flora de lo que es hoy. Y eso no es lo más interesante que han destacado los arqueólogos. Kevin Hatala lo ha resumido muy bien diciendo que «yo esperaba que las dos especies hubieran sido conscientes de la existencia de la otra en ese paisaje, y probablemente se hubieran reconocido como ‘diferentes’. Esto plantea muchas preguntas fascinantes sobre cómo habrían interactuado, y aún no tenemos todas las respuestas”. Así lo han manifestado en el artículo publicado por el equipo en la revista Science.
Los estudios modernos sobre la interacción entre ambas especies son claros al respecto: los Homo Erectus se alimentaban de los Parantropus boisei. No puede considerarse canibalismo, andar de forma bípeda no los hacía seres humanos. Ahora bien, más allá de esto solo hay especulaciones sobre cómo fue la relación entre ambas especies. Sin duda es un importante hallazgo para la comunidad científica, ya que ahora sabemos un poco más sobre nuestros antepasados directos y su relación con otros homínidos.
El artículo Han descubierto antiguas huellas en África. Parecen poca cosa, pero nos cuentan la historia de dos antepasados del ser humano fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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