Era un lugar inaccesible, pero en su interior guardaba un templo egipcio de 2.000 años repleto de salas ocultas

Viajar hasta Egipto es sinónimo de toparse con los restos de una de las civilizaciones más extraordinarias que ha conocido nuestra especie. En este caso, habría que desplazarse hasta la localidad actual de Suhag, localizada en la ribera occidental del Nilo, para poder conocer la entrada a un templo que ha permanecido oculto durante milenos, pero que podría esconder nuevos datos acerca del pasado histórico de la región que une el noreste de África con Medio Oriente.

El hallazgo de la entrada a un posible templo ptolemaico

Arqueólogos de la Universidad de Tübingen han hallado lo que se conoce como un pilono, es decir, dos torres ubicadas en la entrada principal de un posible templo. Christian Leitz y Marcus Müller son los líderes de un proyecto que pretende desenterrar un misterio en forma de santuario aún enterrado en las arenas de la región.

Los expertos llevan desde el año 2022 colaborando con Mohamed Abdelbadia, perteneciente al Consejo Supremo de Antigüedades, y con un equipo egipcio para poder sacar a la luz un templo que podría haber sido construido entre los años 144 a.C. y 138 a.C., situando su edad en más de 2.000 años de antigüedad. Según la información publicada por los responsables del proyecto en la página web Phys.org, el santuario tendría un ancho total de 51 metros y sus torres alcanzarían los 18 metros de altura.

Por desgracia, parece que únicamente se conservan 5 metros de estas torres, dado que el resto habrían sido demolidos por trabajos de cantera. Y se sabe, por una moneda hallada en las inmediaciones, que estos trabajos pudieron haber tenido lugar alrededor del año 752 de nuestra era. Pero, volviendo a la entrada del posible templo, los arqueólogos habrían descubierto relieves que muestran sacrificios ofrecidos a la diosa Repit y a su hijo Kolanthes.

Esta diosa, que habrás visto en más de una ocasión representada con cabeza de leona y un disco solar sobre su efigie, y su hijo podrían haber sido inmortalizados en este lugar por el faraón Ptolomeo VIII. La sorpresa se ha materializado en la torre norte del pilono, donde se ha descubierto una cámara desconocida hasta la fecha, con 6 metros de longitud y 3 metros de ancho, que parecía haber servido como almacén de utensilios y ánforas.

Vista de la zona que está siendo excavada cerca de la ciudad de Suhag

Un corredor parece llevar hasta esta cámara y también estaba decorado con relieves y jeroglíficos, de nuevo representado a la diosa Repit, en esta ocasión acompañada por el dios Min de la fertilidad y dos decanos con las cabezas de un halcón y un ibis sagrado. Parece que había una segunda puerta en la fachada del pilono, que llevaba a una escalera hoy destruida.

Se sabe que el pasado mes de noviembre se iniciaron nuevas excavaciones en la zona para continuar indagando en el templo que parece esconderse tras el pilono. Christian Leitz asegura que «los bloques de caliza elegantemente alisados en una fachada de rocas cortadas verticalmente podrían pertenecer a un santuario rocoso».

El artículo Era un lugar inaccesible, pero en su interior guardaba un templo egipcio de 2.000 años repleto de salas ocultas fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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