Casi todo el mundo es capaz de describir a una orca con los ojos cerrados. Estos mamíferos marinos son gigantescos habitantes de los océanos del planeta y destacan por su color negro y sus aletas dorsales de gran tamaño, que en ocasiones pueden alcanzar los 1,8 metros de longitud. Sin embargo, existe un ejemplar muy especial, conocido desde 2019, que ha vuelto a hacer acto de aparición para volver a dejarnos boquiabiertos.
La nueva visita de Frosty a la costa estadounidense
No es fácil estudiar a las orcas en su entorno, pero, en esta ocasión, tenemos que dar las gracias al trabajo realizado por el videógrafo y entusiasta marino Evan Brodsky. El pasado 24 de noviembre, este amante del entorno oceánico recibió un aviso de dos de sus amigos, Joey Stagnaro y Erin B. Underwood, acerca del avistamiento de una de las orcas más conocidas en todo el mundo.
Estamos hablando de un animal que ha sido apodado cariñosamente como Frosty, que podría ser traducido como Nevado, pero que se conoce científicamente como el individuo CA216C1. Junto con él se desplazaban cerca de la costa de California otras dos orcas conocidas en términos más profesionales como CA51As y CA50B, a los que también se les ha dado nombres tan curiosos como Aurora’s Pod y Uncle Jimmy.
El vídeo que te mostramos sobre estas líneas muestra a la orca protagonista de la noticia, a la que distinguirás rápidamente, ya que no cuenta con la pigmentación habitual de este tipo de animales marinos. Su aspecto, como si hubiese sido lavada hasta la extenuación para eliminar la capa oscura de su piel, no ha pasado desapercibido para los observadores de cetáceos en la bahía de Monterrey.
Las imágenes de Frosty han sido captadas a bordo de uno de los barcos de la organización Monterey Bay Whale Watch y si te lo estás preguntado, aún no se sabe con seguridad qué mecanismos biológicos han provocado el curioso aspecto del animal, aunque existe un par de sospechosos, que te explicaremos a continuación.
Por una parte, el aspecto blanquecino del animal identificado como CA216C1 podría deberse al leucismo, no confundir con el albinismo. En ese caso, estaríamos hablando de que Frosty posee una característica genética, provocada por gen recesivo, es decir, una sección de información genética que tiene bajas probabilidades de manifestarse en el individuo, que le otorga un tono más blanco a su piel.
Otra posibilidad sería que este cetáceo se encuentre afectado por el conocido síndrome Chediak Higashi, también otra condición genética, en este caso poco habitual. Quienes se ven alterados por este síndrome suelen tener infecciones bacterianas respiratorias, además de otras infecciones, y poseer una evidente falta de pigmentación. Su sistema inmune se ve alterado por completo. Se conocen otros dos casos de orcas afectadas por este síndrome y, lamentablemente, no pasaron de los 5 años de vida.
Sin embargo, por el momento parece que tanto Frosty como su madre, han sido documentados en diferentes lugares del planeta, desde la frontera mexicana hasta las frías aguas del pueblo de Alert Bay, situado en la Columbia Británica de Canadá. ¿Continuaremos recibiendo la visita de este extraordinario ejemplar de orca? Solamente el tiempo tiene la respuesta.
El artículo Las costa de California ha vuelto a ser testigo de la aparición de Frosty, una orca con una particularidad muy especial fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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